♡°•Mente traicionera•°♡ [Fiddlestan-Fiddauthor]

Capítulo 5. "Navidad y mucho ponche"

La navidad al fin había llegado a Gravity Falls y los dos científicos seguían trabajando en el portal, Fiddleford tenía unos regalos preparados para su compañero en forma de agradecimiento por dejarlo quedarse en la cabaña, también cuando se los diera tenia pensado decirle que si lo dejaba descansar e ir con su familia ya que le había prometido a su esposa que iría.

Estaba nervioso, no sabía si al castaño le gustaría el regalo, pero aún así mientras ambos estaban en la cocina y Ford cocinaba el otro se acercó para darle el regalo envuelto.

—Feliz navidad, Stanford. Espero que te gusten mis regalos... jeje— Fiddleford rió bajo y espero a que su compañero tomara el regalo, cuando lo hizo vio como rompía ese papel que había envuelto con mucha delicadeza y de ahí el ojos azules sacó primero unos guantes de seis dedos tejidos.

—Oh, Fidds, no debiste... ¿tu los tejiste?, para mi... jaja, ¡me encantan!, ¿sabes lo difícil que es encontrar guantes de seis dedos?— Luego saco una esfera de nieve en donde por dentro se veía la cabaña, "fortaleza oculta y secreta" para Ford, le parecía ridículo el hecho de que la su "fortaleza oculta y secreta" tuviera algo así, algo como un "recuerdito".

—¿Te gusto?— Preguntó McGucket interrumpiendo los pensamientos de Stanford a lo que este respondió.

—¡Claro que si!, pero, discúlpame... yo no tengo nada para ti, lo siento— Ford se sintió avergonzado por eso, su amigo le había dado regalos que eran tan tardados de hacer y el simplemente nada

Fiddleford lo miro con comprension —No te preocupes, entiendo que estas ocupado en tus cosas— Fiddleford no se molesto en lo absoluto, ahora mismo solo queria algo —Oye, te quería decir si podrías dejarme ir con mi esposa, le prometí que iría y-...— Ford lo interrumpió.

—¡Claro!, ve, anda, debes tomar un descanso amigo.— Fiddleford le agradeció y fue a empacar sus cosas.
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McGucket se despidió y fue a su hogar dejando al otro completamente solo. Ford llevaba varios días sin ver a su musa, por lo tanto se sentía algo preocupado, pero, no era la primera vez que se iba así que solo se dijo a sí mismo que debe estar bien.

En eso escucho como si un portal se abriese para posteriormente escuchar voces de niños peleando afuera, se sorprendió ya que por ahí no pasaba nadie y mucho menos niños, así que salió a ver que pasaba.

Al abrir la puerta no se encontró a nadie, aún que si había huellas en la nieve algo sospechosas. Era como si aparecieran de la nada y luego desaparecieran, volvió a la cabaña para escribirlo en su diario.

Se estaba haciendo noche y Stanford se sentía algo estresado así que salió a buscar algo de beber, iba caminando mientras veía caer la nieve, los copos tenían una forma rara, en medio tenían un triángulo con un ojo por alguna extraña razón. Entonces sintió como lo empezaban a arrastrar al bosque, se sintió asustado así que trato de escapar pero simplemente cayó desmayado.