𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗜𝗩

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CHAPTER FOUR: MASTERMIND

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CHAPTER FOUR:
MASTERMIND

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Lilianne iba a enloquecer, de eso no había duda.

Esta era la situación, si, nuevamente había una trágica y desafortunada situación en la célebre vida de Lilianne Grant, porque a él universo no le parecia suficiente con todas sus desgracias anteriores.

La noche anterior había vuelto a casa, sana y salva para su buena suerte, con una gran cantidad de alcohol en su organismo, pero con todas sus pertenencias y claro, extremidades juntas, que era lo importante.

No obstante, su padre había descubierto su poco ingeniosa mentira y no había tardado ni diez minutos, literalmente, en avisarle a su madre, quien incluso tuvo que abandonar sus emocionantes vacaciones en Malibu a causa de esto.

Alessandra por otro lado, había sido enviada a su casa apenas bajo de el auto, por lo que no tuvo tiempo ni siquiera de explicar la situación.
Afortunadamente la mayor no había tomado excesivamente, pues se había pasado la noche entera bailando y coqueteando con diversos chicos, así que fue capaz de conducir hasta su hogar por si misma.

La parte más trágica para la mas joven de los Grant, como se mencionó anteriormente, fue el terrible castigo que se le asigno luego de una larga y aburrida hora de conversación acerca de los límites y peligros de él alcohol.

Tres meses. El castigo ahora no era solamente una semana sin salidas ni fiestas, si no que ahora eran tres largos y torturosos meses, sin nada más que la salida al supermercado con su madre.
¡Ni siquiera podía recibir visitas! Era un total caos.

Miércoles por la mañana, y la muchacha aun se encontraba descansando en su calida habitación, evitando con gran esmero causarle otro problema a su familia.

—Me recuerdas porque no puedo ir a visitarte yo sólita —hablo Alessandra atraves de él altavoz de su celular.
Si, solo podía hablar con ella por llamada ¿Absurdo, no?

—Porque el castigo aplica para ti también, lessie —aseguró fastidiada. Era la quinta vez que lo preguntaba en lo que iba de el día, la próxima vez la bloquearía.

Lessie era el apodo cariñoso que le había dado a su mejor amiga en el jardín de niños, ya que se le dificultaba pronunciar correctamente su nombre.
Aún la recuerda, una mini Alessandra caminando de un lado a otro con una coleta más alta que la otra y su adorable mochila de Hello Kitty.

—Es injusto ¡yo no hice nada malo! Fuiste tu quien se emborracho con un desconocido —se quejo. Lilianne rodo los ojos con hastío.

—Tu me abandonaste, y Nick fue muy lindo conmigo —declaro. Alessandra solto un grito de él otro lado, uno que sonó más como una rata a punto de ser atacada por un gato.

PARADISE | Nicholas ChavezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora