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Al día siguiente del cumpleaños de Patricio y Oscar, Max y Sergio llevaron a los niños a una pequeña playa privada para tener un picnic familiar. Los niños se encontraba felices, mientras caminaban adelante de sus padres hablando y riendo, Max y Sergio los veían mientras caminaban agarrados de las manos, querían disfrutar los pocos días que les quedaban juntos antes de volver al trabajo. Cuando por fin llegaron a la playa, los adultos se encargaron de colocar y organizar las cosas mientras los menores se quitarán su ropa hasta quedar en sus trajes de baños.

-Oscar, Patricio aún no se pueden meter al agua.-Max les dijo a los niños cuando noto las intenciones de estos de adentrarse al agua.-Tienen que colocarse el protector solar.

-Pero papi ¿Por qué es importante?

-Cierto, porque no le decimos al sol que se vaya.

Max y Sergio soltaron una carcajada por el comentario de Patricio, los niños se continuaban quejando mientras ambos le colocaban el protector solar asegurándose de que no quedarán ninguna parte del cuerpo sin cubrir, cuando terminaron les indicaron a los niños que tenían que esperar hasta que el protector se secara.

-¿Por qué no hacen un castillo de arena mientras esperan?-Sergio les paso a los niños los baldes y las palas para que pudieran construir sus castillos, cuando estos comenzaron a construir los castillos, se acercó con una sonrisa coqueta a su esposo.-Date la vuelta para colocarte protector a ti, Leoncito.

Después de unos veinte minutos, cuando ya el proyector solar se secará, los cuatro se dirigieron al mar, los niños siendo los más emocionados y energéticos comenzaron a tirarse agua entre ellos para luego tirarle agua a sus padres.

-Oigan, eso es trampa.-Les dijo Sergio cuando ambos niños se unieron para hundirlo en el mar.-Ustedes son dos y yo solo soy uno.

-Pero tú eres el doble de grande que nosotros papá.-Patricio le respondió mientras señalaba a Sergio para luego señalarse a él y a su hermano.-Nos tenemos que unir para estar a tu altura.

-Eso es algo que dirían los tramposos.-Sergio les tiro un poco de agua a los niños para luego atraparlos en un gran abrazo.-Así que mi venganza es darles muchos abrazos y muchos besos.

Estuvieron jugando un rato en el mar hasta que los pequeños dijeron que tenían hambre, por lo tanto, volvieron a la arena para comer, primero secaron bien a los niños para luego darles sus sandwiches en forma de dinosaurios y sus jugos de naranjas, una vez que los niños comenzaron a comer Sergio le didio Max su sandwich y su Coca-Cola para que comiera él también.

Después del almuerzo, mientras esperaban el tiempo necesario para volver a nadar, los cuatro se pusieron a hacer un castillo de arena, aunque querían hacer uno enorme, este se caía sin importar cuantas veces lo hicieran. Así que al final decidieron hacer uno mediado para volver a nadar.

Cuando el sol estaba a punto de esconderse, la familia Pérez-Verstappen se encontraba ya en camino a su casa, los pequeños iban en el asiento trasero más dormido que despierto mientras los adultos hablaban sobre su familia. No había mejor forma de llenarse de ánimos que pasar tiempo con su familia.

 No había mejor forma de llenarse de ánimos que pasar tiempo con su familia

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¿Quien es el padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora