Liao Wěi qí y Tang Li Nuo han tenido una larga vida repleta de enredos amorosos, fueron esposos, pero ni siquiera esa unión pudo salvarlos de ellos mismos, ambos eran amante y verdugo.
Ahora que Li Nuo ha vuelto al pasado tendrá una segunda oportuni...
Oliwis mis solecitos el segundo capi y está que arde :v
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PD: Recuerden dejar sus votitos y sus comentarios si les ha gustado :3
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El frío la hizo despertar a pesar que a su lado habían un par de braseros encendidos, Tang Li Nuo, se sintió algo aliviada al ver que estaba sola, aunque todo lo que había experimentado era algo que no lograba comprender del todo.
No estaba segura de lo que había pasado, pero algo era seguro había vuelto al pasado, aunque aún no sabía qué fecha era.
¿Acaso se le había dado la oportunidad de cambiar las cosas? ¿Podría cambiar su destino o solo era una jugarreta de los dioses?
Todo lo que había hecho en su vida había sido un error tras error. Lo que vivió en esa montaña, en su primera vida creyó que era un sueño hermoso y perfecto, pero pronto se convirtió en su calvario, en el futuro anheló volver a esos tiempos de alegría que nunca llegaron, solo una muerte penosa obtuvo.
Li Nuo, se abrazó así misma apretando sus rodillas al pensar en su vida y en el futuro que la esperaba, y con el paso de las horas poco a poco fue calmando su espíritu y reflexionando en sus posibilidades, pero no fue hasta que su acompañante volvió a la cabaña que se dio cuenta que esos dioses todo poderosos solo se burlaban de ella.
- ¿Ah-Nuo, estás despierta?
Liao Wěi qí, la había escuchado levantarse de la cama cuando él entró en la habitación, tenía una sonrisa sincera y su voz cariñosa demostraba esa calidez que en un futuro jamás volvería mostrarle.
- Si, acabo de despertar.
Este dejó las ramas en el suelo, sus manos estaban magulladas de tanto tras pie, cuando intentó buscar leña para mantenerla cálida con los braseros.
Ella que lo miró con hostilidad en un principio terminó por ablandarse al fijarse en que el hombre frente a esta estaba ciego y no representaba una amenaza, Tang Li Nuo no podía seguir comportándose como una tonta, necesitaba respuestas, por eso comenzó a tantear el terreno y lo llamó de manera cariñosa para ver como reaccionaba.
