♡°•Mente traicionera•°♡ [Fiddlestan-Fiddauthor]

Capítulo 3. "El Borra-Memorias"

El día apenas iba empezando cuando los dos científicos ya se encontraban en el sótano de esa cabaña perfeccionando ese portal. Fiddleford se encontraba algo aburrido ya que Stanford se puso a escribir como loco en su diario sin prestarle atención al otro así que subió a su habitación e inicio un nuevo proyecto pequeño el cual lo había terminado para la hora de la comida.

- Ford, esta mañana me la pase creando un nuevo invento que podría servirle a muchos. - El castaño lo volteo a ver ya que se encontraba mirando al plato con comida y solo lo miro esperando a que el otro continuará.

Fidds se agacho un poco y de abajo de la mesa sacó una cosa que parecía una pistola. - Lo llamó el borra memoria, ya te has de imaginar que hace este pequeño artefacto. - Empezó a explicar todas y cada una de las partes al de ojos azules, pero este no se veía nada convencido con la idea de que en cualquier momento este artefacto pudiera caer en las manos equivocadas por lo que al fin se resigno a hablar.

- Oye, Fidle, no creo que este invento sea algo bueno para el mundo, ¿sabes?, no me lo tomes a mal amigo, pero siento que es algo muy peligroso y si alguna persona con malas intenciones lo encontrará seria una pesadilla. - Explicó tratando de no sonar grosero. - Y... tal vez deberías de destruirlo, ya sabes, es algo demasiado poderoso para todos los seres vivientes.

Fiddleford no respondió nada, su cara de emoción pasó a una cara seria y lentamente bajo el arma de la mesa. - S-si, ¿verdad?, solo... que me costo mucho pensar en como hacerla y me da mucha pena destruirla, quizás más al rato lo haga. Solo dame un tiempo. - No pudo ocultar mejor lo mal que lo ponía destruir ese tan preciado objeto y al terminar de comer subió a su habitación.
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- No entiendo a Ford, como puede decir eso de un invento tan bueno... aún así, por alguna razón no me siento demasiado enojado... si fuera otra persona lo hubiera agarrado a golpes al instante... - Fiddleford intentaba que su voz no se escuchara fuera de la habitación, estaba pensando en voz alta, se quedó mirando a un punto fijo y sus palabras empezaron a esfumarse. "Si fuera otra persona..." esas palabras lo pusieron a reflexionar, ¿por qué solo con el es así?, se sentó en el borde de la cama para conectar todo de una mejor manera.

-... Incluso con mi esposa me enojo cuando arruina alguna cosa de el garaje, pero, ¿por qué con Ford no?... - McGucket estaba confundido y empezó a pensar "incoherencias" según el, ya que al reflexionar por varios minutos llegó a la conclusión de que no se podía enojar con Stanford por lo bonito que era. Okey, ahora si sentía que se había vuelto loco. Entonces, para comprobar bien sus sentimientos, iba a hacer un experimento.
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Stanford se encontraba en el sótano checando unas cosas del portal para que no fallara nada al momento de prenderlo, cuando entro Fidds al sitio. Ford no le presto mucha atención (como muchas de las veces que lo ignora) pero luego de unos minutos de que Fiddleford se quedara parado solo viéndolo se desconcentro un poco.

- Umh... ¿Fidds?, ¿qué ocupas amigo?- Dijo volteando a ver a sus espaldas, el otro traía una mano detrás de él, como si quisiera esconder algo y su mirada estaba medio perdida mirando al piso. Daba algo de miedo a decir verdad, entonces McGucket al fin miro a Ford y fue hacia el sin decir una palabra.