Prólogo.

1.2K 108 2
                                    

La elegante boda de mi amiga fue una celebración digna de recordar. La decoración y los detalles del lugar eran perfectos, al igual que los manjares que nos estuvieron rodeando toda la noche. 

El dolor de mis pies me recordaba la buena noche que había pasado junto a mis amigas y resto de Anmakanes jóvenes que habíamos participado en la última guerra no ganada. Todo fue perfecto hasta que uno de mis compañeros, no muy conocido para mi, se acercó a mi provocándome una repulsión excesiva. Me sentí culpable en ese momento, el amarillo de sus ojos atravesaron mi mente de forma fugaz, recordándome que seguía conmigo. Por lo menos de forma astral o eso creía. 

-Sam...- susurré sin aire. Me quedé contemplándolo. Observé que estaba perfecto, sin armadura y ¿feliz?

-¿Me dejas pasar?-preguntó con su sonrisa de medio lado.

Su cabello humedo era más oscuro que de costumbre.

Acto seguido me aparté y el entró con paso lento a la casa, contemplando el interior.

-Veo que vives bien.- dijo como si nada.

-Sam...¿Cómo? Te ví hundirte en el mar...- yo estaba aún en shock total.

-Shh, calla...- me dijo con suavidad mientras se acercaba a mi.

-Pero, pero...- las lágrimas salían de mis ojos sin control.-Te he echado demasiado de menos.- le susurré tirandome a sus brazos.

El me rodeó con los suyos y me atrajo con delicadeza y cierta desesperación.

-Yo también, cariño, yo también. -me susurró al oído. Noté como sus labios acariciaban el lóbulo de este.

-Te necesitaba tanto a mí lado...pero ya has vuelto...¿Cómo estás? ¿Cómo sobrevivistes?-pregunté separándome y tocándole las zonas que supuestamentes estaban heridas.

-Reneé...yo...yo no sobreviví. -me confesó en apenas un susurro.

El mundo se me volvió a caer encima.

-¿Qué estas diciendo, Sam?-sonreí sarcástica intentando no aceptar nada.- Estas aquí, conmigo...y esta vez no voy a dejar que te pase nada. ¿Vale?.-

Me volví abrazar a él con fuerza, con cierto temblor.

Una risa agradable salió de él.

-No tengo mucho tiempo...- dijo después de pasar cinco minutos abrazados.

Me separé con lentitud y lo miré asustada a los ojos.

Sus ojos amarillos se habían cambiado su color natural, a unos azules claros con los bordillos color miel.

-¿De qué estás hablando?-

-Yo realmente no estoy aquí. - dijo señalando la estancia. - Estoy aquí y...aquí.- me asusté aún más cuando señaló mi cabeza y después mi corazón.

-Esto...¿Esto es un sueño?- Pregunté sin entender nada. Sí era un sueño...¿Cómo podía sentirlo o tocarlo?.

Sam clavó la mirada al suelo.

-Sí. -susurró dolido.

Mi corazón se encogió.

-Pues atrapame en este sueño...haz que no despierte más. Sam, la vida sin tí no tiene sentido...¡NO TIENE SENTIDO!- caí de rodillas al suelo y mis manos se apretaban contra mi pecho intentado controlar a un corazón desbordado.

-No te pongas así, enana.- me dijo Sam con suavidad arrodillándose en frente de mí.

Dejé a un lado mi desesperación y me concentré en Sam.

-Lo siento...¿Tú como estás?- pregunté secandome algunas lágrimas.

-Algo triste por haberme alejado de tí, pero estoy bien...he conocido a mucha...demasiada gente. A Kairo no lo he visto desde ese día... No siento frío ni calor, ni miedo ni angustia...solo siento paz. Osea que no quiero que te preocupes más por mí, ¿De acuerdo?-

-Pero es que tengo un peso en mi espalda que me va hundiendo más y más con solo pensar que yo debía de estar donde estas tú.- dije. Lo miré a los ojos ahora azules.

-También he conocido a ese tal Ust.- dijo serio.

Abrí los ojos como platos. Pensaba que Ust era parte de mí, que lo había creado yo...pero ahora veo que en realidad no pertenece de mi imaginación...

-Describemelo .- le ordené suave. Quería asegurarme de que era el mismo Ust.

-Alto, buen cuerpo, moreno de cabello, tez blanca, ojos azules...el avisador, tú avisador.-

-Dios mio...-

-A él también lo he conocido.-

-¿Qué? -

-Nada importante...bueno si estoy aquí es porqué debo decirte algo muy, pero que muy importante. A Ust no lo encontramos de hace tiempo y es algo preocupante, también quería decirte que...-

De golpe la casa empezó a temblar como si de un terremoto se tratara y poco a poco se fue abriendo en dos debajo de mí.

-¡Mierda te estas despertando!-gritó Sam mientras me abrazaba con fuerza.

-¡Sam no me dejes! ¿Volveré a verte?- alcé la voz.

-Eso es lo que te quería decir...- la madera se abrió debajo de mí y caí. Pero Sam me agarró con firmeza haciendo que colgará de su brazo.-No pasa nada..¿vale?. Quería decirte que yo nunca volveré...-mi mano resbaló de su agarre y comencé a caer.- ¡Si no que tu vendrás a mí!- gritó Sam antes de que la oscuridad de las profundidades me cegara.

##

Desperté cubierta del típico sudor frío. El corazón me iba a mil.

-No, no, no, no, no...-repetía intentado dormirme de nuevo.-Sam, no, Sam...Sam espera.- la impotencia me podía.

Sus palabras resonaron en mi cabeza.

"Yo nunca volveré, sino que tú vendrás a mí"

¿de qué me quería avisar?

Tenía dos opciones:
O él estaba vivo y yo lo encontraría.

O yo me moría.

Sí, definitivamente la última era la que más me convencía.

Yo moriré de algún modo y me reuniré con él en"el más allá".

La lluvia de la noche golpeaba con fuerza mi ventana y los relámpagos iluminaban la habitación con sus destellos.

Mis pensamientos también estaban ocupados por la extraña desaparición de Ust.

Al principio era imaginario pero, por lo que Sam me ha dicho, se que no era imaginario.

¿Dónde coño te has metido Ust?

Dejé de pensar y intenté dormir.

Sam estaba bien y si él lo estaba yo también. Ahora la preocupación caía en mi avisador. En Ust.

N/A

Hoooolaaaaaa, comencé el segundo libro...Yuju!

Hace tiempo que quería empezarlo y ya llegó el momento. Bueno sé que este prólogo es algo corto...pero los capítulos seran mucho más largos que los del libro anterior. También que intentaré subir capítulos (dos o tres semanales).

Gracias por leerme y si os gusta, por favor, votad.

Besos.
**En multimedia Sam feliz XD**

Alma de dragón: Oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora