🌼Flores🌼

27 8 0
                                    

En un instituto exclusivo de chicos Chifuyu Matsuno recibió diez rosas por San Valentín.


Chifuyu se sonrojó al ver su pupitre, ahora entendía porque Takemichi había insistido tanto en que lo acompañara a los sanitarios.

Se acercó con lentitud, bajo la mirada emocionada de Takemichi y la curiosa de Manjiro, quien se encontraba en el salón por mera casualidad, o eso creía.

–Son rosas –susurró Chifuyu –las tomó con cuidado y las contó sin darse cuenta –diez rosas rojas.

–Las rosas rosas significan amor puro –Takemichi se apresuró a decir.

–¿Cómo rayos sabes eso? –cuestionó Manjiro arqueado una ceja.

–Internet.

Chifuyu sabía que su amigo teñido mentía, el sabía quien había dejado esas rosas ahí, por algo había insistido tanto hasta sacarlo de su salón de clases.

Estuvo a punto de interrogarlo sin embargo, una pequeña nota escondida entre las rosas llamó su atención.

–¿Qué dice Fuyu? Apresúrate a leerla –lo presionó Mikey.

Y así lo hizo, desarmó el dobles casi perfecto en la pequeña hoja de papel, sin dejar que aquel par vieran el contenido.

Así que bajó la mirada intensa de sus amigos Chifuyu se apresuró a leer para el mismo.

Hola Chifuyu.

Me tome el atrevimiento de regalarte estas rosas por San Valentín. Quiero que sepas que si, me gustas y mucho, solo quería que lo supieras, de verdad espero que las flores sean de tu agrado.

Soy malo con las palabras así que eso es todo.

Psd. No quiero que te sientas presionado, no me correspondas si no quieres hacerlo, aunque es gracioso porque no sabes quien soy.

Psd2. Dejé un chocolate escondido en tu bolso, se que tienes un amigo un poco glotón así que puedes comerlo cuando estés en casa.

Ten un lindo día.

Chifuyu suspiro tratando de ocultar su sonrojó cubriéndose con el diminuto papel que sostenía en sus manos.

No lo podía creer.

–¿Entonces? –esta vez preguntó Takemichi.

–Un admirador secreto –se limitó a decir, mintiendo.

Pues para Chifuyu era imposible no reconocer a quien le pertenecía la letra que estaba plasmada en esa carta. Le sorprendía la ortografía, probablemente había pedido ayuda para escribirla, pero había olvidado aquel pequeño detalle, el rubio era capaz de reconocer esa letra de entre muchas otras, había pasado largas horas estudiando con el autor de su sorprendente regalo.

Olvidó por completo la precensia de sus amigos y se sentó en su lugar, con el corazón acelerado y ya sin esforzarse en ocultar su notable sonrojo.

Olvidó por completo la precensia de sus amigos y se sentó en su lugar, con el corazón acelerado y ya sin esforzarse en ocultar su notable sonrojo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Lo esperó en la salida del colegio, como todos los días desde que eran amigos. Lo vio acercarse mientras guardaba esos enormes lentes que usaba día con día.

–Baji-san –Chifuyu llamó la atención del pelinegro.

–Chifuyu, ¿nos vamos? –preguntó en cuanto estuvo más cerca.

El rubio asintió comenzando a caminar, maniobrando su bolso y las rosas que cargaba consigo.

Para su sorpresa Baji no artículo palabra en todo el camino, Chifuyu sabía que el pelinegro era de pocas palabras sin embargo siempre tenían un tema de conversación. Pero ese día lo único que escuchan era el ruido de los autos que pasaban cerca.

–¿Recibió algún regalo hoy? –Chifuyu se atrevió a preguntar cuando quedaban un par de cuadras más para llegar a su hogar.

Baji pereció tensarse, tardo un rato en silencio hasta que contestó.

–No soy tan popular como tú Chifuyu.

El rubio soltó una risita, por supuesto que no era popular, algunos otros chicos se le habían confesado antes pero nada más. El corazón de Chifuyu ya le pertenecía a alguien.

–Es por esos lentes, estoy seguro que si se los quita tendrá a muchas personas interesadas –dijo el rubio con una enorme sonrisa pintada en el rostro.

–Prefiero quedarme con los lentes –respondió mirando por primera vez en el día aquel bonito par de ojos azules.

Se detuvieron cuando se encontraron frente a la casa del rubio, Keisuke intento despedirse para continuar con su camino sin embargo, Chifuyu habló antes que él.

–Prometo corresponderle de manera adecuada el día blanco –dijo de manera rápida y después huyó.

Keisuke sintió su sangre congelarse, Chifuyu ya no se encontraba ahí para verlo y sin embargo Baji no podía levantar la vista por temor a ver esos ojos zafiros.

¿Quién se lo había dicho? ¿Takemichi acaso?

Sabía que no debía confiar en el.

O es que acaso, ¿había sido muy obvio?























































Esta era una idea que ya tenía, incluso tenía nombre, separador y portada para publicar la historia jajaja pero jamás lo concluí.
En fin, espero lo hayan disfrutado:)

FLUFFTOBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora