•AU:Original •Resumen:Luffy era un poco celoso, le gustaba cuidar de su tripulación y cuando alguien intentaba dañar a alguno de ellos lo enfurecía, pero nada lo hacía enojar tanto como el que alguien intentara llevarse a SU cocinero. •Palabras:1700
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El joven capitan de los sombreros de paja estaba furioso, cosa rara en él. Por lo general, en la hora del almuerzo Luffy era la persona más feliz de la Tierra, pero hoy en particular, no estaba disfrutando nada de la comida.
La tripulación se encontraba junto con los piratas Heart. Se habían encontrado por casualidad en una isla, por lo que mientras el long pose cargaba, ¿Por qué no pasar el día todos juntos?. Obviamente Law había declinado a la oferta al principio, hasta que acabo aceptando al hartarse por las insistencias del sombrero de paja.
Sanji había preparado todo un banquete que su propia tripulación y los invitados deboraban sin pena alguna, claro que, los mugiwaras ya estaban acostumbrados a las delicias del rubio, sin embargo nunca podrían cansarse de ella. Mientras los piratas corazón estaban maravillados por los deliciosos platillos que entraban en sus bocas, cada bocado más delicioso que el anterior.
El hombre de goma arrasaba con todo lo que tuviera en frente, robando sin vergüenza de los platos de sus nakamas o del resto. Después de todo, lo que Luffy más amaba en el mundo, era la exquisita comida que preparaba Sanji.
Sin embargo, se detuvo abruptamente cuando sus oídos oyeron unas palabras que acabaron por completo con su interminable apetito, pues escuchó como Torao le hacía una oferta a su rubio que probablemente provocaría pesadillas en el pobre Luffy.
-Kuroashi-ya, nunca en mi vida había probado algo tan delicioso, eres todo un genio en la cocina-Alagó el capitán tatuado con una diminuta sonrisa-. ¿No te gustaría unirte a mi tripulación para poder probar estos maravillosos platillos todos los días?-Preguntó el hombre, claramente a modo de broma, pues sabía lo leales que le eran los mugiwaras a su capitán.
Todos sus nakamas rieron ante esto, siguiendole el juego a su capitán.
-Tiene razón capitán, mataría por comer algo así todos los días-Rió Penguin mientras llevaba un trozo de carne a su boca. Mientras todos sus compañeros asentían a sus palabras.
Mientras todos alagaban las habilidades culinarias de Sanji, Luffy estaba callado con el ceño fruncido viendo todo.
-¿Se encuentra bien, Capitán?-Escuchó la suave voz de Robin a su lado, volteando a verla.
-Claro Robin, ¿Por qué preguntas?-Fingió no estar enojado mientras continuaba comiendo.
La peli negra sonrió un poco sin dejar de observar al menor, teniendo en mente una ligera idea de que podía ocurrirle.
-Por nada, solo lo veía un poco molesto-Explicó mientras continuaba comiendo el filete de monstruo marino de su plato-. Supongo que podríamos prestarles a cocinero-San un tiempo, después de todo, el mundo entero debería probar seguido tan exquisitos platos.-Habló un poco fuerte la arqueóloga llamando así la atención de todos, y que el enojo de su capitán sea aún más notable.
