12. Declaración

27 4 1
                                    

Narra Manjiro Sano

Mi hermano ahora estaba a salvo. El incidente de su muerte jamás sucedió en esta línea.

Aunque si llego a tener un accidente al resbalarse con aceite que se encontraba esparcido por el suelo.

Estuvo solo un día y medio en el hospital para que le hicieran un chequeo para ver si el golpe que sufrió durante su caída no trajo consecuencias, por suerte todo salió bien.

Ahora nos encontrábamos festejando mi cumpleaños.

Todos los chicos se encontraban en mi casa para festejar mi cumpleaños.

Tal como lo había prometido Shinichiro me entregó la moto que había construido para mi.

—muchas felicidades hermanito—dice para luego revolverme los cabellos

En aquel entonces deseaba que él mismo me hubiera entregado la motocicleta, sin embargo, tras lo sucedido, la moto se quedó durante semanas en el almacén que se convirtió en mi cuarto.

Recuerdo que en aquel entonces no salía de mi habitación.

Me encontraba con varios sentimientos encontrados- La muerte de mi hermano, la traición de mis amigos, pero sobre todo que uno de ellos fuera el causante de la muerte de mi hermano.

Tampoco podía llorar o darle una paliza a Katzutora para vengar la muerte de Shinichiro, ya que cuando llegué las autoridades se lo habían llevado.

Otra parte de mi se sentía culpable debido a que por mi causa mis amigos cometieron un crimen, no solo robaron, sino que mataron a alguien, solo para darme una estúpida muerte.

Baji estaría en prisión un año por intento de robo, mientras a Katzutora le dieron tres años por asesinar a alguien. Le hubieran dado más, sin embargo, se demostró que todo lo que vivía en casa con sus padres era una persona inestable, por lo cual se le redujo su condena a cambio de que recibiera terapia.

Katzutora no tenía nadie quien lo protegiera, sus padres al enterarse de lo que habían hecho le dieron la espalda y lo culparon de todo, cuando en realidad ellos tuvieron la culpa.

Mientras que la madre de Baji se presentó en el funeral para disculparse con nosotros. La señora Baji se puso de rodillas en el frío piso de la funeraria y comenzó a pedirnos perdón no solo por su hijo sino por Katzutora.

En aquel entonces estaba furioso y me fui de ahí sin escucharla.

Pero cuando fue el funeral de Baji quise hacer lo mismo y pedirle perdón por no salvarlo, no obstante, Takemichi se me adelantó. En aquel entonces no comprendía el por qué lo hizo, pero luego de saber su secreto, entendí la razón por la cual la hacía.

Ahora que evitamos la muerte de mi hermano, logramos salvar a Katzutora de ir a prisión, bueno no del todo. Hace unos días se metió en una pelea en la cual los vecinos llamarón a la policía y se lo llevaron. Su tía tuvo que pagar una multa y de paso lo sermoneo por andar metiéndose en problemas.

En el fondo me alegraba de que Katzutora tuviera alguien a su lado que lo ayudará cuando más lo necesitaba y que lo cuidarán.

Un pastel aparece frente a mi, el cual lo lleva Takemichy.

—Intente hacer un pastel, Emma Chan me ayudó a hacerlo, espero que te guste.

Respondo con una sonrisa.

Los chicos y mi familia comienzan a cantar la típica canción de feliz cumpleaños.

—pide un deseo Mikey—dijo mi hermana

Cambiemos el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora