Código Lyoko y tú

Capítulo extra| La fiesta

Con la vuelta al pasado yo estoy en mi habitación otra vez.

En lugar de tumbarme en la cama y darle vueltas a todo, decido llamar a Yumi para distraerme.

Enseguida descuelga.

—Dime.— Me contesta alargando la e.

—Me aburo un montón.— Respondo dejándome caer en la cama.

—¿No estás con los demás?

—No.

—¿Y eso?

—No siempre me apetece estar rodeada de testosterona.

—¿Hablas por Jeremy?— Pregunta de manera sarcástica y río. —Tu te has criado rodeada de testosterona, a ti te pasa algo.

—No me pasa nada.— Niego. —¿Has hecho la compra?

—Iba a salir ahora. ¿Quieres venir?

—Si no te importa.

—Claro que no. Eso sí, ponte algo con escote que ninguna de nosotras es mayor de edad.— Pide y me cuelga.

Que directa, podrías aprender de ella.

Por favor, cállate.

Me levanto de la cama, me pongo un top con escote como me pidió Yumi y salgo de la habitación.

Voy por el campus cuando Odd me sorprende por detrás, haciéndome pegar un pequeño salto.

—Me has asustado.— Digo con una mano en el pecho y el rubio ríe.

—Te podría decir que no quería pero eso sería mentira.— Vuelve a reír. —¿A dónde vas?

—Voy a hacer la compra con Yumi.

—¿Cómo vais a hacer que os vendan alcohol? —pregunta, curioso. Me señalo el escote. —Eso siempre funciona.— Responde Odd, riéndose. —Pero sé de alguien que podría enfadarse si se entera.— Me encojo de hombros.

—La idea no fue mía.

—¿Puedo ir con vosotras?

—Solo si prometes no soltar ni una palabra de lo que escuches.

—Prometido.

—¿Y el resto?

—Ulrich y Jeremy están jugando al ajedrez.— Asiento extrañada y seguimos andando.

Una vez llegamos a la calle donde había quedado con Yumi, la asiática se sorprende al verme llegar acompañada.

—¿No te alegras de verme?— Pregunta Odd burlón. —Vengo a ayudaros con las bolsas.

—Es mentira, Ulrich y Jeremy están jugando al ajedrez.— Explico y me llevo un codazo de parte del rubio y una risa de la pelinegra.

El camino al supermercado más cercano estuvo lleno de risas. Cuando estamos a unos metros del supermercado, Odd cambia de tema de repente.

—¿Qué le pasa a Ulrich? Lleva unos días que no para quieto.— Pregunta Odd al aire, aunque de reojo noto cómo ambos me miran.

Entramos al supermercado. —No lo sé, no he hablado con él.— Respondo después de sopesar mi respuesta un buen rato.

—Qué raro, con lo que a él le gusta estar tranquilo y a su aire.— Habla Yumi cogiendo un carro.

Sabes por qué hace eso, ¿verdad?

Vete por favor, ya hay dos personas que me van a molestar.

—Ya, pues no para de hacer cosas y parece que no quiere estar solo.— Contesta Odd detrás de mí, junto a Yumi que empujaba el carro.