Capítulo 10: Entrenamiento Secreto; Desarrollando Poderes
Tras la victoria en el convoy de los dragones celestiales, la atmósfera en nuestra isla era electrizante. La liberación de los esclavos había infundido un nuevo sentido de propósito en nuestro grupo, pero sabíamos que el verdadero desafío apenas comenzaba. La lucha por la libertad no era solo una batalla física; requería habilidades, estrategia y, sobre todo, poder. Así, decidí que era hora de intensificar nuestro entrenamiento.
**La Decisión de Entrenar en Secreto**
Con la amenaza constante de los dragones celestiales, necesitábamos una ventaja. En medio de las celebraciones, Hancock y yo acordamos que debíamos entrenar en secreto, lejos de las miradas curiosas. La idea era perfeccionar mis habilidades de Gilgamesh y ayudar a Hancock a desarrollar su propio estilo de combate.
—No podemos permitirnos ser descubiertos. Si nuestros enemigos se enteran de nuestras intenciones, todo estará perdido, —dije, mientras caminábamos hacia un claro apartado en el bosque.
**El Lugar del Entrenamiento**
El claro estaba rodeado de árboles densos y altos, proporcionando un refugio perfecto. Al centro, una piedra antigua, cubierta de musgo, parecía resonar con una energía extraña. Era un lugar propicio para la concentración y el desarrollo de poderes. La tranquilidad del entorno contrastaba con la tempestad que llevábamos dentro.
**Iniciando el Entrenamiento**
Comenzamos con ejercicios básicos, pero rápidamente pasamos a técnicas más avanzadas. Invocando uno de los tesoros de Gilgamesh, desaté una espada de luz, su brillo iluminó el claro. Hancock miraba con admiración mientras yo me familiarizaba con el poder de la espada, aprendiendo a canalizar mi energía en cada golpe.
—Intenta sentir la conexión con el arma, —me aconsejó Hancock, mientras entrenábamos juntos. —Deja que fluya a través de ti.
**Profundizando en el Poder de Gilgamesh**
A medida que practicaba, descubrí que la habilidad de Gilgamesh no solo se limitaba a invocar armas, sino que también podía acceder a habilidades de combate de diferentes épocas. Con cada invocación, un nuevo conjunto de técnicas emergía, enriqueciendo mi arsenal.
—¡Mira esto! —exclamé, mientras invocaba una lanza de una antigua civilización. La lanza brilló con un poder ominoso. —Puedo aprender de cada era.
Hancock sonrió, impresionado. —Eso es increíble. Con tu poder y mi velocidad, seremos imparables.
**Desarrollo del Estilo de Combate de Hancock**
Durante el entrenamiento, también dedicamos tiempo a afinar las habilidades de Hancock. Su estilo de combate era ágil, pero necesitaba aprender a combinar su velocidad con fuerza. Le enseñé a canalizar su energía en movimientos más decisivos.
—Imagina que cada golpe tiene un propósito. No se trata solo de velocidad, sino de intención, —le dije, observando cómo intentaba perfeccionar su técnica.
Después de varios intentos, comenzó a conectar movimientos, creando una danza de ataques que fluía con gracia. Su progreso fue notable y su confianza creció junto a sus habilidades.
**Un Encuentro Sorprendente**
Un día, mientras practicábamos, una figura apareció entre los árboles. Era Boa Hancock, quien nos había estado observando en secreto. Su mirada era seria, pero había una chispa de curiosidad en sus ojos.
—No esperaba encontraros entrenando en secreto, —dijo con una mezcla de sorpresa y desdén. —¿Qué estáis planeando?
**La Revelación de Nuestros Planes**
Hancock y yo intercambiamos miradas, sabiendo que no podíamos ocultarle la verdad. Le explicamos nuestra necesidad de fortalecer nuestras habilidades para liberar a más esclavos y luchar contra los dragones celestiales.
—No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras otros sufren, —dije, esperando que comprendiera nuestra urgencia.
Hancock escuchó atentamente, su expresión se suavizó. —Entiendo. Pero no puedo dejar que arriesguen su vida sin mí. Quiero unirme a este entrenamiento.
**La Alianza se Fortalece**
Con Hancock uniéndose a nosotros, nuestro entrenamiento se tornó aún más dinámico. Las tres de nosotros trabajamos juntos, cada uno aportando nuestras fortalezas. Hancock, con su poder de la belleza y la fuerza, utilizó su encanto para distraer y confundir en las simulaciones de batalla.
**Desarrollo de Nuevas Estrategias**
Creamos un sistema de entrenamiento que combinaba las habilidades de cada uno. Practicamos tácticas de guerrilla, emboscadas y cómo desviar la atención del enemigo. El enfoque era claro: debíamos ser astutos y rápidos, pero también estratégicos.
Durante una de nuestras sesiones, Hancock propuso un ejercicio en el que debíamos luchar entre nosotros, pero sin herirnos.
—De esta manera, aprenderemos a anticipar los movimientos del enemigo, —sugirió, y todos estuvimos de acuerdo.
**El Ejercicio de Combate Interno**
El primer enfrentamiento fue intenso. A medida que intercambiamos golpes, cada uno de nosotros intentó descifrar la estrategia del otro. La tensión y la adrenalina aumentaron, pero la camaradería nos permitió mantener la diversión.
—¡No seas tan predecible! —me gritó Hancock, esquivando un ataque.
Al final del ejercicio, todos estábamos exhaustos, pero riendo. Habíamos aprendido a comprender nuestras debilidades y fortalezas, y eso nos unió aún más como equipo.
**La Revelación de un Nuevo Poder**
Un día, mientras practicaba solo, descubrí una nueva habilidad. Sentí una oleada de energía mientras invocaba un artefacto de un antiguo héroe, un escudo que no solo era una defensa, sino que también podía devolver ataques. Era un poder que podía cambiar el rumbo de la batalla.
Con entusiasmo, corrí a contárselo a Hancock y Boa. —¡He encontrado un nuevo tesoro! Este escudo puede proteger y contraatacar.
Ambos se mostraron intrigados, y rápidamente organizamos una sesión para probarlo. A medida que practicábamos, la dinámica del grupo se volvió más poderosa. Estábamos comenzando a forjar no solo un equipo, sino una familia.
**Preparándonos para el Futuro**
Con cada día que pasaba, sentía que nuestro entrenamiento secreto estaba dando frutos. Las habilidades de Hancock se agudizaban, mi conexión con los tesoros se volvía más fuerte, y el lazo entre nosotros se hacía indestructible.
Mientras nos preparábamos para la próxima etapa de nuestra lucha, sabía que no solo estábamos desarrollando poder, sino también un propósito compartido. Juntos, estábamos listos para enfrentar cualquier desafío que se nos presentara.
**El Legado de la Libertad**
En las noches, mientras mirábamos las estrellas, conversábamos sobre lo que significaba ser verdaderamente libres. Sabíamos que la lucha sería larga, pero cada uno de nosotros estaba decidido a seguir adelante.
—No importa lo que venga, lo haremos juntos, —dije, mirando a Hancock y Boa.
—Juntos, somos invencibles, —respondió Hancock, y en sus ojos vi la certeza de un futuro que aún estaba por forjarse.
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Renacer como Gilgamesh: El Esclavo del Dragón Celestial
أدب الهواةReencarnando con el poder de Gilgamesh, un joven se encuentra atrapado como esclavo de los dragones celestiales. Su vida cambia al conocer a las hermanas Boa, y decide liberarlas de su cruel destino, mientras navega por el peligroso mundo de la pira...