La ira y dolor de un hermano

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Tritón, el príncipe del mar, nadaba con alegría entre los arrecifes de coral, disfrutando de la luz del sol que se filtraba a través de las aguas cristalinas. Tenía solo diez años, pero su espíritu era tan vasto como el océano mismo. Sin embargo, esa felicidad se desvaneció en un instante cuando un mensajero del palacio de Poseidón llegó, su rostro pálido y su mirada sombría.

"Tritón", comenzó el mensajero, su voz temblando. "Debo traerte malas noticias. Es sobre tu hermano, Percy."

El corazón de Tritón se detuvo. "¿Qué le ha pasado?" preguntó, su voz apenas un susurro, temiendo lo peor.

"Ha sido envenenado", dijo el mensajero, y las palabras cayeron como piedras en el agua. "Los maestres no saben si sobrevivirá."

El mundo de Tritón se desmoronó. La alegría que había sentido momentos antes se convirtió en un abismo de tristeza. "¡No! ¡No puede ser!" gritó, su voz resonando en las profundidades del océano. "¡Percy es fuerte! ¡Él siempre ha sido fuerte!"

Sin poder contenerse, Tritón sintió cómo las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos. Eran lágrimas de un niño que no podía comprender por qué su hermano, su compañero de aventuras, estaba sufriendo. "¿Por qué? ¿Por qué le ha pasado esto?" sollozó, su voz quebrándose.

El mensajero, incapaz de encontrar palabras de consuelo, se quedó en silencio, sintiendo el dolor del joven príncipe. Tritón se dejó caer al suelo marino, rodeado de arena y conchas, mientras el llanto lo consumía. "No puedo perderlo. No puedo perder a mi hermano", murmuró entre sollozos, su corazón desgarrado.

Recordó los días en que jugaban juntos, explorando los secretos del océano, riendo y compartiendo sueños. "Éramos invencibles", pensó, y el dolor se intensificó. "¿Cómo puedo ser invencible sin él?"

Las lágrimas de Tritón se mezclaban con el agua salada del océano, creando un torrente de tristeza que parecía resonar en las profundidades. Se abrazó a sí mismo, como si pudiera reunir la fuerza que le faltaba. "No es justo", murmuró, su voz apenas audible entre los susurros del mar. "No es justo que algo así le pase a alguien tan bueno como él."

El mensajero, sintiendo la angustia del joven príncipe, se acercó con cautela. "Tritón, hay esperanza. Los dioses están haciendo todo lo posible para salvarlo. Pero necesita tu fuerza, tu fe", dijo, intentando ofrecer un rayo de luz en medio de la oscuridad.

"¿Fe?" Tritón replicó, su voz llena de incredulidad. "¿Cómo puedo tener fe cuando mi hermano está sufriendo? ¿Cómo puedo ser fuerte cuando me siento tan débil?" Su llanto se intensificó, y el eco de su dolor se extendió por el océano, haciendo que las criaturas marinas se detuvieran en su camino, sintiendo la tristeza del príncipe.

La mención del nombre de Atenea fue como un rayo que atravesó la oscuridad de su tristeza, encendiendo una llama de furia en el corazón de Tritón.

-¿Atenea? . - repitió, su voz ahora cargada de una intensidad que resonó en las profundidades del océano. 

-¿Ella fue quien hizo esto? -El mensajero asintió, su expresión grave. 

-Se dice que lo hizo por razones que aún no comprendo, pero el veneno que lo afecta proviene de su mano.

-La ira de Tritón se desbordó como un tsunami, arrastrando consigo la tristeza que lo había consumido. 

-¡No puedo creerlo! ¡Ella, de todos los dioses! ¿Por qué? ¿Por qué haría algo tan cruel - Su voz se elevó, resonando en el agua como un grito de guerra. Las criaturas marinas, sintiendo la intensidad de su emoción, comenzaron a agitarse, como si el océano mismo respondiera a su dolor y rabia. Tritón sintió que la furia ardía en su sangre, un fuego que lo impulsaba a actuar. 

-No puedo quedarme aquí, llorando por lo que ha hecho. Debo hacer algo. Debo proteger a Percy. - Con cada palabra, la determinación crecía en su interior. -Si Atenea es la responsable, entonces tendré que enfrentarla. No permitiré que mi hermano sufra por su arrogancia. ¡No lo permitiré! - El mensajero observó a Tritón, sorprendido por la transformación del joven príncipe. 

Tritón, debes tener cuidado. Atenea es una diosa poderosa, y su ira puede ser devastadora.

- Lo sé . respondió Tritón, su voz firme. "Pero yo tambien y  no voy a quedarme de brazos cruzados mientras mi hermano lucha por su vida. Si hay una oportunidad de salvarlo, haré lo que sea necesario." 

La determinación de Tritón se convirtió en un torrente imparable, y su corazón latía con fuerza, impulsado por una mezcla de amor fraternal y un deseo ardiente de venganza. "No solo voy a salvar a Percy", declaró, su voz resonando con una intensidad que hacía vibrar el agua a su alrededor. "Voy a hacer que Atenea pague por lo que ha hecho. No puedo permitir que su crueldad quede sin respuesta."

El mensajero frunció el ceño, preocupado por la ferocidad que emanaba del joven príncipe. "Tritón, la venganza puede nublar tu juicio. Atenea es astuta y poderosa. No subestimes su capacidad para manipular la situación a su favor."

"Lo sé", respondió Tritón, su mirada fija y decidida. "Pero no puedo quedarme de brazos cruzados mientras mi hermano sufre. Si ella ha decidido jugar con la vida de Percy, entonces yo también jugaré. Y esta vez, no seré el que se queda en la sombra."

Las criaturas marinas, sintiendo la intensidad de su resolución, comenzaron a rodearlo, como si quisieran ofrecer su apoyo. Tritón sintió su energía, y eso solo avivó su furia. "Si tengo que enfrentar a Atenea, lo haré con todo lo que tengo. No solo por Percy, sino por todos aquellos que han sufrido por su arrogancia. Esta vez, no seré un príncipe pasivo. Seré un guerrero."

Con un último vistazo al mensajero, Tritón se lanzó hacia la superficie, su corazón palpitando con la mezcla de miedo y determinación. "Voy a encontrar a Atenea y exigir respuestas. No descansaré hasta que mi hermano esté a salvo y ella pague por su traición."

Mientras ascendía, el agua a su alrededor se agitaba con su furia, y el océano parecía resonar con su grito de guerra. Tritón sabía que el camino que había elegido estaba lleno de peligros, pero la idea de perder a Percy era un dolor que no podía soportar. La venganza ardía en su interior, y estaba decidido a hacer que la diosa pagara por el sufrimiento que había causado.

Atenea debio pensarlo mejor al atacar a su hermano , el no iba a descanzar hasta obtener justicia .

Se viene la de rhaenyra nuestra mamá dragon Y luego algo de pelea entre dioses ¿llegarán a un acuerdo ? O atenea perderá la cabeza ?

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Se viene la de rhaenyra nuestra mamá dragon Y luego algo de pelea entre dioses ¿llegarán a un acuerdo ? O atenea perderá la cabeza ?

Ya lo veremos.

My Sweet Sea Boy - percy jackson y los dioses del olimpo y la casa del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora