El Dia Que Mi Mundo Se Detuvo (TERMINADO)

CAPÍTULO 28

MI CORAZÓN LATE POR EL

VENUS

Ledi un abrazo a Axel, podía sentir su tensión, su angustia. Axel estaba luchando con sus demonios interior. Me dolió un poco verlo algo vulnerable, me angustiaba un poco no poder hacer nada para ayudarlo. Y en ese momento, supe que estaba enamorada de el. Mi corazón latía con fuerza, quería estar su lado para siempre.

Axel se apartó de mi y me miró con esos ojos negros llenos de brillo —Venus... enserio te agradezco que estés aquí conmigo.

—Siempre estaré contigo Axel —le dije, y el asintió llevando su vista a su cuadernillo, aún tengo curiosidad de saber que es lo que escribe.

Vi a Axel sonreír un poco. Me sentía un poco más de cerca de el, un poco más conectada a su corazón. Yo estaba dispuesta a ayudarlo, a estar siempre a su lado. Aunque suene un poco cliché, lo voy a intentar. Escuche un respiro profundo por parte de Axel:

—Venus, mi pasado... es un poco complicado —me dijo —Solo quiero que esperes, te prometo que te contaré todo.

¿Que es lo que está escondiendo Axel?

Sentí un poco de curiosidad por sus palabras —Hmm, de acuerdo...

Axel me miró antes de hablar —Enserio espera un poco, Venus. No te quiero perder.

—Axel, no me vas a perder. No iré a ningún lado —le dije —Te lo prometo.

[...]

Me desperté temprano, sintiendo una sensación de paz y un poco de calma que no había sentido en mucho tiempo... La luz del sol entraba por la ventana, iluminando mi habitación con una suavidad cálida. Me levanté y me apresure a tomar una ducha. Luego de salir me vesti con algo ligero y cómodo, y salí de mi habitación dirigiendome a la cocina encontrado me, con Asher preparando lo que parece el desayuno.

—Hola, buenos días, Venus —Me dice, notando mi presencia. El aún sigue con su pijama y su cabello revuelto.

—Hola, ¿no irás a la empresa hoy? —le pregunté.

—No. Me tomaré el día de hoy.

—Hmm, okey.

Justo entonces, sonó el timbre de la puerta —¿Quien podría ser tan temprano? —pregunto, Asher.

—No lo sé —le dije levantándome para abrir, por un momento pensé en Axel. Pero cuando abrí la puerta me sorprendió ver a Kaidën.

—Hola, Venus —dijo sonriendo -¿Puedo pasar?

Me sentí un poco sorprendida, pero le dije que si. Kaidën entro y se sentó en el sofá de la sala de estar.

—¿Que te trae por aquí? —le pregunte.

Kaidën me miró con una expresión emocionada —Acabo de recibir una oferta para una exposición de arte en una galería local —me dijo.

—Y queria compartir la noticia contigo.

Me sentí un poco feliz por el, me había dicho que le encantaba el arte. Estaba emocionada por Kaidën al oír la noticia.