CAPITULO 14

20.9K 1.8K 53
                                    

Mushka

-Bueno, eso es todo, señores, por hoy ya estamos-Thayer hablaba con una gran sonrisa.

Era un gran empresario y abogado. Todos lo querían pero también lo respetaban. Y era reconocido a nivel mundial en el ámbito jurídico.

Vi la hora y eran las siete y media de la tarde. Llegaría a tiempo a mi cita.

Me había sorprendido el mensaje de Duncan, invitándome a cenar solos, pero a la vez tenía ganas de gritar de alegría. No estaba todo perdido, si el quería cenar es porque también tenia ganas de verme y pasar el tiempo juntos.

Me mire al espejo del baño, tenia puesto una pollera negra tubo, una camisa de seda blanca con un collar y tacos altos.

Me maquille un poco, me hice un moño alto y me pinte los labios rojos.

¡Ahora si, lista! Vamos a ver que me esperaba en esa cena.

Llegue al castillo puntual como me gusta. Duncan estaba esperándome en el jardín apoyado, en un pilar viendo su reloj. Estaba guapísimo, con un traje azul marino y su cabello negro peinado para atrás.

Siempre me habían gustados los hombres trajeados, el traje les daba un aire sexy y encantador. Me acerque a su oído y le susurre- ¿me esperabas?

El me sonrió y me miro con sus ojos expectantes.

-Claro vamos a sentarnos. Cocine una paella espero que te guste junto con el vino rosado.

-¿Tu cocinaste una paella? ¡Me impresiona señor Macleod!

-No soy un inútil señorita Parker. Tengo muchos talentos ocultos, aparte de cocinar- Me guiño el ojo y yo me puse roja como un tomate.

- Nunca pensé estar comiendo paella en Escocia.

-Pensé que cocinar algo típico de España seria de su agrado.

- Me encanta su elección, aunque nunca fui del vino.

-Este te gustará te lo prometo-sonrió con arrogancia.

-Es un poco arrogante su suposición ¿no le parece?

El se rio a carcajadas- Me encanta tu lengua viperina.

-Algunos dirían que es indiscreción.

-Yo no lo llamaría así, eres una mujer franca, sin pelos en la lengua y eso es algo difícil de encontrar hoy en día. Aunque a veces parezcas una avalancha que se lleva al mundo por delante sin piedad.

-¿Una avalancha?

-Si, cuando empiezas con algo vas y arrasas con todo.

-Si tú lo dices - sonreí.

La paella estaba riquísima y el vino una delicia, pero no se lo diría, ya que eso solo aumentaría su ego.

-¿Quieres caminar un poco? Quiero hablar de algo contigo-me ofreció su mano y la tome sin pensarlo.

Mire nuestras manos enlazadas y suspire. Era como si hubiesen sido hechas a medida, ya que encajaban perfectamente. Debía empezar asumir que mi lado cursi y romántico había tomado las riendas del momento y que decir que este hombre no me fascinaba era hipócrita de mi parte.

Empezamos a caminar por el jardín, estaba todo iluminado con faroles en los arboles. Las luciérnagas volaban y el viento cantaba y danzaba a la par de nuestros cabellos.

Era mágico.

Tomar su mano también me recordó su toque áspero y calloso, pero tierno. Agradecía en este momento la oscuridad, ya que sino el se daría cuenta que lo estaba mirando como una psicótica.

-Quería hablarte de algo. En realidad proponerte un trato.

-¿Un trato?- trate de que mi decepción no se sintiera en mi voz.

-si. Anoche la pasamos muy bien, nosotros tenemos una conexión Mushka. Desde el primer día que nos conocimos, me costo mucho apartar los ojos de ti y ahora que he estado en el cielo gracias a ti, me va a costar un infierno mantener mis manos lejos de ti.

》Lo que quiero decir, es que te quiero conmigo Mushka, pero no de esa forma, con flores y corazones y compromiso sino como un trato de amigos con derechos. Podríamos estar juntos sin compromisos solo tú y yo.

Que alguien me cierre la boca, que este hombre me ha dejado boquiabierta! ¿Amigos con derechos? ¿Qué mierda? ¿Estaba hablando enserio? Tome aire para tranquilizarme y hable lo mas tranquila posible.

-¿Amigos con derechos enserio?-chille.

Bueno eso no había sonado tranquilo.

Su semblante cambio -si amigos con derechos, no es tan raro lo que te estoy proponiendo, yo no soy de los que se casan y profesan amor Mushka.

-¿Y que términos engloban este acuerdo?- No puedo creer que lo estaba considerando.

Sonrió arrogante-Bueno exclusividad obvio y...

-A ver si entiendo -lo interrumpí- tu me quieres para que sea tu compañera de aventuras en la cama con exclusividad ¿no te parece que eso dicho de esa forma me hace sentir como una puta?

Su cara se trasformo y frunció el ceño. Estaba enojado-no quiero que nunca más te refieras a ti misma en esos términos. Tienes que entender que es lo único que puedo ofrecer y que me harías muy feliz si aceptaras. Pero que si tu respuesta es negativa igual la respetaré. Y en cuanto a la exclusividad no me gusta compartir Mushka.

-Bueno, en eso de no compartir coincidimos. Pero tienes que dejarme pensar en el acuerdo, me acabas de soltar una bomba necesito reflexionar.

-¿Entonces, eso es un tal vez?-dijo esperanzado.

-No es un no, si es a lo que te refieres. Pero me gusta tomar mis decisiones sin apuro y bien pensadas.

Su sonrisa se ensancho mostrando unos perfectos dientes blancos y tuve la tentación de noquearlo. Yo que pensaba que el me iba a profesar su amor eterno, cuando en realidad solo quería meterme en su cama. ¡Que estúpida e ilusa había sido!

Duncan me abrazó y mirándome con esos ojitos que me mataban, dijo con voz ronca -esta bien, hermosa. Pero que conste que me va a costar no ponerte mis manos encima.

Me miro poniendo morritos. Lo cual me causo gracia y a la vez ternura ¿quien se lo imaginaria al temerario Duncan Macleod poniendo morritos?

No aguante y largue una carcajada y poniéndome de puntitas de pies lo bese, mordiéndole el labio inferior, con lo cual fui correspondida con un gruñido muy sexy de su parte.

El me beso con desespero y pasión. Y me apretó contra sus caderas, logrando que soltara un gemido al sentir cuanto me deseaba. El beso término antes de que lo que deseara, el apoyo su frente contra la mía. Los dos estábamos jadeando y en busca de más - aquí no cariño, cuando vuelva a hacerte mía será en mi cama y solo ante mis ojos.

¿Es enserio? Un hombre que dice esas cosas no podría pedirme ser su amiga con privilegios.

El se rio al ver mi cara de pocos amigos y de la nada me cargo sobre su hombro -¡Duncan! ¡Bájame!

-No te bajare hasta que lleguemos a mi habitación y me digas que si. Puedo ser muy persuasivo cuando quiero.

-Pervertido-gruñí.

-Contigo siempre.

¿Por que tenia que ser tan frio un momento y luego dulce? Me estaba enamorando de Duncan y había una parte de mi, que me gritaba que me alejara o saldría con un corazón roto.

Highlander en las Sombras © (editando) 1 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora