༻ Toxic ༺
— ¿Cómo te fue en la escuela?— preguntó el peli negro, apenas vio a su hijo entrar a casa.— ¿Tienes hambre?— la cena ya casi estaba lista, así que le propondría comer juntos.
— Hola, papá.— le saludo con algo de alegría.— Fue un día terrible, los profesores se han vuelto más exigentes.— eso le aburría demasiado.— Dame un momento, iré al baño y volveré.— moría de hambre.
— Esta bien, toma tu tiempo.— dijo, esperando unos minutos para que su peli rosa regresará a la mesa.
Una vez juntos, padre e hijo retomaron la conversación sobre la escuela.
A pocas semanas de terminar su curso de preparatoria, el joven debía esforzarse aun más para conseguir un lugar en la universidad.Aunque era alguien muy listo, no deseaba confiarse por nada del mundo.
— Por cierto.— el mayor cambio de tema, recordando el mensaje que tenía para Itadori.— El señor Gojō preguntó por ti esta mañana.— soltó, antes de dar un bocado a su comida.
Sin saber que aquel comentario lograría dislocar a su hijo.
— ¿Qué has dicho?— detuvo sus acciones, sintiendo como un escalofrío le recorrió cada centímetro del cuerpo.
— Mencionó que le gustaría darte una última lección, antes de que comiencen tus exámenes.— la reacción del peli rosa le sorprendió un poco, ya que esperaba verlo más alegre.— ¿Por qué no vas mañana a verlo?— siendo un fin de semana, no veía inconvenientes.
— ¡No!— gritó, poniéndose de pie y golpeando la mesa.
— ¿Qué sucede?— aquel acto asustó un poco a Suguru.— ¿Por qué actúas de esa forma?— no tenía sentido.
— Quiero decir.— entonces entró en razón.— No puedo, mañana no.— buscó una buena excusa.— Tengo una cita con Yūta y no puedo cancelar con él, sólo porque el señor Gojō quiere verme a último minuto.— tomó asiento nuevamente, intentando calmar la situación.
— Esta bien, lo entiendo.— no le apartaba la mirada de encima.— Aunque pudiste haberlo dicho con más calma.— esa actitud no le agradaba.
— Lo siento.— desvío la mirada.— Pero no se me hizo justo que busque arruinar mis planes.— mintió.
Yūji no deseaba verle la cara por nada del mundo.
— El señor Gojō sólo está preocupado por ti y deseaba ayudarte un poco más, al menos deberías enviarle un mensaje de texto para quedar otro día.— propuso una solución, pero rápidamente fue descartada.
— No, eso no pasará.— intentó comer de nuevo, aun no terminaba su cena.
— ¿A qué te refieres?— eso ya le parecía extraño.
— Puedes decirle al señor Gojō que no podemos vernos para una última lección mañana, mucho menos después... eso ya se acabó.— fue firme.
No caería en esa trampa nuevamente.
Satoru le había dejado las cosas en claro, aquel día que tuvieron el incidente en el baño del centro comercial.
— Pero, Yūji...— iba a hablar, pero no consiguió nada.
— Lo siento, ya no tengo hambre.— dijo, antes de ponerse en pie y huir del comedor.
Pensar en el hombre albino le revolvió el estómago y ahora sólo deseaba ir a la cama para descansar.
Dejando atrás a su padre, quien, muy sorprendido por lo que acaba de ocurrir, comenzaba a sospechar que algo malo había sucedido entre ellos.Pero no sabía por donde interrogar, ya que se trataba de una persona importante y el peli rosa parecía ponerse a la defensiva.
En silencio y completamente solo, el peli negro término su cena, pensando en una alternativa para encontrar la verdad.
— Me sorprendió tanto tu llamada, creí que estarías ocupado todo el día.— apenas vio a su novio, Yūta lo abrazó con mucha emoción.
Aquella mañana de sábado, el chico azabache fue despertado por la repentina llamada de Itadori, quien le pedía reunirse para tener una cita sorpresa.
— Si, bueno... decidí cancelar mis planes para verte, hace mucho tiempo que no salimos.— mintió.
Ya que no deseaba tener la misma charla con su padre, Yūji decidió renunciar a su día de descanso para huir de casa y no verlo.
Agradeciendo que Okkotsu no tuviera pendientes.
— Me alegra oir eso.— habló, antes de unir sus labios en un cálido beso.
Contacto que Yūji profundizó de inmediato, sujetando suavemente el rostro del peli negro.
Aunque todo había sido muy repentino, se aseguraría de aprovechar al máximo las horas que le quedaban.— Vayamos al cine, compraré rocetas de maíz para ambos.— al separarse dio una idea bastante buena, tomando la mano del contrario para guiarle al interior de la plaza.
— Excelente.— se veían muy alegres.
Sin pensar en nada más, disfrutaron de la compañia mutua.
A pesar de todo lo que había sucedido en el pasado, Itadori decidió cambiar.No podía negarlo, amaba a Yūta y estaba convencido de querer quedarse a su lado.
Se olvidaría de Gojō por completo y comenzaría una nueva etapa de su vida.
— Señor Gojō... ¿Se le ofrece algo?
Habló, apenas respondió el teléfono de su hogar.
Mientras se encontraba haciendo las tareas del hogar, Suguru recibió una repentina llamada de su jefe.
Algo fuera de lo común, ya que era su día libre y el albino no tenía la costumbre de molestar a sus empleados.~ Sólo quería saber si están en casa, me encuentro por la zona y me preguntaba si les gustaría ir a comer.
Fue directo, a Satoru únicamente le interesaba saber por el peli rosa, pero sería discreto.
— Lo lamento tanto, señor, pero en este momento mi hijo no se encuentra en casa y yo estoy muy ocupado.
Mintió un poco.
Incluso si creía que se trataba de un gesto noble por parte de Gojō, Suguru no podía aceptarlo tan fácilmente, seguía siendo su empleador.
~ ¿Yūji salió?
Cuestionó.
— Tenía planes con su pareja, así que se fue desde muy temprano y tal vez no vuelva hasta mañana.— habló sin pensarlo mucho.
Ya que conocía muy bien las rutinas de su hijo.
~ Entiendo, tal vez sea en otra ocasión.
Dijo, antes de colgar la llamada sin despedirse.
Causando algo de confusión en el peli negro.
No estaba acostumbrado a ver ese tipo de comportamientos en el mayor.
Pero decidió ignorarlo y volver a sus actividades.
— Maldita sea.— arrojó su teléfono al asiento del copiloto.
Escuchar aquello no le agrado para nada... y estando fuera de la casa ajena, lo único en lo que pudo pensar fue en ir a buscarlo personalmente.
~ Rody. ☬
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Toxic [GoYuu] [Omegaverse]
FanfictionTodo el mundo cree que Satoru es su tutor, sin embargo, la realidad es otra con respecto a su relación. Incluso si es el jefe de su padre, Yūji no puede evitar enredarse con él, cumpliendo sus más profundas fantasías y satisfaciendose físicamente...