Papá Inuyasha

Capítulo 12 : Me duele la cabeza

Los que desayunaban entraron, saludaron a Inuyasha, tomaron su comida y volvieron a salir. Kaede y el sanador del castillo se unieron a ellos. Shippo fue el único que se quedó.

-¿Por qué te tomaste más tiempo para curarte, Inuyasha? -Desconsolado, Shippo olfateó todo el hanyou. Al principio, Sesshomaru pensó que era lindo. Después de escuchar la misma pregunta diez veces, Sesshomaru estaba listo para echar al cachorro de la cabaña.

Inuyasha suspiró. Se dio cuenta de que Sesshomaru estaba cansado del niño zorro. Él también lo estaba. Pero era su mocoso, su compañero de manada.

-Shippo, basta. Cálmate. -Inuyasha se movió para acariciar la cabeza del muchacho-. Mi cerebro necesitaba tiempo para sanar. Eso es todo. Ahora hazme un favor y déjame hablar con Sesshomaru en privado por un rato. Luego necesitaré otra siesta. ¿Por qué no le enseñas a Rin uno de tus mejores trucos?

El zorro parecía emocionado. "¿Puedo?", le preguntó a Sesshomaru.

"Tu padre te ha dado permiso, adelante."

El zorro salió corriendo, dejando a un hanyou sorprendido señalando a su hermano.

-¿Padre? -chilló la voz de Inuyasha.

-Por supuesto. Tú no eres su madre, así que debes ser su padre. -Sesshomaru hizo una pausa-. Ya que estamos en el tema, también debes adoptar a Rin. Deberíamos unirnos a nuestras manadas para poder luchar mejor contra Naraku.

-Ve más despacio. Me duele la cabeza. Necesito ir más despacio, por favor -Inuyasha giró la cabeza lentamente.

-Comencemos con por qué le mentiste al niño zorro -murmuró Sesshomaru aunque no había nadie allí.

-Mi cerebro necesita sanar. Es cierto -tartamudeó Inuyasha.

-Te he visto sanar mucho más rápido -pronunció Sesshomaru pragmáticamente.

-Uh -Inuyasha no estaba seguro de querer compartir sus pensamientos más privados con Sesshomaru todavía, así que respondió-: Tenía algunas cosas que pensar primero. Tomó un sorbo de agua.

"Déjame adivinar. Tu hermano mayor realmente te hizo daño en la cabeza".

Resoplando por inhalar un poco de agua, Inuyasha asintió.

-Entonces, permíteme aclarar algunas cosas. Después de que nos hicimos amigos, regresé al castillo. Estaba en el estudio tratando de averiguar cómo aumentar la población de shiro inus cuando me encontré con un libro. Empecé a leerlo. El autor mencionó que era fácil tener un hijo sin aparearse. En ese momento no estaba interesada en el sexo. Los tutores lo hicieron sonar muy aburrido. Sin embargo, según el libro, se requería sexo para quedar embarazada. Supuse que tenías sexo con frecuencia con tu manada, por lo que no te importaría ser donante de semen.

"Tomé supresores toda mi vida adulta. Era la única manera de evitar que me pillara en celo y me embarazara algún idiota que quería nuestra tierra. Pero para este proyecto, dejé de tomar los supresores y dejé que mi cuerpo entrara en celo. No tenía idea de lo frustrante que podía ser. Me masturbaba muchas veces al día, pero el deseo no desaparecía. Volví a ti y coqueteé contigo. Pero no respondiste. Tenía la esperanza de que me dieras un puesto temporal en tu harén. Te sonrojaste cuando me insinué. Luché contra algunos de los guerreros de Naraku durante ese tiempo. Fue muy frustrante, Inuyasha".

Inuyasha estaba siguiendo cada palabra.

"Cuando no entendiste la indirecta, simplemente me escapé contigo. Comprendí, por haber escuchado a escondidas a los sirvientes del castillo, que podía seducirte con un lento striptease o podía llevarte a un lugar agradable como una fuente termal. Así que decidí hacer ambas cosas. Tu almizcle fue mi perdición. Yo tenía el control hasta que respondiste a mis feromonas. Todo lo que quería era estar lleno de tu semilla y de tu magnífico falo".

