Liao Wěi qí y Tang Li Nuo han tenido una larga vida repleta de enredos amorosos, fueron esposos, pero ni siquiera esa unión pudo salvarlos de ellos mismos, ambos eran amante y verdugo.
Ahora que Li Nuo ha vuelto al pasado tendrá una segunda oportuni...
Hola mis amores, si lo sé debo terminar mis otras novelas, pero distraerme también me hace bien y eso es esta novela, esta será cortita y la tengo en proceso de terminarla, espero que les guste :3
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El frío palacio esa noche parecía ser una tumba sepulcral, gritos y lamentos eran acallados por la lluvia, los pasos de soldados retumbaban por la ciudad imperial, La emperatriz tenía una expresión tranquila mientras sus sirvientas Yanmei y Yin Lan arreglaban su cabello y maquillaje, colocaron la corona de oro en la cabeza de su señora y pusieron una horquilla con forma de fénix para terminar de adornarla, las joyas caían hermosamente por el costado de su rostro.
La mujer que ya rondaba los treinta y ocho años se quedó orgullosa mirándose en el espejo dorado, no parecía temer al contrario de las doncellas que temblaban, minutos antes Yanmei le había rogado a la gobernante que escapara por los túneles secretos, pero esta se negó, jamás en su vida había retrocedido o escapado del peligro y esta no sería la excepción, las sirvientas a pesar de su miedo a la muerte se quedaron acompañándola.
La emperatriz, entonces al estar lista se sentó en su trono y esperó su destino con el rostro en alto mientras que las doncellas preparaban un poco de té, en ese punto eso calmaría un poco a su señora.
Él ex consorte de la emperatriz se había rebelado contra el reino del norte Wu Dai, Liao Wěi qí un príncipe del reino Shi Guo del territorio sur, que fue entregado al norte como un rehén cuando apenas cumplió diez años.
A la edad de veinte y uno años se convirtió en el amante secreto de la emperatriz Tang Li Nuo y poco después fue ascendido a consorte. Al cabo de ocho años de permanecer al lado de Tang Li Nuo, este escapó hacia el sur tomando el trono del reino de Shi Guo. Solo tardó cinco años en tomar el poder y durante un año y medio marchó con su ejército hacia el norte, ganando batalla tras batalla.
Liao Wěi qí y Tang Li Nuo habían tenido una larga vida repleta de enredos amorosos, fueron esposos, pero ni siquiera esa unión pudo salvarlos de ellos mismos, ambos eran amante y verdugo.
Los pasos de los soldados se escuchaban más y más cerca, las doncellas pegaron un pequeño grito cuando las puertas de madera fueron tiradas abajo, pero Tang Li Nuo ni siquiera hizo una expresión de sorpresa, se mantuvo con un rostro sereno.
Liao Wěi qí que estaba vestido con una armadura negra al dar un paso dentro de la habitación alzó su voz ordenando.
- ¡Detengan a las doncellas de la emperatriz y llévenlas al calabozo!
Las sirvientas fueron arrastradas por los soldados mientras lloraban y llamaban a su señora, Li Nuo, por reflejo se levantó de su asiento, pero al percatarse que no debía mostrar debilidad detuvo su paso, alzó su rostro con dignidad mientras apretaba con una de sus manos su vestido rojo.
- ¡Emperatriz, tal parece que el día para ajustar cuentas ha llegado!
Ahora él tenía la espada apuntándole al corazón, la emperatriz que mantuvo la calma en todo momento, lo miró con severidad, Li Nuo, no temía su final, aceptaba el peso de sus pecados, había sido una mujer malvada repleta de intrigas, no fue extraño que la llamaran emperatriz loca por la sangre, cientos de personas habían muerto por un simple capricho, por su sed de poder.
