Capítulo 21| Zona de gravedad cero

107 14 6
                                    


Volví de estar inmersa en mi cabeza cuando Odd me quitó mi móvil.

—¿En que piensas?— Dice algo lejos de mi enseñándome su nueva adquisición.

—En tu culo.— Contesto de manera infantil sonriéndole falsamente y recibo un bufido de su parte.

—No intentes disfrazarlo de sarcasmo, Inés. Los dos sabemos lo que sientes.— Dice moviendo la cabeza de arriba a abajo, yo me quito un zapato y se lo tiro.

Mi zapato le da en la tripa pero no se inmuta y lo coge. —Eres un petardo.

—No, mecha no tengo.— Me contraria sonriente.

—Eres un pesado.

—¿Pero pesado de que peso mucho?— Me vuelve a vacilar y le tiro mi otro zapato que esta vez atrapa al vuelo.

—Hay que mejorar la fuerza en los hombros, eh.

—Te voy a estrangular.— Amenazo bajando las gradas descalza y Odd suelta una carcajada.

—¡Oh no! ¡Socorro! ¡Qué miedo tengo, Jeremy ayúdame!— Ironiza un rubio mientras el otro se ríe.

Cuando llego a donde Odd me tira al suelo y se sienta encima de mi.

—Quita.— Pido haciendo fuerza.

—Bonitos calcetines.— Eran de Hello Kitty.

—Me alegra que te gusten porque te los vas a comer como no te levantes.

—No todas las cosas bonitas saben bien, el jabón por ejemplo.— Dice levantándose y yo aprovecho para tirarle al suelo de un barrido.

El acaba en el suelo boca abajo y aprovecho para sentarme en su espalda de piernas cruzadas.

—¿Ahora quien se ríe?— Pregunto victoriosa y Odd empieza a hacer flexiones conmigo encima.

—No te soporto.— Digo levantándome.

—No mientas, te alegro la vida.— Dice y ruedo los ojos sin poder esconder una sonrisa, Odd me pasa un brazo por los hombros y vemos como Ulrich ha metido probablemente su decimoséptimo gol. —No entiendo porque sigue practicando si ya es el mejor.

—Para algunos nunca es suficiente.

—Lo entiendo perfectamente, nunca son suficientes albóndigas.— Dice afligido y suelto una carcajada.

En la misma posición cuando se termina el entrenamiento empezamos a aplaudir a Ulrich.

El moreno habla con Jim un momento y se acerca a nosotros, Odd quita su brazo de mis hombros consiguiendo que le mire extrañada.

—Has batido tu propio récord, muy bien.— Le felicito revolviéndole el pelo.

—Los del otro equipo no tienen nada que hacer contra Ulrich el goleador.— Alienta Odd a su amigo consiguiendo que se ría.

—¿Qué haces descalza?— Me pregunta Ulrich con una ceja enarcada.

—Odd.— Me limito a responder.

—Será verdad, me ha tirado sus zapatos con intención de romperme la cabeza.— Dramatiza el rubio.

—Sí pero es que me enfada.

—Los dos dicen la verdad.— Dice Jeremy detrás de mi dándole a Ulrich una toalla.

—Si Lincoln no toca la pelota va a ser un rollo.— Habla Odd.

—Gracias por venir.

—Hemos venido esta mañana y vendremos esta tarde.— Hace una pausa. —No por ti, claro. Quiero ver a Inés de animadora con el uniforme rosa y los pompones por eso vengo.

Código Lyoko y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora