Capítulo 5: Sobrevivir

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Cuatro meses después, Tang Li Nuo, había conseguido comprar una pequeña casa y un taller en el centro, no había sido sencillo encontrar un lugar adecuado, pero por fin podría abrir una pequeña tienda con productos para la salud y algunos cosméticos a base de hierbas.

Debía agradecer haber crecido en el campo con su tía Yin Jia Li cuando sus padres fallecieron en una emboscada, la mujer había sufrido bastante con la muerte de su hermana pequeña Xin Qian, quien se había unido en matrimonio con el hermano del emperador, el príncipe Tang Syaoran, fue así que la madre de Ah-Nuo abandonó el apellido Yin y fue llamada princesa consorte Tang Xin Qian. Por eso ahora se hacía llamar Yin Nuo, al menos podía dejar ese maldito apellido que la hacía parte de la realeza.

La tienda pronto sería abierta, solo le faltaban algunos detalles, ella por fin sentía que estaba dejando todo en el pasado.

Tang Li Nuo, limpiaba la entrada del lugar cuando vio a un joven ser lanzado frente a sus ojos.

- ¡Maldito mocoso! ¿Cómo te atreves a robar?

El adolescente sujetaba los panecillos con fuerza mientras recibía los golpes en su espalda, un hombre y mujer, lo tenían arrodillado mientras el chico se abrazaba a sí mismo.

Li Nuo, al ver esto dio un paso hacia ellos mientras que las demás personas que pasaban ignoraban lo que sucedía.

- ¡Alto! ¿Por qué golpean al niño?

La mujer que tiraba del adolescente se detuvo al igual que el hombre que sostenía un palo, entonces ella dijo.

- ¡Este mocoso se ha robado mis bollos, yo también necesito ganar dinero para sobrevivir!

Tang Li Nuo, miró al chico sucio y con cabello enmarañado que la miró con desconfianza y entonces con una postura firme y segura preguntó.

- ¿Cuánto es lo que ha robado?

El hombre que hasta ese momento se mantuvo en silencio abrió la boca diciéndole amenazante.

- ¿Acaso pagarás por él? ¡Si no es así no te metas en los asuntos de otros!

Tang Li Nuo, que protegía su vientre que ya comenzaba a notarse, con una expresión tranquila dijo.

- Pagaré.

La mujer entonces repitió.

- ¿Pagará?

- Sí, cuanto es.

La pareja se miró entre sí y entonces la mujer sonriendo dijo.

- Veinte monedas de cobre.

Li Nuo, no dijo nada solo sacó de un bolsillo de su traje una madeja de monedas amarradas y las entregó, mientras que los vendedores felices dijeron

La emperatriz villana vive dos vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora