14 de febrero 2023
"El control es una ilusión que solo aquellos lo suficientemente fuertes saben sostener en sus manos. Lo que parece escapar se convierte en una sombra atrapada en el filo de la voluntad, y yo, más que nadie, sé cómo moldear esa sombra a mi antojo.
El caos que otros temen no es más que mi instrumento; la incertidumbre es una herramienta que uso para mantener el poder. Cada paso que doy, cada susurro que dejo en el aire, es una afirmación de lo inevitable.
Nada en este mundo escapa de mi dominio. Ni siquiera tú. Hyunjin, puedes temblar, puedes suplicar en la oscuridad de tu encierro, pero estás demasiado tarde. Ya has sido consumido por el hambre que te reclama como mío.
Es lo único que importa ahora. Y mientras tú te debilitas, yo me fortalezco. Cada rincón de tu vida pasada es solo otro hilo que estoy dispuesto a cortar, otro pedazo de tu existencia que está destinado a desaparecer bajo mi sombra.
Al final, solo quedará lo que yo decida que quede. Nada más. No hay escapatoria para ti, no hay refugio en tus recuerdos. El pasado no tiene lugar aquí.
Yo soy todo lo que te queda."
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Apenas me había asegurado de que Jeongin y Seungmin se escabulleran entre los árboles de regreso al orfanato, cuando el cuerpo inerte del perro seguía frente a mí. Corría el tiempo con el eco de mis pasos apresurados, pero mis pensamientos avanzaban a toda prisa por encima de todo.
Tenía que moverme rápido.
No podía dejar ese collar. Si lo encontraban junto a la mascota, sería fácil identificarlo. Mi mirada se clavó en la pequeña placa que colgaba del cuello del animal. Sangre fresca manchaba su nombre.
Algo retorcido y oscuro se enroscó en mi estómago, un malestar familiar, pero que no era más que un reflejo de la realidad: yo lo había hecho.
No Seungmin. Yo.
Estaba dispuesto a dejar caer la responsabilidad sobre mí, en la maldita necesidad de proteger a mis hermanos menores de lo que podría suceder después, una vez que regresáramos a aquel infierno que se atrevía a autodenominarse como "hogar" para nosotros.
Ese lugar que mostraba una unión y felicidad tan falsas que me provocaba vomitar. Una fachada de cartón que satisfacía a la gente ciega y sorda de la verdad asquerosa que se escondía tras sus puertas. Una fachada que cuando pretendía seguridad, no hacía otra cosa más que ahogar las risas, sueños y esperanzas de los niños en su interior.
Me agaché, sosteniendo el collar con los dedos, mis manos temblando apenas perceptiblemente. Lo desabroché y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón. Esto no lo podían ver. Nadie podía saber que este perro tenía un dueño, y mucho menos quién era. Si reconocían al animal, nos delatarían sin siquiera habernos visto.
Los pasos se acercaban cada vez más, así que lo único que pude hacer fue arrojar el cuerpo del perro en un matorral cercano. No lo encontrarían a simple vista. No sabrían qué fue lo que le pasó hasta que ya fuera demasiado tarde.
O eso es lo que creía.
Me giré hacia el camino de regreso al orfanato, las hojas secas crujían bajo mis pies mientras mantenía la mirada al frente. Pero en mi mente, el peso de lo que habíamos hecho era como un cuchillo frío atravesándome la piel. No porque me arrepintiera. No porque me sintiera culpable. Sino porque si había algo por lo que temiera, sería por la seguridad de Seungmin y Jeongin.
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𝐂𝐫𝐢𝐦𝐬𝐨𝐧 𝐃𝐞𝐯𝐨𝐭𝐢𝐨𝐧 | Hyunho
FanficCuando Hyunjin despierta en una habitación desconocida, atado y confuso, solo hay una certeza: Minho, el hombre que creía conocer, está detrás de todo. Pero el amor de Minho va más allá de la razón, más allá de la humanidad misma. Con una obsesión e...