CAPÍTULO 47

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UN NUEVO COMIENZO

VENUS

Al día siguiente, me desperté con una sensación de renovación. El sol brillaba en mi habitación, y la brisa fresca que entraba por la ventana me llenó de energía. Me levanté, estiré mis brazos y comencé a prepararme para otro día en la universidad.

Mientras me duchaba, repasé mentalmente mi agenda para el día. Tenía una clase de Economía en la mañana y una reunión con mi equipo de proyecto en la tarde. También quería trabajar en mi ensayo de Administración de Empresas.

Después de vestirme, me dirigí a la cocina para desayunar. Me preparé un café y unas tostadas con mermelada, y me senté en la mesa para disfrutar de mi desayuno en paz.

Justo cuando estaba a punto de terminar, sonó mi teléfono. Era Anastasia.

<Hola, ¿Cómo estas?> —preguntó.

<Estoy bien, gracias. ¿Y tu?> —respondí.

<Estoy bien, también. ¿Quieres estudiar juntas para el examen?> —sugirió.

<Me encantaría>.

Nos coordinamos para encontrarnos en la biblioteca después de la clase de la mañana. Colgué el teléfono y sonreí, sintiendo gratitud por tener amigas como Anastasia y Ángela que me apoyaban en mis estudios.

Con el desayuno terminado, tomé mi mochila y salí de casa. El día prometía ser productivo y emocionante. Estaba lista para enfrentarlo.

Después de mi clase de Economía, me dirigí a la biblioteca para estudiar con Anastasia. Nos sumergimos en nuestros apuntes y notas, preparándonos para el examen. Ángela se unió a nosotros más tarde y juntas repasamos conceptos clave.

Una vez terminada nuestra sesión de estudio, miré el reloj y recordé que quería visitar a Axel en el hospital. Me despedí de mis amigas y me dirigí al hospital.

Al llegar a la habitación de Axel, encontré la puerta entreabierta. Me asomé y vi que estaba solo, durmiendo. Me acerqué sigilosamente para no despertarlo.

Pero al ver su rostro, mi corazón se detuvo. Tenía un labio roto y un morado en la mejilla. Me sentí un nudo en la garganta. ¿Qué había pasado? Esto no estaba allí ayer cuando lo visité.

Me senté junto a él, intentando contener mi emoción. Tomé su mano, y él abrió los ojos lentamente.

—Venus, —susurró, sonriendo débilmente.

—Axel, ¿qué pasó? —pregunté, preocupada.

Axel intentó hablar, pero se detuvo, respirando con dificultad.

—No importa, —dijo finalmente. —Estoy bien.

Pero yo sabía que no estaba bien. Alguien lo había lastimado.

—Axel, ¿qué pasó? —insistí, mi voz llena de preocupación.

Axel cerró los ojos, evitando mi mirada.

—Por favor, Axel, dime la verdad, —le pedí, apretando su mano.

Axel suspiró y abrió los ojos, mirándome con una mezcla de dolor y resignación.

—Recuerdas por qué perdí la confianza en ti, ¿verdad? —le pregunté, recordando el pasado.

Axel asintió lentamente.

—Fue porque no me dijiste la verdad sobre lo que hacia, —le recordé. —Y no me dijiste ninguna explicación, hasta ahora.

Axel se movió incómodo en la cama.

El Dia Que Mi Mundo Se Detuvo  (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora