Buenas noches, no sé qué hago sin dormir aún.
Sin más, ¡disfruten de la historia! .
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-¿Qué ocurre? -fue lo primero que preguntó cuando llegó. Había por lo menos tres omegas tratando de calmar a un pequeño de cabello azabache. Nunca antes la había visto, por lo que supuso que era una nueva integrante de la familia.-¡Ya no sé qué más hacer! Lleva llorando desde que su padre la dejó, y eso fue hace casi una hora -la pobre Jeiden mecía a la pequeña en sus brazos, pero esta seguía llorando y pataleaba para quitarse el agarre de la mayor.
Sus pequeñas mejillas estaban rojas y llenas de lágrimas. Entendía que quizás era la primera vez que se separaba de sus padres y por eso estaba así, había lidiado con un par de cachorros antes.
-Ya, pequeño, ya. Tus papis vendrán luego por ti, deja de llorar -Jeiden estaba frustrada, al igual que los demás. Parecía que la peli celeste también se pondría a llorar en cualquier momento.
-¿Ya le dieron de comer? ¿Su pañal le incomoda? -apareció Roier de repente, poniendo un dedo sobre su mentón, y los demás asintieron.
-Tratamos de darle su biberón, pero no lo quiso, y su pañal está bien, ni siquiera está húmedo -explicó otro omega, mirando a al pequeño. A Quackity se le partía el corazón verla de esa forma.
Se veía tan triste. Tal vez el cachorro no estaba acostumbrado a los extraños, y eso solo hacía las cosas peor.
-Ven, dámelo un momento, creo que tu angustia solo la altera más -Quackity había recién llegado a la guardería, así que estaba tranquilo, en cambio, los demás tenían un aire de preocupación.
Jeiden asintió y le dio a el pequeño cachorro , quien se puso a llorar con más fuerza al ver que la pasaban a otra persona. Quackity trató de sostenerla con cuidado y la acostó sobre su hombro, cerca de su glándula del aroma.
Le empezó a dar palmaditas en la espalda mientras tarareaba una canción de cuna. Para su milagro, los lloriqueos fueron bajando de intensidad en cuestión de minutos y se volvieron sollozos.
Quackity notó cómo el pequeño se aferró a su ropa y acercó su carita a su cuello, aspirando de manera entrecortada por sus anteriores lloriqueos. Los demás se quedaron viéndolo entre asombrados y aliviados; al menos ya no había más ruidos estridentes.
-¡Bien hecho, Quackity! ¡Pudiste calmarlo! -Jeiden fue quien habló primero y el pelinegro se sonrojó con algo de vergüenza, no estaba acostumbrado a recibir halagos.
-N-no fue nada, solo quise ser de ayuda -respondió, y los demás solo sonrieron más tranquilos. Cada uno se fue a hacer sus cosas con los demás cachorros que iban llegando y quackity se fue hasta su salón.
Él era encargado de cinco cachorros, tenía que estar al pendiente de ellos y, al parecer, tendría que cuidar de otro más. Se llevó consigo la mochila de la pequeña que dormía sobre su hombro. Revisarla con una sola mano no fue fácil, pero tampoco imposible.
Ramón Buhajeruk
Edad: un año
Alergia: alérgico a las nuecesSe sorprendió un poco por eso, no había muchos pequeños de un año en esa guardería. Normalmente llegaban con más de dos años en adelante.
Los omegas eran muy protectores con sus pequeños durante el primer año de vida y apenas podían despegarse un poco de ellos cuando tenían un año y medio.
Pero él no era nadie para juzgar, quizás sus padres eran muy ocupados y no podían cuidarla como les gustaría.
-Bien, pequeño mon, hay que llevarnos bien, ¿te parece? -habló suavemente mientras acariciaba con delicadeza la espalda del pequeño. Ramón solo dio un bostezo como respuesta, al parecer dormiría más. .
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Besos, que descansen. ¡Tomen agua!
¡Hasta la próxima!
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¿𝕄𝕒𝕞𝕒 ?
AcakPorque quackity, siendo cuidador de cachorros de un jadir infantil, se encariña con el cachorro de uno de los padres que además le dice mamá. -adaptación de @/Zaorycast todos sus créditos correspondientes a la historia original -cambio de oraciones...