~28~Atenea

5 1 0
                                    

Madrugada del lunes

Cuando me desperté seguía un poco mareada, en el fondo de mi mente seguía conectada con los elementos y no podía ni abrir los ojos del mareo.

-Tranquila, pronto te encontrarás mejor-

Me esforcé por abrir los ojos e incorporarme un poco para ver quien era.

-¿Atenea?- dije viendo a la diosa sentada en el canto de la cama donde estaba tumbada

-La misma, antes de desmayarte conseguiste vencer al monstruo y completaste la prueba con éxito-

De una mesilla que había al lado cogió una pequeña medalla y me la enseñó antes de levantarse de la cama y meterla en una maleta.

-No tenemos mucho tiempo, he conseguido darte un poco de energía para explicarte la siguiente prueba a si que escucha atentamente-

Intenté asentir pero volví a marearme

-Cuando te despiertes estarás en el reino de tu próxima prueba, he planeado un reto para demostrar tus capacidades de estrategia a si que lo que deberás hacer es simple, tienes que conseguir entrar en el St. James este viernes e impedir que dos monstruos roben el libro sagrado de la academia, simple, también quiero decirte que puedes contar con ayuda pero es importante que recuerdes que solo los escuderos pueden saber la verdad, los dioses han contado que has hablado con dos mortales no de las pruebas pero si de las misiones actuales y no tolerarán una tercera vez a menos que el dios encargado de la prueba actual en el momento lo apruebe-

Me miró intensamente a los ojos para que calara el mensaje e intenté asentir, entonces cambió la mirada seria y me dio una cálida sonrisa

Sentí como la cabeza me empezaba a dar vueltas y mi vista se desenfocaba

-Bien, ahora vuelve a descansar y mucha suerte en la misión, se que sabrás mantener la cabeza fría cuando llegue el momento...pero no te olvides del corazón- escuché esto último como un ligero eco a lo lejos antes de volver a la oscuridad

Mañana del lunes

Seguía dormida cuando de repente noté un rallo de luz apuntando a mis ojos, parpadeé y me cubrí los ojos lentamente, ya no estaba mareada en absoluto.

-Señorita, se ha despertado-

¿De donde venía la voz?

Aún adormecida miré a mi alrededor y vi que estaba en una preciosa habitación de estilo barroco y la voz venía de una doncella que se acercaba rápidamente hacia mí.

-¿Necesita ayuda?-

No sabía ni que responder -¿Donde estoy? No, no entiendo, ¿Qué hago aquí? ¿Cómo he llegado?-

-Esta madrugada ha llegado a palacio una carta que decía que venía, pero ha debido marearse durante el viaje ya que le han encontrado desmayada en el carruaje, al verla mi señor la ha traído a la habitación y me ha pedido que la atienda yo exclusivamente-

-Oh-

-Debería ir a avisarle de que ha despertado-

-Espera, no quiero presentarme en este estado-

-Pero estaba preocupado, no creo que le importe su aspecto-

-¿Que?- se me escapó

Entonces vi que iba en camisón

-No a ver me refería a que me acabo de despertar y me siento un poco desubicada, quiero dar una buena impresión, por cierto...-

No terminé la frase pero la chica lo entendió

Nuestro secreto ~3~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora