❤️‍🩹Curar heridas❤️‍🩹

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Keisuke arrugó el entrecejo debido al ardor en sus nudillos.

–Ten más cuidado Chifuyu –reclamó mientras veía al rubio quien se mantenía sereno.

No le había dirigido la palabra cuando lo vio en aquel estado nuevamente.

–Lo siento, ¿esta bien? –se disculpa Baji pues no había obtenido respuesta del rubio, ni siquiera una breve mirada.

–Pero es que esos bastardos se lo merecían, te lo juró –continuó –solo defendí a una gatita indefensa que ellos molestaban, tal vez si me excedi un poco, pero todo fue por una buena razón.

Chifuyu continuaba sin mirarlo en cambio se dedicaba a limpiar los restos de sangre en los nudillos del pelinegro.

–¿Cuantas veces tengo que decir que lo siento? –preguntó Baji.

Al más alto ahogó un grito cuando sintió el algodón con alcohol con el que Chifuyu limpiaba sus heridas en su mejilla. ¿En qué momento habían alcanzado a herirlo en el rostro?

–¿Cuantas veces tengo que decirte yo que así no se solucionan las cosas? –cuestionó Chifuyu en respuesta, hablando por primera vez desde que se habían encontrado –se más que nadie que se lo merecían, pero pudiste detenerlos sin tener que desfigurarles el rostro.

–No les desfigure nada y si lo hubiera hecho les haría un favor –respondió Keisuke en un tono inusualmente bajo.

Sabía que cuando su novio se enojaba era mejor no contradecirlo y Keisuke de verdad se esforzaba por no hacerlo pero esta vez Chifuyu no tenía razón, no había ninguna otra forma de salvar a la gatita, podía jurarlo.

El rubio frunció el ceño y Baji se arrepentía de haber hablado hace cinco segundos.

–Baji Keisuke, la violencia no se soluciona con más violencia –le reprendió.

Keisuke entrecerro los ojos, justo en ese momento con Chifuyu regañandolo había recordado algo que había ocurrido hace no más de un mes.

–Tu salvaste a Peke-j de la misma forma cuando hace un mes se defendía de un tipo que lo golpeaba –Baji vio al rubio fruncir mucho más el ceño.

El y su gran bocota.

Tal vez debió solo guardar silencio, asentir con culpabilidad y dejar que Chifuyu lo mimara el resto de la tarde con besos y abrazos, pero Keisuke nunca pensaba las cosas o para ser sinceros jamás pensaba.

–¡Bien! ¡Tú ganas! –gritó con dramatismo –te perdonó solo si prometes no meterte en ninguna otra pelea.

Había salido mejor de lo que imaginó.

–Lo prometo, de verdad, prometo no hacerlo si no se trata de algún animal –dijo con seguridad.

Chifuyu rodó los ojos resignado.

–Bien, pero no vuelvas a mencionar el pequeño inconveniente que tuve al rescatar a Peke-j –murmuró.

–¿Ah si? –preguntó con una enorme sonrisa, dejando a la vista aquel perfecto par de enormes colmillos tan característicos de Keisuke –¿Qué ganó yo por mi silencio?

–Dime que es lo que quieres y lo pensaré.

El rubio se sonrojó cuando notó que Baji se acercaba con dudosas intenciones.

Pero para sorpresa de Chifuyu el pelinegro sólo le dio un beso en la mejilla y le susurró al odio.

–Adoptemos otro gato.

Y Chifuyu no pudo hacer más que rodar los ojos mientras Keisuke se le abalazaba encima, ambos cayeron  en la cama del pelinegro, uno encima del otro.

El rubio ni siquiera reaccionó, cuando de un momento a otro Keisuke estaba sobre el, atacandolo con su debilidad.

Las cosquillas.

–¡Baji! –Chifuyu gritó entre carcajadas tratando de parar a Keisuke –¡Por favor para! ¡Adoptemos otro gato pero para!

Se había salido con la suya.

–¡Te amo Chifuyu! –exclamó Baji, deteniendo su ataque de cosquillas para sustituirlo con muchos besos que repartió por todo el rostro del rubio –Seremos los mejores padres, Peke-j estará feliz.

A chifuyu no le quedó más remedio que aceptarlo, mentiría si dijera que no disfrutaba de los mimos y atenciones de su pareja. Amaba cada una de sus facetas.

–También te amo Keisuke –suspiró resignado, recibiendo aún los besos que parecían no querer detenerse.

Tal vez debería dejar que Baji golpeará a personas que se lo merecen más seguido para limpiar sus heridas refunfuñando, si eso le aseguraba recibir siempre la misma cantidad de besos que estaba recibiendo en esos momentos.

Amaba con su vida a Baji Keisuke.























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