The Dragonwolf

Capítulo 34: La caída de un Titán

Petyr Baelish, Casterly Rock

La cámara de reuniones parecía bastante sombría. La cara de Cersei era ilegible, y ella midió cuidadosamente a cada miembro del consejo con sus ojos verdes. Petyr sintió que su mirada permanecía en él medio momento más que en los demás.

Las cosas no iban bien para él o los Lannisters. Otro Targaryen había arruinado sus planes.

"Es como hemos temido. Daenerys se ha casado con Aegon, sus fuerzas están unidas, y ahora están usando a los dragones en la batalla. Riverrun ha caído, y el resto de los Riverlords se rendirán rápidamente", Daven rompió el silencio.

La Reina Regente solo asintió impasiblemente ante las noticias. El resto del consejo parecía bastante preocupado, y tenían razón al serlo porque la victoria no estaba a la vista.

"Qué hay de mi tía?" Preguntó la Reina Regente.

"Ella fue enviada a las Hermanas Silenciosas, sus hijos han muerto en la batalla, y sus nietos fueron enviados al Muro."

Petyr apenas contenía su resoplido. Parece que Aegon era bastante sabio: los niños podrían haber causado problemas en el futuro si se unían a la Fe o a los Maesters, y enviarlos al Norte a la Guardia de la Noche era exteriormente misericordioso. Pero el nombre de Frey era probablemente la cosa más odiada al norte del cuello, por lo que sus posibilidades de supervivencia eran escasas en el mejor de los casos.

"Qué podemos hacer contra los dragones?!" Lord Crane preguntó con preocupación. Su melena gris adelgazante estaba descuidada, y tenía grandes círculos alrededor de sus ojos. El Señor Reactor lamentó jurar lealtad a Tommen Baratheon.

"Estamos construyendo más escorpiones lo más rápido que podemos. Stormcloud, el joven dragón de Aegon III, fue asesinado con un rayo escorpión por la Triarquía. El eje con cabeza de hierro atravesó el cuello escamoso del drake adolescente con facilidad. Tendríamos razón al tener miedo si los dragones de Daenerys Targaryen fueran tan viejos como Balerion durante la conquista, cuyas escalas se encogieron de hombros de los proyectiles con facilidad. Pero no deben tener más de cuatro a cinco días de nombre. Todavía pueden ser asesinados", habló Devan con convicción, aunque eso hizo poco para calmar las preocupaciones del nuevo Maestro de Leyes. La gente todavía recordaba el Campo de Fuego y no estaban ansiosos por luchar contra dragones, escorpiones o no.

La mano de Tommen no dijo nada acerca de que su ejército fuera superado en número de tres a uno.

Cersei se inclinó hacia adelante, colocó un pergamino sobre la mesa y miró a Petyr.

"Mi primo Lucion escribió desde Invernalia con algunas noticias muy interesantes. Mi hija está realmente allí y viva, aunque con cicatrices y sin oreja", sus ojos verdes se habían enfriado por completo mientras lo miraban. "El ataque a Myrcella en Dorne fue mucho más grave de lo que se informó. Entiendo por qué los Dornish mentirían al respecto. Eso es lo que hacen, después de todo. Pero ¿por qué no hemos recibido una palabra acerca de nada de esto de usted, Lord Baelish?"

"Los Dornish están bien versados en el engaño, por lo que siempre ha sido difícil recibir algo de sus desiertos. Como dije antes, mi anterior espías en Invernalia fueron asesinados cuando el Ironborn lo despidió. Y tanto Dorne como el Norte son inhóspitos y desconfían de los extraños, por lo que es muy difícil espiar allí con éxito", explicó cuidadosamente. Petyr se estaba cansando de ser interrogado así. El número de rumores ridículos que tuvo que examinar para encontrar información confiable era demasiado alto.

Cersei asintió con el ceño fruncido ante sus palabras. Baelish contempló irse una vez más. Pero él sabía que ella había enviado en silencio a Damion Lannister con un barco lleno de oro a Braavos. Toneladas de oro casi se movieron en la noche a través de Lannisport sin que él se enterara. Si uno de los hombres no hubiera hablado de ello con su puta favorita, Petyr nunca lo habría sabido. Parecía que la Reina Dorada no tenía miedo de lanzar millones de dragones a los Hombres Sin Rostro para eliminar a sus enemigos. Y Baelish sabía que los Hombres Sin Rostro nunca fallaron. Sin embargo, Cersei era inteligente para guardar silencio al respecto. Ahora, no tenía sentido unirse a Aegon cuando sus días estaban contados. Petyr podría estar en un terreno inestable en este momento, ¡pero todavía estaba en el juego!