los rumores vuelan

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*se empieza a reproducir blank space*

espero que les guste :)

...




Cuando abrí los ojos, vi que mi almohada no era la de siempre. Sino que eran las piernas de Enzo. Estaba sentado con la espalda contra la bañera, como si se hubiese dormido así. Parecía estar igual que yo: con resaca.

Me levanté y cuando vi el horrible reflejo que me devolvía el espejo, abrí los ojos de par en par.

Parecía que me había pasado un camión por encima.

Tenía los ojos un poco rojos, la boca seca y los rulos disparados para todos lados.

Enzo estaba rodeado de sábanas, toallas y mantas. Había improvisado una especie de cama en donde dormir mientras yo vomitaba los quince shots de vodka que había tomado la noche anterior. Se había quedado conmigo toda la noche, acariciándome la espalda y el pelo.

Abrí la canilla y puse la mano debajo hasta que el agua alcanzó la temperatura que quería. Mientras me frotaba la cara, escuché un quejido que provenía del suelo. Enzo se movió, se frotó los ojos y se estiró; entonces, miró a un costado y se incorporó asustado.

—Estoy acá—dije—.¿Por qué no vas a la cama un rato?

—¿Estás bien?—preguntó, frotándose los ojos una vez más.

—Sí, estoy bien. Bueno, ponele. Ahora me baño y se me pasa.

Se levantó.

—No sé qué te pasó anoche, pero no quiero que vuelvas a tomar tanto como tomaste.

—No es nada nuevo para mí, Enzo. No te preocupes.

Tomo mi barbilla entre sus manos y fijó sus ojos en los míos.

—Obvio que me preocupo.

—Bueno, te juro que no vuelvo a tomar tanto.

Sonrío.

—Mejor. No creo que te gusten algunas cosas de las que hacés cuando estás en pedo.

—Ay, dios, ¿qué hice?

—Nada, pero tenés que llamar a Paulo.

—¿A dónde está?

—Se peleó con Leandro anoche. Dijo que se iba a la residencia.

Me duché lo más rápido que pude y me puse la ropa que Enzo me había dejado arriba del inodoro.

Cuado salí del baño, Leandro y Enzo estaban sentados en el living.

—¿Qué le hiciste?—pregunté.

Cuando me miró vi como la culpa invadía sus facciones.

—Está re enojado conmigo.

—¿Qué pasó?

—Me enojé porque te seguía haciendo la segunda con lo de tomar tanto. Pensé que ibas a terminar en el hospital, qué se yo. Estábamos re en pedo y empezamos a pelearnos. Estábamos muy en pedo. Dije algunas cosas que no tendría que haber dicho. —Sacudió la cabeza, sin levantar la mirada del suelo.

—¿Cómo qué?—pregunté, ya enojado.

—Le dije algunas cosas demás y después le dije que se fuera.

—¿Dejaste que se fuera borracho? ¿Sos idiota? —dije, mientras agarra mi billetera y buscaba mi celular.

Encontré por fin el celular y busqué el número de Paulo.

desastre | julián x enzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora