Capítulo 5: Cosechas lo que Siembras

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Alec salió del despacho de John, pero no fue a casa de su hermano, sino que se dirigió al garaje del edificio del FBI y entró en su coche. Hizo dos llamadas. Primero llamó a William y le dijo que no podía reunirse con él porque había surgido algo y que hablarían al día siguiente. Luego llamó a su padre y le dijo que tenían que hablar inmediatamente.Condujo hasta casa de sus padres. Necesitaba hablar con él y planear una estrategia de control de daños para hacer frente al nuevo lío de William.En la residencia de los Baldwin, el congresista Alexander y Alec hablaron durante un rato. Alec no omitió ningún detalle de lo que había visto y de lo que John le había contado. Le contó a su padre que William había tenido el valor de invitarle a casa de John para celebrar el 4 de julio y él había ido sin saber que era la casa y la mujer de otro hombre. Ninguno de los dos podía creer el comportamiento de William. Este era, por más, el peor error que había cometido. Por desgracia, si no se ocupaban de este problema, todos sufrirían las consecuencias de la mala conducta de William. Alec instó a su padre a que hiciera una visita a la casa de William y Amy antes de que sacaran el dinero de la caja fuerte. Si alguien se enteraba de ese dinero, sería un escándalo enorme que podría destruir a la familia.Cuando llamaron al timbre, Alec le dijo a Amy que iban a darle una sorpresa a William. Ella sonrió y los invitó a pasar. El Sr. Baldwin le dio a Amy una botella de vino y le preguntó por el embarazo. Alec le mostró una caja pero le dijo que no se preocupara que la llevaría al salón para que ella y William pudieran abrirla juntos.Amy se sintió feliz por la visita de su suegro. Era una señal de que la aceptaban en la familia. Su sueño de convertirse en miembro de una familia prestigiosa se estaba haciendo realidad.Alec le pidió que llamara a William y le dijera que había preparado una pequeña celebración y que quería que volviera a casa lo antes posible. Amy estaba encantada. Poco sabía del drama que estaba a punto de desarrollarse en su salón.Ofreció una copa a su suegro y cuñado: y luego se excusó para poder preparar la cena. Ambos le sonrieron. Amy se marchó y Alec no perdió tiempo en buscar y abrir la caja fuerte con la combinación que John le había dado antes. Cuando abrió la caja fuerte, los dos hombres miraron sorprendidos su contenido. Alec abrió la caja y sacó de ella un bolso de deporte para meter en él todo aquel dinero. Necesitaba usar también la caja. Luego colocó con cuidado la bolsa y la caja sobre la mesita. Ambos hombres se sentaron y esperaron a que llegara William.William llegó a casa una hora después de recibir la llamada. Amy, que estaba cocinando, le oyó llegar y lo saludó. Se besaron. Luego le dijo que la esperara en el salón, que pronto se reuniría con él. William se dirigió al salón donde encontró a su padre y a su hermano y vio la bolsa y la caja llenas de dinero sobre la mesita y la caja fuerte abierta. Se le fue el color de la cara. Se puso pálido. Intentó hablar, pero no pudo pronunciar palabra. Le dijo a Alec que estaba bajo la influencia de John. Alec le dijo que dejara de hablar y se sentara. Se sentó y bajó la cabeza.Amy dijo que la cena estaba lista y se dirigió al salón donde los tres hombres estaban sentados en completo silencio. Su sonrisa se desvaneció. El señor Baldwin le dijo que se sentara.Alec miró a William, no podía contener más su rabia y estalló: —¡Me has engañado, hermanito! Te he apoyado con tus medallas y tu ascenso. Me has utilizado. ¡Utilizaste a papá! ¡Usaste a tu compañero! Engañaste al FBI.William intentó hablar pero Alec le hizo un gesto para que se callara. —¡No te atrevas a decir ni una palabra! ¡Ahora me escucharás y responderás a mis preguntas! —Alec gritó.—Has avergonzado a esta familia. Hoy me has avergonzado delante de mi hija y de algunos agentes federales. Tuve una charla muy interesante con tu antiguo socio —. Miró a William y a Amy: —¿Tienen algo que decir?Amy y William se miraron. Amy temblaba. Alec continuó: —¿No? ¡Bien, porque tengo mucho que decirles! Tuvisteis las agallas de invitarme a mí y a mi familia a celebrar el Día de la Independencia en casa de tu compañero, ¡y me presentastes a su mujer como si fuera la tuya! Y no sólo eso. Dejaste embarazada a su mujer y te mudaste a su casa mientras él trabajaba encubierto.Amy se burló: —¡Esta también es mi casa!—¡Sólo el 12,5%, cariño! —Alec la corrigió y prosiguió: —Le dijiste a todo el mundo en el FBI que estabas trabajando de incógnito. Desapareciste de la oficina y de tu familia para fingir estar encubierto, te llevaste el mérito del trabajo de tu compañero y le hiciste parecer que colaboraba contigo en lugar de hacer todo el trabajo de campo solo mientras tú estabas de "vacaciones" con su mujer. Eso sólo lleva a una conclusión, ustedes dos han estado juntos todo el tiempo. ¿Me equivoco? —Hizo una pausa y les miró: —¡No se atrevan a mentirme!Permanecieron en silencio.—Como les dije, John y yo hablamos y llegamos a un acuerdo, dentro de un rato les contaré lo que decidimos, pero antes, ¡diganme cómo conseguiste ese dinero! —Inquirió Alec.William permaneció en silencio, su padre le ordenó: —¡¡¡Maldita sea, habla!!!William parecía enfadado, cerró las manos en puños pero no dijo ni una palabra.—¡Si no me lo dices abriré una investigación interna y sabré cómo has conseguido ese dinero! Pero ya sabes cómo acabará esto para ti, ¿no? —Alec obligó a William a hablar.—Está bien. ¡Hablaré! ¿Todo esto por culpa de ese imbécil? —Espetó enfadado.—Ten cuidado, William. Estás caminando sobre hielo delgado! —reprochó Alec, —Ahora empieza a hablar. Y asegúrate de convencerme o de lo contrario... Advirtió a William.Amy le cogió de la mano. William finalmente dijo: —Es el dinero de las operaciones encubiertas.—¡Perdón, dilo otra vez! —Alec lanzó una mirada asesina a William.—Ese es el dinero para los gastos cuando vas encubierto —, explicó William.—¿Me estás tomando el pelo? Antes fui agente de campo. El dinero que no utilizas, lo devuelves y tienes que justificar cada céntimo que gastas, sólo el 15% se considera perdido en gastos por debajo de la mesa. Así que dime William, ¿cómo puedes explicar todo este dinero sin justificar? —Alec se estaba impacientando.William se aclaró la garganta y dijo: —Después de que John fuera encubierto la primera vez, me di cuenta del poco dinero que gastaba y de lo mucho que le ofrecía el FBI. Con cada operación exitosa, las tareas siguientes se complicaban más, por lo que los gastos aumentaban. John odiaba el papeleo así que yo hacía todo el trabajo administrativo, él me daba grabaciones informándome de su trabajo y los recibos y detalles de las transacciones en efectivo y yo rellenaba los informes. ¡El tipo nunca leyó ni un solo informe! ¿Puedes creerlo? Vi la oportunidad y la aproveché. Desde el principio me dijo que trabajaba solo y que me necesitaba para investigar y cuidarle las espaldas. El FBI pensó que yo estaba encubierto con él en su tercera o cuarta tarea. Al principio, en la segunda tarea, le dije al jefe que John necesitaba que estuviera más cerca. En la tercera tarea, le dije al jefe, que íbamos juntos encubierto. Me quedé en casa de un amigo y John me llamaba cuando necesitaba algo. Usé mi parte para mis gastos y falsifiqué los recibos. Como he dicho la tarea se complicó y se hizo más grande y también el presupuesto, pero John seguía gastando unos pocos dólares, así que me quedé con el resto y falseé los archivos para devolver el menor dinero posible. También vi como John recibía elogios después de su segunda tarea. Empecé a redactar los informes para que pareciera que era yo quien mandaba. Escondí mis méritos. Nuestro superior nunca se quejó porque obtuvimos excelentes resultados y metimos a muchos delincuentes en la cárcel. Resolvimos muchos casos.—¿NOSOTROS? —Alec se burló de su hermano: —¡Querras decir que John lo hizo! ¡John y sólo John lo hizo! ¿TUS méritos? —Alec tomó aire, miró a su padre y afirmó: —John y yo llegamos a un acuerdo, aquí está. ¡Esto no es negociable! Comprarás el 87,5% de esta casa y el 50% del todoterreno. ¡Y no podrás quedarte con este dinero! No quiero oírte molestar a John en el trabajo. Te mantendrás alejada de él. ¡Él trabaja con mi hija así que sabré si lo molestas! ¿Entendido? — Luego miró a Amy: —Y tú, señorita. Firmarás los papeles del divorcio sin pedirle nada a él.William y Amy parecían enojados.Hizo un gesto para que William y Amy guardaran silencio, se volvió hacia su padre y le dijo: —¡Vámonos, papá! Si me quedo aquí mataré a estos dos —. El señor Baldwin asintió y se levantó. Alec tomó el bolso y la caja. Salieron de la casa. Alec llevó a su padre a casa. Estuvieron en silencio todo el trayecto.

John Depp Agente Especial. Libro I: Orgullo MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora