MISERY IN THE NIGHT

Araña

Una de las pocas ventajas de ser inmortal es que tienes la oportunidad de ver muchas cosas que varias personas van a poder. Por ejemplo, alguien nacido en la época victoriana con mucho esfuerzo podrá presenciar el glamour de los años 50's, las corrientes ideológicas de los 60's y ni hablar del avance tecnológico de los 80's y 90's.

Ah sí, finalmente había mejores cosas para entretenerse que los chismes de señoras y leer el periódico. Últimamente se habían puesto de moda unos dibujos bastante graciosos llamados "historietas", las de mayor popularidad eran las que contaban historias de humanos con poderes increíbles que se llamaban "superhéroes". Él no era alguien que odiara o amara la lectura en particular, sin embargo, este nuevo género captó de inmediato la atención del joven rubio que a pesar de ya no ser ningún novato seguía siendo tan irresponsable e infantil como uno.

-- ¡Ronald Knox! -- Es el grito del gerente que resuena por el despacho con evidente tono de enojo -- Honestamente, ¿Dónde está el agente Knox?

Una secretaria señala con timidez un cubículo al final del pasillo, William rueda los ojos y camina hasta ahí solo para abrir de sopetón la puerta y encontrarse con su alumno, o bueno ex alumno, quién se encuentra sentado sobre el escritorio leyendo un libro colorido que esconde detrás suyo cuando ve a su jefe.

-- ¡Jefe! ¿¡Qué lo trae por aquí?!

-- Me trae la incompetencia de uno de mis empleados que no puede ni elaborar sus reportes de recolección a tiempo -- William extiende su mano y Ronald, no siendo la primera vez que está en una situación así suspira y le entrega su historieta -- ¿De nuevo esto? Este tipo de lecturas solo entorpecen su rendimiento.

-- Ya lo sé, ya lo sé... ¡Pero el número de este mes en verdad es interesante! Creo que finalmente Mary va a descubrir la identidad de Peter y...

-- Honestamente -- William interrumpe antes de suspirar con cansancio y devolverle la historieta a Ronald -- No puedo negarle su derecho a la recreación sana, sin embargo, esto lo hace acreedor a una sanción Knox. Trabajo extra en la biblioteca por una semana, ya que le interesa tanto la lectura podría enfocarse en libros que de verdad valen la pena.

Ronald se queja por eso pero William ya está muy lejos para oírlo. Odia la biblioteca, era demasiado aburrida, callada y fría, aunque debía admitir que era una pena relativamente amable, desde que sus dos senpais empezaron a vivir juntos los dos habían dejado de tener comportamientos tan extremos. Aún así, eso no le impedía odiar el castigo.

Durante esa semana se la pasó hasta tarde limpiando los estantes, re organizando libros, vigilando que nadie se robara algo del acervo, en fin, tuvo mucho tiempo para leer la historieta que lo había metido en ese aprieto. En una de esas estaba tan concentrado que ni siquiera se dio cuenta que en una de las torres de libros que tenía que desempolvar había una pequeñísima araña de color negro verde, misma que debido a su distracción terminó por subirse a su mano.

-- ¡...! --Un pequeño ardor seguido de una sensación de picazón a la altura de la muñeca cuando se dio cuenta que dicha araña le había picado -- ¿Y tú de dónde saliste?

La terminó lanzando por los aires con su dedo índice y pulgar, sin embargo el piquete ya estaba ahí y parecía estar tomando un ligero tono rojizo. Por un momento rió al imaginar que esa araña lo iba a volver un superhéroe como el de los cómics, eso hubiera sido lindo, siendo una celebridad podría conseguir a todas las chicas que quisiera, pero negó con la cabeza ante ese pensamiento, primero llovía dinero a qué se convirtiera en superhéroe.

Siguió con su trabajo con normalidad el resto de la tarde de vez en cuando haciendo pausas para rascar el lugar del piquete, el cuál se estaba volviendo bastante molesto e incomodo. Al cabo de un par de horas, tuvo que quemar uno de sus descansos para ir a ver porque demonios tenía tanta picazón.