ECLIPSE -Duki & Emilia-

Capítulo cuatro

EMILIA

No podria explicar todos los sentimientos por los que pasé en ese simple abrazo, me tomó completamente por sorpresa.

Escuché una bocina, miré al costado y venía del auto de papá, me separé inmediatamente y empecé a caminar hacia el auto pensando en que papá seguramente había visto eso.

Apoyé mi mano en la puerta para que papá me abra.

-Pedro: ¿Tenes un nuevo amiguito? -rió-

Asentí con la cabeza mientras me sentaba, cerré la puerta y vi como Mauro se estaba yendo.

-Pedro: ¿Lo llevamos?

-Emi: No, no -le respondí rápidamente-

Papá continúo riendo, no volvimos a hablar hasta que llegamos a casa y se ofreció a ayudarme con mi mochila.

Mamá me dijo que deje mis cosas porque milagrosamente ibamos a comer todos juntos.

Puse mi celular a cargar y bajé rápidamente, los dos ya estaban sentados, hablaban entre ellos pero cuando aparecí ambos se callaron.

-Gabi: ¿Cómo te fue? -dijo sirviendo mi plato-

-Emi: Bien, bastante bien -le sonreí-

Como de costumbre, la conversación con mis papás no fue más que eso, el resto del almuerzo se dio en completo silencio.

Hasta que se escuchó el celular de papá sonar, mamá se lo alcanzó y el se levantó de la mesa yendose a su cuarto.

DUKI

-Duki: ¿Hablaste con papá?

-Sandra: Todavía no, -rodé mis ojos- no tuve tiempo, hijo

Volví la vista a mi plato y seguí comiendo.

-Sandra: Te fue mejor, ¿no? -asentí discretamente- digo, al menos te quedaste

-Duki: Supongo que sí -jugué con mis cubiertos-

No sabía si contarle de Emilia, verderamente duro que la paz entre nosotros dure mucho, o lo suficiente para contarle a mamá de ella.

-Sandra: ¿Qué me querés contar?

-Duki: No, nada

Tragué mis palabras casi más rápido que mi comida.

Miré mi celular y ya casi era hora, me levanté rápidamente para cambiarme, me puse algo comodo sin pensar tanto en verme bien.

Tomé la pelota bajo uno de mis brazos y salí nuevamente de mi habitación.

-Sandra: ¿Adónde vas?

-Duki: Voy a la plaza con lo chicos, -piqué la pelota alguna veces- vuelvo antes de la noche

Mientras esperaba el colectivo escuchaba música, debo admitir que tardó más de lo esperado, algo que me hizo llegar un poco tarde, ya que todos estaban allá cuando llegué.

Saludé a todos con un abrazo y algunas palmadas en el pecho, los extrañaba después de todo, hicimos dos grupos y empezamos a jugar.

El primer partido duró poco más de media hora y los chicos se alejaron para descansar y tomar algo.

Me quedé tirando al aro varias veces, encesté pocas, no es mi día.

-Ysy: ¿Dónde está el Lebron que conozco yo? -tomó la pelota que había rebotado cerca suyo-

-Duki: Se lo llevó el cambio de colegio

-Ysy: Va mal eso, ¿no? -no me miraba, su vista estaba en la pelota-

-Duki: No sé si mal, -él la hacía picar- solo muy aburrido

-Ysy: ¿Son muy infumables los chetos?

-Duki: Ni te digo

-Ysy: Bueno, despertate que te echo del equipo eh -me golpeó el hombro y aproveché para robarle la pelota-

Me la llevé picando rápidamente para que no vuelva a sacarmela, di dos pasos hacia el aro, el intentó taparme, no lo logró.

Tiré, dio vueltas sobre el aro, pero finalmente entró.

Escuché unos ligeros aplausos, seguro era alguno de mis amigos descasandome por haber sido la primera. Me di vuelta a mirarlos con mi peor cara.

Pero me arrepentí al verla a ella, Emi, tras ellos, sonreí inmediatamente, me acerqué a ella en un ligero trote.

-Emi: ¿Qué haces acá? -rió-

-Duki: Vine a jugar con mis amigos, -los señalé aún sabiendo que ya los había visto- siempre venimos

-Emi: ¿En serio? Nunca los vi

-Duki: ¿Vos? ¿Qué haces?

Ella miró hacia atrás, un perro algo chiquito se acercó a ella corriendo, Emi lo tomó en sus brazos.

-Duki: Es hermoso -me acerqué para acariciarlo pero me gruñó-

-Emi: ¡Pupi! -rió- perdón

Ella lo dejó en el piso nuevamente, aunque intenté acercarme con inmenso cuidado no se dejaba, así que lo acepté y no volví a intentar.

-Duki: No me quiere parece -reí algo incomodo-

-Emi: Puede pasar

-Ysy: ¡Amigo, volvé!

-Emi: Te dejo seguir, -dejó un beso en mi mejilla- nos vemos mañana

-Duki: Nos vemos mañana -le sonreí y ella comenzó a alejarse-

Volví rápido con Ysy, antes de empezar, él me empezó a hacer preguntas.

-Ysy: ¿Quién era?

-Duki: Una prima -rasqué mi nuca-

-Ysy: Si esa es tu prima, vos sos santiagueño

-Duki: Callate, tarado

Los chicos comenzaron, pero él no paraba de hablarme.

-Ysy: Dale, ¿quién es?

-Duki: Nadie, Alejo, nadie -corrí para buscar la pelota y él fue detras mío-

-Ysy: Contame, amigo..

-Duki: Nada, una de las chetitas infumables de mi colegio

Logré sacarsela a Neo y en un par de pasos estaba frente al aro, pero al tirar le erré horriblemente.

-Ysy: ¿Viste? Estás nervioso

No volví a responderle, no hasta que terminó, nos sentamos a descansar, fui el primero y él se quedó a mi lado.

-Ysy: ¿En serio no me vas a contar?

-Duki: Es una amiga de Nicki

-Ysy: ¿Y por eso tanto misterio? -no me creía-

-Duki: Sí, solo que yo no la soporto

Alejo levantó sus hombros y volvió a levantarse.

No quiero que me descansen o opinen de ella, y los conozco, si les cuento lo de Nicki, me van a llenar de preguntas, preguntas que ni siquiera sé responder y respuestas de las que recién me estoy enterando.

No hablarlo me hace mal, más con Ysy porque le cuento todo y siempre es muy bueno aconsejandome, pero esta vez, esta vez prefiero esperar.