¿Quien es el padre?

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Cuando era más joven, Sergio nunca pensó que se iba a casar con alguien más joven que él o que incluso iban a tener unos hijos; sin embargo, nunca se quejaría de lo que era su vida ahora.

Recuerda la primera vez que hablo con Max fue en el Gran Premio de Monza del 2017, en dónde el piloto más joven de la F1 se colocó entre él y Esteban para la foto, después se le dedicó una hermosa sonrisa y le dijo que era fan de él, en ese momento solo podía pensar en que era un joven tímido y amable. Fue a finales de la siguiente temporada cuando comenzó a tener sentimientos por Max y estos se confirmaron en el último GP del año, tal vez para Sergio era totalmente ilegal que alguien se viera tan bien en un podio, tal vez se quedó viéndolo más tiempo del normal e incluso cuando se acercó para felicitarlo por su tercer lugar se quedó abrazándolo más tiempo de lo normal.

Por un momento pensó que cuando estuviera en México lejos de todo lo relacionado con la Fórmula 1 iba a olvidar los pensamientos y sentimientos que estaban creciendo en él con respecto a Max; sin embargo, pronto se dio sé que era imposible que Max saliera de su mente, incluso sus hermanos se burlaron de él por su enamoramiento.

—Deberías de dejar de acosarlo por todas las redes sociales e invitarlo a salir.—Le dijo Paola después de la cena navideña, cuando él se encontraba mirando el cielo estrellado—. No pierdes nada intentándolo.

—¿Crees que quiera salir conmigo?

—Bueno, siempre tiene sus ojos sobre ti, le gustas mucho o solo está planeando cómo eliminar a la competencia.

Sergio miró a las estrellas una vez más mientras analizaba las palabras de Paola. Max siempre parecía estar cerca de él y cada vez que lo miraba o le regalaba una sonrisa, podía notar cómo este se ponía nervioso a su alrededor o cómo sus mejillas se ponían de tono rojo. Paola tenía razón, no perdía nada invitándolo a salir. Con valor agarro su teléfono y busco el contacto de Max para escribirle un mensaje.

“Hey Max, feliz Navidad.
Estaré en Mónaco la segunda semana de enero. ¿Te gustaría ir a cenar conmigo?”

Sergio se sorprendió cuando a los diez minutos de haber mandado el mensaje ya tenía la repuesta de este, aceptando la cita y deseándole una feliz Navidad también, sonrió cuando noto los corazones en el mensaje de Max, no estaba seguro de que le esperaba el futuro, pero se esperaba con todo su corazón que Max estuviera presente en él.

Cuando el día de la cita llegó se sintió un poco nervioso, se había cambiado de ropa una cinco hasta elegir el atuendo con el que se sentía mejor, que terminó siendo una camisa negra con unos jeans, una vez que estuvo de acuerdo con su apariencia salió de la habitación del hotel para dirigirse al restaurante que habían elegido, en el camino no pudo evitar detenerse para comprarle un ramo de flores a Max que estaba seguro de que le gustaría.

Cuando llegó al restaurante visualizo al menor de una vez, tal vez se quedó viéndolo más tiempo del normal, el rubio se veía extremadamente hermoso con una camisa manga larga blanca y pantalones casuales, tal vez no era el atuendo común para ir a cenar en un restaurante familiar, pero a Max le quedaba fenomenal. Cuando salió de su ensueño por el menor, se acercó a él con pasos seguros y le entregó el ramo de flores con una enorme sonrisa.

La cena transcurrió con normalidad, hablaron de sus vidas personales fuera de la Fórmula Uno, de cuáles eran sus demás pasatiempos, de sus familiares, al final de la misma Sergio no podía encontrarse más enamorado de Max, simplemente era la persona más hermosa, gentil que había conocido en su vida, cuando la cena termino Sergio le ofreció llevarlo a su apartamento.