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El comienzo.

Vaggie nunca había imaginado que un simple mensaje cambiaría el rumbo de su vida. Estaba en casa, una tarde común y corriente, cuando una notificación resonó en su teléfono. Al principio, no le prestó mucha atención, pero al desbloquear la pantalla, vio un mensaje de alguien llamado "Lute". La primera reacción de Vaggie fue de confusión. ¿Quién era esa persona? No recordaba haber cruzado palabras con alguien con ese nombre, al menos eso creía.

Vaggie siempre fue una chica de costumbres tranquilas, alguien a quien le gustaba la rutina y las cosas sencillas de la vida. No le interesaban las fiestas ni las grandes multitudes. Prefería pasar sus noches leyendo, jugando o viendo series, envuelta en la comodidad de su hogar. Sin embargo, nunca pensó en tener una relación o querer relacionarse con alguien amorosamente, pues las últimas relaciones que había tenido no habían sido buenas.

El primer chico fue su amor de toda su infancia, pero el la terminaba a cada rato y después le volvía a pedir que fuera su novia, al final ella se canso, además de que nunca la trato cómo su novia, solo la trataba como una amiga y nunca le pedía pasar tiempo juntos, solo tardaban un mes o unas semanas antes de terminar y a los días él le pedía que volviera.

El segundo chico no fue tan mal como ella pensaba, con él duro unos dos meses como máximo, era cariñoso, le regalaba dibujos, y con él si pasaba tiempo, pero ella no se sentía cómoda, algo le incomodaba, algo que él tenia es que le gustaba tocarla, a ella no le gustaba, pero no decia nada. Un día le llegó la noticia de que él le era infiel, ella se puso a investigar un poco y se percató de lo cariñoso que era con una de sus amigas, fue motivo suficiente para dejar las cosas.

Luego surgieron las dudas, empezó a creer que le gustaban las chicas, después de que se dió cuenta que los chicos no la emocionaban tanto, pero no lo admitía, le daba miedo la desaprobación de sus amigos y de sus padres, aunque sus amigos respetaban eso, sus padres no.

El mensaje era simple, pero directo: "Hola, Vaggie. No sé si me recuerdas, pero hace unos meses nos sentamos juntas y estuvimos hablando un poco, estamos en el mismo salón. ¿Te importa si seguimos charlando?"

Vaggie estuvo a punto de ignorarlo. No era del tipo que respondía a desconocidos o bueno, solo respondía para ser amable y luego los bloqueaba, pero algo en el tono del mensaje la intrigó. Decidió seguir su instinto y contestó con cautela: "Hola, la verdad no recuerdo, pero no me molesta charlar. ¿Quién eres?"

Lute no perdió tiempo en responder, mostrando una confianza que hizo sonreír a Vaggie al leerla: "Soy Lute, algo en tus comentarios llamó mi atención. Me pregunté qué más habría detrás de esas palabras."

Lo que empezó como una charla casual, pronto se transformó en algo más profundo. Las conversaciones entre ambas fluyeron con sorprendente facilidad. Al principio hablaban de temas generales: películas, series, gustos musicales. Pero, poco a poco, comenzaron a compartir detalles más íntimos de sus vidas. Lo que más sorprendía a Vaggie era cómo podía estar tanto tiempo hablando con alguien que, hasta hacía poco, era una completa desconocida.

Una noche, cuando ya habían pasado varias semanas intercambiando mensajes, Lute rompió la barrera de lo superficial con una pregunta que dejó a Vaggie sin palabras: "¿Qué es lo que más te asusta, Vaggie?"

Vaggie miró la pantalla, con el corazón latiendo más rápido de lo normal. Nunca le habían preguntado algo tan personal de esa manera, y menos alguien que apenas conocía. Sin embargo, había algo en Lute que la hacía sentir cómoda. Con un suspiro, decidió ser honesta: "Supongo que lo que más me asusta es no encontrar a alguien que realmente me entienda, eso creó."

Lute respondió con una sonrisa virtual que Vaggie casi podía sentir: "¿Y si te dijera que ya lo encontraste?"

Aquellas palabras fueron el primer indicio de que lo que tenían entre ellas no era sólo una amistad normal. Las noches de largas charlas continuaron, pero ahora había un subtexto en cada conversación. Vaggie, aunque tímida, comenzaba a notar cómo Lute se volvía más atrevida con cada interacción, lanzando insinuaciones sutiles que hacían que Vaggie se sonrojara frente a la pantalla y sonriera inconscientemente. Ellas solo hablaban por chat, muy pocas veces en persona, debido a sus amistades y el hecho de que sería raro que de la nada se llevarán bien, eso a Vaggie no le molestaba, estaba completamente de acuerdo, además de que tenían poco tiempo para interactuar en persona.

"Eres adorable, ¿lo sabías? Me gustaría verte, seguro tú hermosa sonrisa está reflejada en tí, eres tímida." escribió Lute una noche, justo después de que Vaggie confesara un detalle embarazoso sobre su vida. "Puedo imaginarlo perfectamente, y no sé si eso me gusta demasiado o no."

Vaggie, intentando mantener la compostura, respondió: "No soy tan tímida como crees. Sólo... no estoy acostumbrada a este tipo de atención."

"Bueno," respondió Lute rápidamente, "vas a tener que acostumbrarte, porque no pienso dejar de hablar contigo. De hecho, creo que me gusta más cada vez."

Las palabras de Lute siempre tenían un efecto en Vaggie. Sentía cómo su corazón se aceleraba y una sonrisa se formaba en su rostro sin que pudiera evitarlo. Con cada conversación, se hacían más cercanas, hasta el punto de que ya no había duda de que lo que sentían la una por la otra iba más allá de una simple amistad.

Pasaron tres meses desde el primer mensaje, y en ese tiempo, Vaggie había aprendido mucho sobre Lute. Era directa, decidida y, a veces, un poco brusca, pero esa combinación de fuerza y vulnerabilidad era lo que más le atraía. Lute, por su parte, había desarrollado una afinidad por la dulzura de Vaggie, y aunque disfrutaba lanzarle comentarios atrevidos, también adoraba la manera en que Vaggie intentaba mantenerse en control de la situación, además le gustaba que a Vaggie le costará captar las indirectas.

Una noche, después de horas de conversación, Lute decidió que era el momento de dar un paso más.

"Vaggie," escribió, "creo que me gustas y yo... ¿Te gusto?"

Vaggie sintió cómo el estómago se le encogía. Sabía que esa pregunta cambiaría todo, pero también sabía que no podía seguir evadiendo la verdad. Con las manos temblorosas, escribió su respuesta: "Tú también me gustas."

Pasaron unos días desde la confesión, ambas continuaron hablando como normalmente lo hacían, algunas veces en persona pero la mayoría del tiempo por chat, se trataban como novias sin serlo, Vaggie realmente no sé le cruzó por la cabeza llegar a ser más que amigas, hasta que llegó el día en el que Lute mando a uno de sus amigos a llamarla para que fuera a un lugar donde ella estaba esperándola.

Una vez Vaggie llegó y miro a Lute, está le ofreció caminar un poco, y así estuvieron un rato, hasta que Lute se detuvo y se paró frente de Vaggie mirándola, estaba decidida.
—Vaggie, quería preguntarte algo, ¿Estás desacuerdo con eso?— Su voz, sonaba nerviosa, pero nada del otro mundo.

—Claro, puedes decirme lo que quieras—

—Vaggs, quieres ser mi novia?— Sus palabras fueron firmes sin tartamudear, realmente sabía lo que hacía y ya sabía cuál sería la respuesta de la contraria.

La pregunta dejó a Vaggie en un estado de shock momentáneo, seguramente solo pasarían unos segundos. Nunca había imaginado que una relación podría comenzar de manera tan espontánea y natural. Pero la manera en que Lute había sido tan honesta con ella, cómo la hacía sentir especial con cada palabra... Sabía que la respuesta era clara.

—Sí,— respondió, con una sonrisa en el rostro y el corazón latiendo fuerte en el pecho. —Si quiero.—

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𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐘 𝐒𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora