Mystic Dawn - Kira Yukimura

6. Los guerreros Oni

El origen de los Oni se remonta a tiempos antiguos, cuando el caos y la oscuridad eran más comunes en el mundo. Se dice que los Oni nacieron como guardianes, forjados en la sombra para cazar a los espíritus oscuros que amenazaban el equilibrio entre el mundo físico y el espiritual. Fueron creados por fuerzas divinas, enviados desde el otro lado del velo entre la vida y la muerte, con la misión de erradicar la corrupción y mantener el orden en el mundo.

Sin embargo, no todos los espíritus que los Oni cazaban eran malvados. Con el tiempo, los Oni comenzaron a corromperse ellos mismos. Absorbieron el odio, el miedo y el sufrimiento de aquellos a quienes cazaban, hasta convertirse en seres implacables, consumidos por la necesidad de cumplir su propósito original a cualquier costo. Aunque aún eran criaturas de justicia, su interpretación de esta se volvió cada vez más retorcida. Los Oni ya no discriminaban entre inocentes y culpables; para ellos, todo lo que estaba en su camino era una amenaza potencial para el equilibrio.

A través de los siglos, los Oni fueron invocados por chamanes y líderes espirituales en tiempos de crisis, pero también por aquellos que buscaban poder. Uno de esos momentos de invocación tuvo lugar en Beacon Hills, en el año 2014.

Año 2014, Beacon Hills

En el bosque oscuro y silencioso, donde el Nemeton permanecía oculto bajo la superficie, una figura encapuchada sostenía una arma que mostraba como cola de kitsune, un antiguo talismán de poder. La figura invocaba la oscuridad de los guerreros Oni. Estos seres, con sus máscaras negras y espadas brillantes, emergieron del aire como sombras vivas, listos para cumplir la voluntad de su invocador.

El Nemeton vibraba, como si fuera un conducto entre los mundos. La energía mística de ese lugar había sido alterada más de una vez, abriendo fisuras en el tejido que separaba lo sobrenatural de lo mundano. Fue a través de una de esas fisuras que los Oni respondieron al llamado. El suelo temblaba mientras se acercaban, como heraldos de la muerte, envueltos en oscuridad.

En ese momento, la figura encapuchada desapareció en las sombras mientras mostraba a Noshiko Yukimura, dejando a los Oni libres para cumplir con su tarea.

Actualidad, Tokio

Kira Yukimura observaba a su madre, Noshiko desde el videochat, con una mezcla de miedo y frustración en sus ojos.

— El Nogitsune se ha escapado, mamá. — Dijo Kira con voz firme, aunque su inquietud era evidente. — Creímos que lo habíamos encerrado para siempre.

Noshiko permaneció en silencio por unos instantes, sus ojos oscuros y llenos de recuerdos.

— El Nogitsune ha sido una amenaza durante siglos. — Respondió finalmente. — No fue la primera vez que escapó, y tal vez no será la última. Solo alguien con un gran poder puede liberarlo. — Sus ojos se entrecerraron. — El único que sobrevivió cuando el Nogitsune atacó a nuestra familia fue mi tatarabuelo, Hiro Yukimura. Él era ciego, pero de alguna manera, esa misma ceguera lo protegió. No solo del Nogitsune, sino también de otros enemigos más oscuros.

Kira frunció el ceño, sorprendida.

— ¿Qué otros enemigos?

— Los Dread Doctors lo capturaron — Continuó Noshiko, su voz apagada por el peso de la memoria. — Experimentaron con él, al igual que con otros, pero no lograron corromperlo. Su ceguera lo mantenía a salvo de sus ilusiones. Él es uno de los pocos de nuestra familia que pudo escapar de la influencia del Nogitsune.

Tras la llamada con su madre en videochat, Kira miró su teléfono y respiró hondo antes de marcar otro número. Necesitaba respuestas, y Scott McCall era la única persona que podría ayudarla a entender lo que había sucedido.