Esa mañana, Bella y yo llegamos temprano a clases, mucho más de lo habitual. Todavía estaba oscuro afuera, el frío de Forks colándose por la chaqueta que llevaba puesta, pero eso no me molestaba. Era una buena oportunidad para hablar con nuestra madre, algo que siempre me alegraba. El teléfono público de la escuela no era ideal, pero con mamá a veces lo simple era lo mejor. La escuchamos reírse mientras contaba alguna historia sobre Phil y su último partido, cuando, de repente, la voz robótica del teléfono interrumpió nuestra conversación.
—Por favor, deposite un dólar con veinticinco centavos para otros tres minutos —la voz metálica nos sacó una sonrisa.
—Mamá, ¿y tu celular? —preguntó Bella, con una ceja levantada, divertida.
—¡Vale, no se rían! —se quejó mamá—. No es que lo haya perdido, es que mi cargador se fue corriendo. Literalmente. Aborrezco la tecnología, ya lo sabéis.
Bella y yo intercambiamos una mirada y nos reímos. Era tan típico de ella.
—Echamos de menos esas torpezas tuyas —le dije, aún con una sonrisa en los labios, pero sintiendo una leve punzada en el pecho. La verdad era que la echaba mucho de menos, más de lo que quería admitir.
La decisión de irnos con papá había sido complicada. Mamá merecía vivir su vida con Phil, pero no podía evitar extrañarla, después de haber pasado toda mi vida con ella. Tenía su caos, pero ese caos me hacía sentir segura.
—Ay, mi amor, yo también las echo de menos... —su voz se distorsionó un poco por el sonido de algo, probablemente una herramienta—. Pero contadme, ¿cómo va la escuela? ¿Qué tal los chicos? ¿Son guapos? ¿Se portan bien con vosotras?
Mamá siempre tan curiosa, siempre en busca del chisme, y más cuando se trataba de chicos. Me hizo reír.
—Mamá, siempre tan curiosa —respondí, rodando los ojos aunque no podía evitar sonreír—. Bueno... han sido amables.
Sabía que no era del todo sincera. Bella se mantenía cerrada en lo suyo, y yo... bueno, había algunas personas que me hacían pensar más de lo que debería. Pero por supuesto, el chico que realmente le daba vueltas a la cabeza a Bella era Edward Cullen.
—Contadme, ¿Qué pasó? —insistió mamá, siempre deseando detalles.
Vi a lo lejos los primeros coches llegando al estacionamiento. Sabía que Bella no iba a contar nada sobre Edward; siempre era tan reservada con lo que de verdad le afectaba.
—Mamá, lo siento, tenemos que dejarte, van a empezar las clases —me apresuré a decir.
Antes de que pudiera responder, escuchamos su voz gritándonos que no nos olvidáramos de contarle "todo el cotilleo". Sonreí mientras colgaba el teléfono, sintiendo una mezcla de añoranza y alivio.
Cuando bajamos del coche, vi el Jeep de los Cullen aparecer, y no pude evitar sonreír al ver a Emmett subido en la parte trasera, como si fuera lo más normal del mundo. Me guiñó un ojo y me hizo reír. Eran tan... distintos. Algo en ellos me intrigaba. Todos bajaron del coche, Alice animada como siempre, saludándome con la mano. Le devolví el saludo. Sin embargo, noté la ausencia de Edward, lo que hizo que Bella, que estaba observando a lo lejos, bajara la mirada con una expresión de decepción.
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El Refugio del Alma |Jasper Hale
FanficTras años viviendo en la soleada Phoenix con su madre, Aurora Swan anhela una vida diferente, una donde pueda conectarse con la naturaleza y el frío que siempre ha amado. Cuando su hermana mayor, Bella, decide mudarse a Forks para vivir con su padre...