Once

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George

—¿George? Es Stanton Fields.

—Hola, Sr. Fields. —dijo George, sintiendo como si su corazón se hubiera alojado físicamente en su tráquea. No se molestó en sentarse, simplemente dejó caer la cabeza hacia un lado, seguro de que Alexander no lo dejaría caer.

—No te estás quedando en un hotel, ¿verdad?

George frunció el ceño ante la extraña pregunta. —¿Qué? No. ¿Por qué?

—La prensa está en todo esto. Saben que no estás en tu apartamento. Quería advertirte en caso de que hubieras decidido quedarte en un hotel. No deberías salir ahora mismo, y definitivamente no deberías salir solo. Podría ser peligroso.

—Contraté a un guardaespaldas. Me estoy quedando... en casa de un amigo.
No tenía planeado ir a ninguna parte.

Eso era cierto, por lo menos. Lo último que quería George era tener que abrirse paso entre los paparazzi que le gritaban, tratando de obtener una reacción de él, ya que la única reacción que probablemente obtendrían era que él estallara en lágrimas, y él ya era una vergüenza.

—Bien. Bien. Esta investigación terminará más temprano que tarde, pero tenemos que dejar que los detectives hagan su trabajo y exploren todas las vías. Mientras tanto, sugiero que te pongas en contacto con tu publicista y contrates un equipo de relaciones públicas.

—¿Un equipo de relaciones públicas? ¿Por qué?

—Porque tu padre tiene uno y ya está ahí afuera frente a las cámaras alegando que es víctima de una campaña de desprestigio y amenazando con demandarte por difamación de carácter.

George se sintió como si se hubiera caído por la madriguera de un conejo. — ¿Difamación de carácter? —Su padre no tenía carácter. Además, ¿cómo podría estar difamando a su padre? Nadie sabía quién era su padre... excepto que ahora de alguna manera lo sabían —. ¿Cómo se enteró la prensa de esto?

Su abogado resopló. —La fuerza policial de Los Angeles derrama información como un colador. Estoy seguro de que alguien les avisó antes de que siquiera saliéramos del edificio. Ahora será transferido a la división de SEH, y luego esto estará a punto de convertirse en un verdadero Hollywood. Espero que estés listo para ello.

¿Listo para eso? ¿Para qué? ¿Ser la estrella de un drama criminal que posiblemente terminaba con él cumpliendo condena en una celda de la prisión de la vida real?

¿Alguien estaba listo para eso? —¿Sí?

—Servicios Especiales de Homicidio. Ellos manejan todos los casos con sospechosos de alto perfil.

¿Era él de alto perfil? ¿Era él un sospechoso? A George se le revolvió el estómago.
¿Qué estaba pasando? ¿Cómo le estaba pasando esto a él? Tenía la peor suerte del mundo. Solo él podría ser víctima de invación de propiedad y, de alguna manera, seguir siendo el sospechoso. —¿Voy a ir a la cárcel, señor Fields?

El abogado resopló. —No voy a dejar que eso suceda. Como dije, esta investigación debería cerrarse bastante rápido, pero a la prensa le va a encantar de todos modos. Sólo haz lo que te digo y estarás bien. Pero seriamente deberías ponerte en contacto con tu publicista y contratar un equipo rápidamente. Tienes que ponerte al frente de esto. El mundo piensa que tu padre es un charlatán, pero últimamente has hecho cosas bastante condenatorias en la corte de la opinión pública. Es posible que debas comenzar a priorizar tu imagen.

¿Priorizar su imagen? —Sí, señor.

—Tendrás noticias mías en breve.

No hubo despedida, solo silencio cuando el hombre terminó la llamada. George dejó caer su teléfono en el colchón, sintiéndose mareado y enfermo. Alexander tiró suavemente de él para que se sentara. —¿Qué fue todo eso?

|3°| Abrumador[Alex.A & George.R]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora