𝗖𝗘𝗥𝗘𝗭𝗔𝗦 ★ Memo [Nade nos va a extrañar]

x. nadie esta crudo

           Tenía dolor de cabeza; era soportable, al igual que su garganta ardiendo. Se estiro en la cama y dejó su vista fija en la pared, donde habían figuras de estrella pegadas. Suspiró y quedó atenta a dichas imágenes.

Después de prácticamente varios minutos decidió levantarse; al quedar sentada notó cómo aún poseía las prendas de la noche anterior; se puso de pie y se dirigió a la cocina.

━ Mira nada más esas fachas.

Ximema frunció el entrecejo mirando a su madre mientras se serbia agua. Tenía el maquillaje de la noche anterior corrido, su melena ahora estaba enredada junto con sus prendas desordenadas.

━ ¡Ay dios mío! ¿Qué te paso?

Arturo se hizo presente, haciendo que esta se sobresaltara.

━ Llegué tarde y no me cambié, solo eso ━bostezo mientras tomaba de su vaso y se sentaba.

━ ¿Andas cruda, verdad?

━ Solo tome dos cervezas, las que me dejaron tomar ustedes.

━ Recuerdo cuando tu mamá y yo fuimos a una fiesta cuando estábamos más chavos. Al día siguiente tenía una resaca que ni podía aguantarme a mí; pero ella llegó a mi casa y me dio una pastilla, que me quitó santo dolor. Ese día le dije que le gustaba.

Con las mejillas sonrojadas habló, aparentando enojo━. Mmh... pero vasta de recuerdos; pónganse a comer.

Con los platos en la mesa, la familia desayunó. Mientras mantenían la radio encendida escuchando de la música del momento, se anunció algo que no pasó por desperdicio por Ximena.

"Concierto de Caifanes a la vuelta de la esquina"

La mirada café de la chica brilló ante tal propaganda; su emoción era evidente. Ambos adultos le miraron.

━ ¿Puedo ir? Yo... yo me compro los boletos ¿Sí?

El mayor suspiro, y rendido, aceptó la propuesta. Él solo tendría que llevarla y recogerla. Después de un rato entre las pláticas y la música, terminaron su desayuno. Pronto Arturo salió de su hogar directo al trabajo mientras que Ximena se arreglaba.

━ ¿A donde vas, hija? ━preguntó Lidia al mirarla aplicar su labial.

━ Memo me invitó a su casa.

Mintió, pero pensó que estaba bien; no quería decir que solo deseaba mirarlo unos cuantos minutos más. Lidia entrecerró los ojos.

━ Okey, ¿quieres que te lleve?

━ Mmh... No, caminaré, quiero pasar a comprar dulces.

━ Bueno, pero ten, te tomas una tú y la otra se la das a Memo.

Con duda la menor asintió y tomó el par de pastillas blancas; no entendía el porqué de la sonrisa de su progenitora. Guardó una cámara al igual que sus cosas en su mochila, tomó dinero y finalmente salió de su hogar.

El trayecto a la casa de los Palacios no fue tardado, mientras escuchaba música y hacía una parada para comprar diversos dulces. Al llegar al hogar de su amigo, tocó el timbre, esperó unos pocos minutos e hizo aparición Pascual, quien le brindó una sonrisa.

━ Muchacha, que gusto.

━ Hola, Pascual. ¿Puedo entrar? ¿Esta Memo?

━ Si, pasa, chiquilla. Le diré que estás aquí.

Pascual se hizo a un lado para dejar pasar a la menor. Cuando esta entró al hogar, Pascual fue al cuarto del castaño mientras que Ximena se encontraba parada al lado de la puerta en tanto que veía la decoración del lugar, algo incómodo sin saber qué hacer.