Tahiel: HideAway

Capitulo cuatro: Amigos

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Pasaron los minutos platicando de uno y otra cosa, hablábamos de diferentes temas a la vez y de vez en cuando estallábamos en carcajadas sin razón aparente. Luke platicaba de lo pesado que era Brandon en su casa pero que no podía ver ni una sola cucaracha o algún insecto porque entraba en pánico, Bridgett nos contaba lo emocionada que estaba de entrar a las animadoras, la manera en que la entrenadora se lo había casi suplicando.

La verdad no me había entusiasmado mucho que Bridgett ahora perteneciera a la animadoras de la escuela, digo, claro que me alegraba por ella, estaba a punto de realizar algo extraordinario en su último año, no cualquiera es reclutado para las animadoras personalmente por la entrenadora y mucho menos para ser la capitana, sin embargo ella lo logró, de alguna forma lo logró. Pero había visto a las animadoras, todas eran huecas y superficiales, sabía que mi amiga no era así y mucho menos hueca, era la más inteligente, pero temía que pudiera cambiar al juntarse mucho con las demás. Ya saben "Dime con quién te juntas y te diré quién eres"

—Chicos —traté de llamar su atención—. Necesito contarles algo.

—¿Qué pasa, Tahiel? —preguntó con tranquilidad Luke, parecía que ya nos había tomado la confianza necesaria.

—Es algo que sucedió esta mañana en la escuela —miré como Brid se sentaba poniendo más atención—. Yo tengo una... unas habilidades.

—¿Aprendiste a leer al revés? ¿O es algo de Samantha? —bromeó Bridgett.

—No, es algo serio. Creo que tengo una especie de... poderes. —susurré eso último.

—Dios. ¿Acabas de decir podres? —comenzó a reír Luke—. ¿Eso dijo? —Preguntó más serio al ver mi expresión seria al igual que la de Bridgett.

—¿A qué te refieres, Tahiel?

Bridgett parecía muy interesada en saber más, como si se creyera cada una de mis palabras.

—Es sólo... yo tengo... puedo hacer esto. —decidí que era más sencillo mostrarle lo que podía hacer que tratar de explicarlo.

Me concentré cerrando los ojos lo más que pude, apretando mis parpados. Intenté buscar dentro de mí ese extraño poder, tal cual veía en series de televisión. Me aseguraba de no perder la concentración, no podía controlar mis poderes así que esperaba no dañar a ninguno de los dos al demostrárselos.

Y entonces sucedió, abrí mis ojos y desde la palma de mi mano salía una leve aurora azul celeste que congelo el reloj de al lado de mi cama. Instintivamente hice que la aurora se detuviera.

—Poderes de hielo...—susurró Brid.

—¿Qué... qué demonios? ¿Esto es una broma? —preguntó nervioso el otro chico.

—No es ninguna broma, Luke. Hoy en la escuela congelé accidentalmente la puerta un salón dejándome atrapado con Samantha —expliqué mirando a Bridgett—. Ella... también tenía estas habilidades, sólo que con llamas.

—Samantha... ya veo —siguió susurrando la chica castaña, pero no parecía nada sorprendida en comparación con Luke, eso me preocupaba.

—¿Cómo puedes contar esto con tanta tranquilidad, Tahiel? —Luke aún estaba escéptico ante la revelación.

—Porque son mis amigos... y confío en ustedes —le dije viéndolo a los ojos—. Sé que me crees.

Luke guardó silencio, sabía que él estaba examinando la situación, por lo poco que lo había conocido ese día supe que era un chico que se guía en la lógica y ahí estaba yo, rompiendo toda lógica con mis habilidades raras. Por otro lado, mi mejor amiga sólo me examinaba a mí, de arriba abajo mientras pensaba, su gesto tranquilo, libre de sorpresa, me decía que me creía incluso parecía que ella sabía más que yo. Y como dije, eso me preocupaba porque entonces Samantha tenía razón en sospechar de ella.