Cambiando los papeles (SeiyaxHades Yaoi 18+)

VIII

Buenas noches!!! 

Ya actualizando esta tierna historia, donde pretendo purificar mi cochambrosa alma y evitar aunque sea un poco el infierno jajajajajaja es que no aguanto el calor 

Quiero agradecer a todas las personas que leen, comentan y votan por mi historia me alegra mucho que les esté gustando, me anima mucho leer sus comentarios ya que así me dan más ganas de escribir, les dedico este nuevo capítulo con todo mi corazón. 

En fin como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo. 

Capítulo 8.

Hades quería salir corriendo para buscar al Pegaso, pero sus espectros estaban en el palacio de Perséfone, si los dejaba sueltos ahí Seiya pensaría que todo había sido una trampa y de por sí ya tenía cierto problema en ese momento como para todavía sumarle más.

Así que rápidamente se movió para encararlos, sus jueces estaban sorprendidos al ver al regente ahí sin ninguna cadena, completamente bien y a salvo, sino había nada que lo detuviera entonces ¿Por qué seguía ahí?

- ¿Quién les dio permiso de desobedecer mis ordenes? – Hades se veía bastante molesto, su cosmos peleaba por salir y matarlos a todos, pero parecía que se estaba conteniendo.

- Hades – sama, pensamos que estaba en peligro al ver que no volvía y cuando mandó la nota no era clara de cuanto tiempo debíamos esperar... además el inframundo – el cosmos de Hades salió por unos segundos, pero fue tan agresivo que Radamanthys no tuvo valor de continuar.

- Largo y no vuelvan hasta que yo lo ordene – los tres jueces desaparecieron tan rápido que ni el polvo se les vio, Hades al ver que se habían ido, corrió a buscar al Pegaso debía de arreglar lo que había pasado un momento atrás.

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Estuvo buscando por varios lados y no lo encontró, pensó lo peor y tal vez el Pegaso había decidido ceder su cuerpo a Perséfone, pero no sentía el cosmos de la Diosa, así que no podía ser eso, caminó por el jardín y entonces vio a los guerreros de Perséfone custodiando un lugar con muchos sauces y se acercó, lo más probable es que estuviera ahí.

Al buscar entre las ramas vio al menor inclinado sobre el rio colocando su mano sobre el agua y cuando la retiraba nacía un brote de flor de loto que empezaba a crecer y adornaba de manera mágica ese lugar, Hades quedó embelesado por la imagen y solo despertó de la ensoñación cuando el Pegaso habló.

- Pensé que te irías con tus espectros – dijo en tono neutral, no se oía molesto, pero Hades podía notar el cambio de actitud del Pegaso.

- Soy un buen prisionero... así que decidí quedarme – Seiya volteó a verlo y sonrió como si nada.

- Mi misión solo era ayudarte a superar a Perséfone, para que no la secuestraras de nuevo... si he logrado eso en estás semanas, es tiempo entonces de dejarte ir – Hades quedó de piedra, ¿Qué estaba diciendo? ¿Lo hacía solo por la Diosa?

- ¿Cómo? – preguntó con cierto dolor en su pecho, ni cuando Perséfone le había sido infiel se había sentido tan dolido como en ese momento.

- No quería que la paz del inframundo y la tierra se rompiera por secuestrarme, así que decidí dar el primer paso para hacerlo, pero ahora que has superado lo de mantener a tu esposa cautiva lo mejor será que te vayas al inframundo... - el Dios no sabía que contestar, él de verdad había disfrutado estar con el Pegaso y ahora resultaba que solo lo había hecho para mantener la paz con Athena.

- Entiendo – dijo sin más, pero se quedó parado sin mover ni un solo músculo, Seiya se le quedó viendo, esperando a que empezara a moverse, pero no veía que el Dios quisiera moverse de donde estaba - Y si te digo que aun no la supero, ¿me dejarías quedarme contigo por más tiempo? – Seiya se quedó de piedra, ¿Acaso quería tener la oportunidad de seguir besando a la Diosa?

- Perséfone no volverá a tomar mi cuerpo... no lo permitiré, así que estar a mi lado no te permitirá verla, así que no vale la pena que te quedes más tiempo – Hades continuó en silencio.

- No me importa si no la veo nunca más... si con eso puedo continuar viéndote a ti – con ese comentario Seiya abrió los ojos como platos, ¿Qué había dicho? – mientras no tenías control de tu cuerpo le pedí el divorcio... prefiero estar contigo que con ella – el Pegaso quedó de piedra, ¿hablaba en serio?

- Pero... tú la besaste

- Ella me besó a mi... pero mientras lo hacía estaba pensando en ti – el Pegaso se sonrojó – quiero estar contigo... Seiya de Pegaso tú me gustas – se acercó al más joven se inclinó frente a él tomó la mano con la cual estaba cosechando los brotes de loto en el rio y besó el dorso – permitirme estar a tu lado a partir de ahora – Seiya quedó de piedra y sintió que su corazón palpitaba como loco dentro de su pecho, pero antes de que pudiera responder sintió un dolor enorme en su espalda, se agacho para abrazarse a si mismo y entonces el alma de la Diosa empezó a emerger del cuerpo del Pegaso y empezó a tomar forma fuera de él, cuando terminó el pobre castaño estaba inconsciente en los brazos de Hades el cual veía a la mujer con odio.

- Ahora que no eres una amenaza para mi libertad no tengo porque seguir viviendo en el cuerpo de ese desagradable mortal – Hades veía el cuerpo de Seiya lastimado y entonces se enojó, elevó su cosmos y los guerreros de la Diosa se colocaron en medio para evitar que la lastimaran, pero poco importó ya que con su cosmos los dejó muy mal heridos y Perséfone apenas pudo defenderse del ataque quedando con una herida bastante fea en la cara – MALDITO DESGRACIADO, ESTÁ HERIDA NO SE VA A QUITAR TAN FÁCIL – le reclamaba al ver su rostro ensangrentado.

- Tienes suerte de que no puedo matarte, porque sino ese golpe te hubiera arrancado la cabeza – tomó al joven castaño, abrió un pasadizo al inframundo y empezó a llevarlo.

- ASÍ COMO ME LLEVASTE A MI Y TE ODIE, ÉL TAMBIÉN TE ODIARÁ – el grito de la Diosa resonó en Hades, pero no le importó, lo único que quería era asegurarse de que Seiya estuviera sano y salvo y el único médico que conocía que podría curarlo estaba en el inframundo alejado de su padre porque no se toleraban.

Continuara...