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Odiaba el maldito momento en el que creyeron que era una buena idea infiltrarse en la base de la Marina para conseguir alimentos. Se habían quedado sin comida en el barco y la isla más cercana estaba a tres días. Definitivamente nadie (sobretodo Luffy) iba a soportar ese tiempo sin alimentarse.
Por lo que su única opción era la base enemiga que estaba a una hora de su ubicación. Y ahora era su pesadilla.
Se habían dividido en grupos para pasar desapercibidos.
Robin iba con Nami por un lado. Zoro, Chopper y Usopp otro grupo. Franky acompañado de Brook quedaron en el barco para cuidarlo, y finalmente Sanji y Luffy.
Ahora, el cocinero y el capitán escapaban de cinco marinos que los habían descubierto.
"ATENCIÓN A TODAS LAS UNIDADES. SE REPORTÓ EL AVISTAMIENTO DE LOS PIRATAS DE SOMBRERO DE PAJA DENTRO DE LA BASE. ES DE SUMA IMPORTANCIA QUE TODA LA TRIPULACIÓN SEA CAPTURADA."
-Maldita sea Luffy-El cocinero corría mientras arrastraba un saco de comida con una mano, y con la otra jalaba al capitán.
Ellos dos habían sido descubiertos gracias a que Luffy no pudo soportar el hambre y entró a la cocina como si no hubiera una recompensa millonaria por su cabeza. Claramente en cuanto lo vieron los cocineros comenzaron a atacarlos y no quedó más opción que correr.
Ambos escapaban intentando encontrar un lugar dónde esconderse o perder a los marines.
-¿No podemos simplemente golpearlos e irnos?-El moreno comía una manzana que sacó del bolso que cargaba con total despreocupación.
-¡No seas idiota!-Regaño el rubio-. No podemos llamar más la atención. Nami-san va a enojarse mucho con nosotros-
Una vez perdieron de vista por unos segundos a los marines entraron en una habitación donde había varías cajas y armarios. Pronto se escucharon pasos y voces llegando, sin pensarlo dos veces el cocinero entró a un armario vacío arrastrando al peli negro con él. Cerró la puerta e indicó al menor que hiciera silencio.
Sanji estaba parado viendo de frente una de las paredes, Luffy estaba detrás de él de frente a su espalda. El espacio ahí dentro era reducido, ambos estaban muy juntos, tanto que el rubio podía sentir la cálida respiración de su novio en su nuca erizarle la piel.
Mientras intentaba mantener la calma sintió las callozas y fuertes manos contrarias acariciar su cintura despacio, haciendolo suspirar. Luffy marcaba con sus manos la estrecha cintura de su pareja, rodeándolo, para luego bajar sus caricias a ese redondo trasero que tanto le gustaba.
Sanji se sorprendió ante ese atrevido movimiento. No, no podía estar ocurriendo justo en ese peligroso momento. Se decidió a regañar al monito, pero se detuvo al ser nuevamente atacado por ese mono.
