𝟎𝟎𝟒

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Durante los días nublados Garrett se mezclaba entre la gente, ocultando sus ojos carmesí tras unas gafas de sol

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Durante los días nublados Garrett se mezclaba entre la gente, ocultando sus ojos carmesí tras unas gafas de sol. Buscaba maneras de pasar el rato y entretenerse. Nueva York era una ciudad grande, llena de personas que se movían con prisa, sumergidas en sus propias vidas, pero también ofrecía un sinfín de oportunidades para observar y explorar. Garrett se dedicaba a observar los gestos sutiles de la gente, las risas compartidas en las aceras, y los encuentros efímeros que llenaban las calles. En esos momentos, se sentía casi humano, casi con vida. Siempre marcando la distancia que debía mantener.

En alguna ocasión vio a la humana entrar y salir de un estudio elegante que parecía un atelier de moda. Su estilo era inconfundible siempre luciendo audaz y elegante, pero sus ojos reflejaban una dulzura que le daba un aire delicado.

Garrett siempre mantenía su distancia, conformándose con ver los pequeños hábitos de su vida diaria. Durante el día podía estar trabajando en el atelier o se quedaba encerrada en su departamento, mientras que la mayoría de las noches la encontraba animada en fiestas, riendo y disfrutando con amigos.

Le intrigaba ver cómo, al caer la noche, ella cobraba más vida, como si su personalidad resplandeciera en la oscuridad.
Garrett sentía un deseo cada vez más fuerte de conocerla. No solo como una figura de interés, sino como una persona que merecía ser descubierta.

La historia daría un giro inesperado una noche de fiesta, cuando la humana salió tambaleándose, visiblemente ebria. Era algo común en ella; a pesar de que podía permitirse un taxi que la llevara a su departamento, prefería caminar sola por las calles de Manhattan. A unos metros, Garrett la observaba para asegurarse de que nadie se aprovechara de su estado ni le hiciera daño. Esa noche, ella había sobrepasado sus límites y era notorio: intentaba mantener el equilibrio en sus altos tacones mientras su bolso, a veces demasiado pesado, la hacía irse de lado.

En momento de torpeza, se tropezó, y Garrett involuntariamente se lanzó hacia ella, utilizando su velocidad para evitar que cayera.

Estaba tan cerca de ella que podía sentir su aroma con más claridad, y sus miradas se encontraron. Los ojos avellana de la humana brillaban con una mezcla de sorpresa y molestia. Ese era un momento que él siempre había esperado desde la primera vez que la vio, pero esa conexión se vio interrumpida por su reacción.

-¡Suéltame!- se despegó de su alto cuerpo y de su agarre, dándole golpes con su bolso.- ¡Vamos, suéltame ya!

Garrett, atrapado en el instante, algo que no era propio de él, intentó articular algo pero las palabras no salían. Solo podía mirarla y dejarse golpear.

-¿Eres uno de esos tipos raros pervertidos?- continuó ella poniendo su bolso púrpura como escudo, frunciendo el ceño.- Si es así, te sugiero que te alejes.

-No, no, claro que no... Te aseguro que no soy eso.- finalmente logró decir, esperando que no pensara mal de él.- Solo... no quería que te cayeras.- añadió lo último con gracia, parecía que la pequeña castaña había logrado intimidarlo, aún cuando él era, por mucho, más alto y el más intimidante en toda la ciudad.

-¡Pff! Como si eso fuera a cambiar algo.- replicó ella, con una chispa de diversión brillando en sus ojos a causa del alcohol.- Te he visto cerca, siguiéndome hace un par de calles.

En ese instante, Garrett cayó en cuenta que no estaba siendo nada discreto, la emoción del momento hizo que olvidara su naturaleza y que su fría piel y ojos rojos quedaban expuestos ante ella. Pero ella parecía no haberlo notado, fuera por la poca iluminación de la calle o porque estaba ebria.

-Un simple gracias estaría bien antes de una acusación.- añadió con diversión causando que la castaña riera.

-Gracias, extraño acosador.- Sus ojos luchaban por mantenerse consiente de la persona con la que hablaba, la calidez en su voz y la sonrisa en sus labios dejó sin aliento al vampiro frente a ella.

No había razón para despedirse cuando eran dos desconocidos, así que la chica dio media vuelta para seguir su camino, esta vez a un paso más estable.

-¿Siempre tropiezas así, o solo cuando bebes?- le preguntó, en su interior Garrett no queria aceptar que la conversación había terminado y que ella tenía que irse.

La castaña se detuvo y se giró para mirarlo, con una sonrisa que iluminaba sus ojos

-Solo cuando bebo demasiado.

Garrett la observó alejarse, su pequeña figura desapareciendo entre las luces de las calles.
A pesar de la brevedad del encuentro, una sensación de calidez se quedó con él, como un deseo de conocerla, de estar junto a ella y no tener que verla marcharse.



𝐈𝐧𝐬𝐩𝐨 𝐬𝐨𝐧𝐠:

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𝐈𝐧𝐬𝐩𝐨 𝐬𝐨𝐧𝐠:

𝐒𝐚𝐲 𝐢𝐭 𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐛𝐲 𝐍𝐞𝐥𝐥𝐲 𝐅𝐮𝐫𝐭𝐚𝐝𝐨

𝐒𝐚𝐲 𝐢𝐭 𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐛𝐲 𝐍𝐞𝐥𝐥𝐲 𝐅𝐮𝐫𝐭𝐚𝐝𝐨

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LET'S GET LOST  ❪ GARRETT ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora