Marie Jeanne Storm siempre fue una chica bastante protegida, ¿y cómo no?, si es la única hija de una bruja del aquelarre Géminis
Jamás creyó quedar embarazada a tan corta edad
Pero de alguna manera sintió que todo salió de su cerebro aquella noche
H...
*ૢ✧."Hold on to me 'cause I'm a little unsteady"˚ ⚘ ˏ'
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Marie Jeanne y Scott hablaban en la salida del bosque esperando a dos chicos. De lejos, ven a Stiles y Liam. Stiles se detiene en cuanto los ve llegar.
Scott, con el ceño fruncido, pregunta
-¿Encontraron algo?
Stiles niega con la cabeza.
-No... nada. -Su respuesta es rápida, casi evasiva.
-Yo... me caí en un agujero. Nada interesante. -Se encoge de hombros mientras Marie Jeanne se acerca a Liam, como lo haría una madre preocupada por su hijo. Lo revisa con cuidado, asegurándose de que esté bien, sus dedos rozando suavemente su hombro.
-¿Estás bien? -pregunta ella con un tono suave pero firme. Liam asiente, aunque no esconde del todo su comodidad bajo la mirada protectora de la bruja.
Stiles, impaciente, va hacia el auto y trata de encenderlo, pero no pasa nada. Frustrado, se da la vuelta hacia Liam.
-Sube al auto. Intenta encenderlo cuando te diga.
Liam se apresura a obedecer, subiendo al vehículo mientras Stiles ajusta algo bajo el capó. Cuando Liam trata de arrancarlo, el auto sigue muerto.
Scott, que había estado observando en silencio, decide hablar.
-¿Quieres decirme qué hacías aquí? -pregunta, su tono firme pero calmado.
-Sí, lo seguí al bosque... a Theo. ¿Eso es lo que querías escuchar? ¿Que soy un acosador, que estoy loco? -Sus palabras salen con un filo amargo, el enojo asomando.
Scott lo mira con una mezcla de preocupación y paciencia.
-¿No vas a darle el beneficio de la duda?
Stiles se ríe, sin humor.
-Sí, claro, he dado ese beneficio muchas veces, Scott. -La tensión en sus palabras se podía cortar con un cuchillo.
Un silencio incómodo se instala entre ellos antes de que Scott hable nuevamente, casi con un toque de tristeza en su voz:
-¿Como a Derek? ¿A Kira? ¿A Malia? ¿A Marie Jeanne? -Al mencionar el nombre de Marie Jeanne, ella lo mira fijamente, sus ojos brillando con intensidad, pero sin decir una palabra.
Stiles respira hondo, sabiendo que Scott tenía un punto.
-¿Y qué? Tuve razón con Peter, ¿o no? -replica Stiles, girando hacia Liam-. Inténtalo otra vez.
Liam lo intenta, pero el motor sigue sin encender.
Stiles, con la frustración subiendo, suelta:
-Tú piensas que una parte de el todavía puede ser salvada, ¿no?
Scott asiente, su voz tranquila:
-Puede ser.
Eso es suficiente para que Stiles pierda el control un poco más.
-¿Por qué desconfías tanto?
-Porque confías en todos. -Golpea el capó del auto con fuerza, y el dolor lo atraviesa de inmediato, aunque intenta disimularlo.
Marie Jeanne se acerca rápidamente, su preocupación palpable.
-¿Estás bien? -le pregunta con suavidad, aunque es evidente que sabe que no lo está.
Stiles asiente, aunque con un gesto de dolor.
-Sí, estoy bien. -Pero Marie Jeanne no le cree.
-Pudiste haberte roto la mano, Stiles. -Toma su mano entre las suyas con delicadeza, susurrando palabras en un idioma antiguo mientras su magia fluye a través de sus dedos, curando la herida. En cuestión de segundos, la mano de Stiles está como nueva.
Stiles la mira, agradecido pero aún enfadado.
-Gracias...
Y entonces, como si su magia también hubiera hecho efecto en el auto, el motor finalmente arranca, rompiendo el tenso silencio que había caído sobre ellos.
Marie Jeanne se despertó en mitad de la madrugada, moviéndose ligeramente en la cama mientras sentía la presencia de Stiles cerca. Sin embargo, no lo encontró acostado a su lado. Sus ojos se abrieron perezosamente, y lo vio de pie frente al gran tablero que tenían en la misma habitación. Las fotos, notas y líneas rojas que conectaban sospechosos y eventos llenaban el espacio. Aun en la oscuridad de la habitación, Stiles estaba concentrado, anotando algo nuevo.
Con una mezcla de preocupación y ternura, Marie Jeanne se incorporó ligeramente, sentándose en la cama.
-¿Aún dudas de Theo? -le preguntó en voz baja, el sueño todavía presente en su tono.
Stiles, sin apartar la vista del tablero, respondió casi de inmediato.
-Sí... sé que está metido en algo, pero no puedo poner el dedo sobre qué es exactamente. -Su voz sonaba frustrada, pero decidida.
Marie Jeanne suspiró suavemente y se levantó de la cama, caminando hacia él con pasos lentos. Colocó una mano suave en su espalda, dándole apoyo.
-Tienes que descansar, Stiles. Si sigues agotándote así, no vas a poder ver con claridad mañana. -Le habló con suavidad, pero con una firmeza cariñosa que mostraba cuánto le importaba.
Stiles bajó ligeramente la cabeza, dejando escapar un suspiro.
-Lo sé, pero... -Hizo una pausa-. No puedo dejarlo. Hay algo que no estamos viendo.
Marie Jeanne sonrió con dulzura, acercándose más para plantar un beso delicado en su mejilla.
-Yo creo en ti, Stiles. Estoy aquí para apoyarte en todo esto. Pero también necesitas dormir. -Sus palabras calaron en él, quien, a pesar de estar sumido en su investigación, no pudo evitar sonreír, aunque fuera solo un poco.
-Gracias... -murmuró, sin apartar la vista del tablero. Esa sonrisa ligera en su rostro revelaba cuánto apreciaba sus palabras.
Marie Jeanne lo miró con paciencia.
-¿Vas a venir a la cama? -le preguntó, esperando que la promesa del descanso lo convenciera de dejar el tablero por un rato.
Stiles asintió, aunque sin despegarse aún del tablero.
-Sí, en un minuto... solo... déjame terminar esto.
Marie Jeanne lo observó por un momento, y luego asintió, regresando a la cama.
-No te tardes demasiado. -Le lanzó una mirada de complicidad antes de acomodarse de nuevo entre las sábanas.
Ella se acomodó entre las mantas, cerrando los ojos y dejándose llevar por el cansancio acumulado. Poco a poco, el sueño comenzó a vencerla. Sin embargo, justo antes de quedarse profundamente dormida, sintió un movimiento suave a su lado. Stiles se deslizó en la cama y la rodeó con sus brazos, abrazándola con delicadeza.
Una sonrisa apenas perceptible se formó en los labios de Marie Jeanne mientras se dejaba envolver por su calor. Sintió cómo su cuerpo se relajaba completamente al estar en sus brazos, y finalmente se sumió en un sueño profundo, tranquila sabiendo que, aunque Stiles tuviera sus preocupaciones, estaba a su lado.
