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CHAPTER THREE: HOW YOU GET THE GIRL
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La música resonaba con una potencia sorprendente por todo el lugar, agitando intensamente hasta el último rincón de aquel gran edificio.
El sonido atrayente de la melodía que se reproducía atraves de los altavoces, envolvía cada parte de su cuerpo, causando una sonrisa inmediata en las muchachas que recién ingresaban al lugar. La atmósfera era sin duda alguna enérgica y entusiasta, cada destello de luz, colorido y vibrante, reflejaba la emoción de los presentes.
Lilianne debía admitir que el ambiente era justo lo que ellas anhelaban luego de haber tenido una semana tan complicada, donde cada segundo de su dia habia sido utilizado para trabajo y otras preocupaciones. Sin embargo, su mente aún no era capaz de acomodarse a ese lugar, no porque no le gustará, al contrario, ella era una gran fanática de ese tipo de fiestas, pero en aquel momento sentía únicamente desinterés.
Alessandra por otro lado, se habia alejado de ella unos minutos después de haber ingresado, esta había compartido un trago con un chico a quien, evidentemente, desconocia, y luego de un rato ambos habían terminado en el centro de la fiesta, bailando como una pareja de enamorados. Por lo que ahora mismo, se encontraba totalmente desesperada por salir de ahí.
—¿Te acompaño? —escucho a sus espaldas luego de unos largos y molestos minutos de silencio, se trataba de un chico. La muchacha no se molestó en darse la vuelta, por lo que sencillamente se encogió de hombros con indiferencia.
El muchacho tomó asiento a un lado suyo, acomodándose en su lugar, para acto proximo fijar su mirada en ella. A la rubia, no obstante se le dificultó observarlo con detenimiento, debido a la poca cantidad de luces en esa zona, de modo que simplemente ignoro su presencia.
—¿Ruptura? —hablo nuevamente el desconocido, causando confusión en ella ¿Acaso habia dicho ruptura?
—Noup —solto con evidente incomodidad. El muchacho río con nerviosismo, seguramente apenado por la pregunta anterior.
—Lo siento, que idiota, intentaba romper el hielo. Comenzaré de nuevo. —dijo entre risas —¿Cuál es tu nombre? —inquirio.
Lilianne lo observo una vez más antes de responder con frialdad, realmente esperaba que se retirara y desapareciera de su campo de vista. Hombre, que se puede decir.
—Lilianne —contesto —¿Y tu eres? —El chico soltó un suspiro.
—Así que si eres tu, la increible lilianne grant —murmuro con asombro, como si se le dificultara creerlo. La mencionada frunció el ceño desconcertada, definitivamente no comprendía a los hombres.
—Si, esa misma. ¿Me recuerdas tu nombre? —insistió, el muchacho asintió dándole un trago a su bebida.
—Nicholas, Nicholas Chavez, pero si tu deseas llámarme Nick no me molestaría—aseguro con una pequeña sonrisa.