-Espera un momento, Sesshomaru. Mi cerebro todavía se está recuperando, así que me gustaría asegurarme de haberte escuchado bien. ¿Solo me querías para tener sexo?

"Al principio lo hice. El libro decía que una vez que estaba embarazada no era necesario el donante de semillas. Yo lo creía. Ahora sé que estaba equivocado. Eres un gran amante. He pensado en ti casi sin parar desde aquel día en las aguas termales. Estoy embarazada y cachonda. Quiero abrir mis piernas para ti en todas las habitaciones del castillo y fuera del castillo. Quiero sentirte palpitar dentro de mí. Debes ser solo mía. No comparto."

La última línea que Sesshomaru pronunció con un gruñido.

-Entonces no me quieres para una aventura de una noche, ¿verdad? ¿Me quieres para toda la vida de aventuras de una noche? -Inuyasha se esforzaba por comprender-. Me quieres para tener sexo. Ni siquiera me conoces, ¿verdad?

Sesshomaru bajó su cuerpo sobre el de Inuyasha.

-Quiero que seas mi compañero y mi amante. He sido tan desconsiderado. No me extraña que estés confundido. Mírame, Inuyasha. -Hizo una reverencia.

-Lo siento hermano -articuló Sesshomaru claramente.

Inuyasha lo miró con atención. Su hermano era hermoso y un gran partido, pero ¿era esto real?

-Inuyasha -dijo Sesshomaru lentamente-, estoy embarazado de tu hija. ¿De verdad quieres que alguien más le peine el cabello, le enseñe a cazar, a pelear?

-Estoy tan confundido -Inuyasha se agarró la cabeza-. Por supuesto que los deseo a ti y a ella. Siempre los he deseado. Pero no soy lo suficientemente bueno para ti. Me has dicho eso toda mi vida.

Ahora era el momento de que Sesshomaru hiciera una pausa.

Inuyasha miró a Sesshomaru. Aún guapo, hermoso, majestuoso, resplandeciente incluso... Espera... sus ojos parecían preocupados. ¿De qué podría estar preocupado el poderoso señor?

"Quiero que me mires. Cometí un error. Me equivoqué. Mentí. Me gustas. No eres inútil. Eres increíble, valiente, intrépida, leal, fiel y una multitud de otros adjetivos que le he dicho a nuestra hija todos los días. Fui una tonta. Te necesito. Me completas. Sé mi compañera, mi igual. Gobierna el oeste a mi lado. Lucha a mi lado para vencer a nuestros enemigos. Pasemos el resto de nuestras vidas aprendiendo la una de la otra".

-¿Quieres aparearte conmigo? -repitió Inuyasha-. Un verdadero compañero, no solo un amante a tiempo completo.

-Sí, Inuyasha. Te quiero como mi compañero y amante.

Inuyasha miró atentamente al demonio resplandeciente. Luego se pellizcó el brazo.

-Ay, supongo que no es un sueño. ¿Puedo tocarte?

-Por favor, hazlo -el demonio perro apoyó la cabeza sobre el pecho de su hermano.

Inuyasha levantó la mano lentamente. Le dolía todo el cuerpo, pero quería tocar a su hermano. Sus dedos rozaron la mandíbula de Sesshomaru hacia las rayas de su rostro. Eran tan bonitas. Dejó la mano allí, sintiendo el calor bajo su mano. Se sentía tan feliz. Su hermano quería ser su compañero y amante. Era casi demasiado bueno para ser verdad.

-Estoy muy cansado. ¿Podemos hablar más tarde? Inuyasha dejó caer la cabeza hacia atrás. Estaba somnoliento. Sus ojos se cerraron. Su brazo se sintió pesado y lo dejó caer.

-Duerme una siesta, Inuyasha. Estaremos aquí cuando despiertes. ¿Verdad, cachorro?

"Te quiero, papá", dijo la suave voz musical.

-Así es, cachorro -respondió Sesshomaru-. Amamos a papá.

En el mundo de los sueños, la mente de Inuyasha trabajaba duro para sanar. Sesshomaru lo deseaba. Alguien lo amaba. El hanyou dormía bien.