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???

─¿Y ahora qué te sucede?

Estuvo tan enfadado con ONU en esa ocasión, ¿cómo podría olvidarlo? Todavía lo recordaba con la misma ira. Aún le costaba expresarse con claridad, pero se aseguró de hacerle saber al mayor que estaba molesto, cruzando los brazos y sentándose en el suelo mientras evitaba su mirada.

La organización suspiró, ya entendía lo que ocurría. Le sorprendió un poco esa reacción, Chile nunca había cruzado los brazos de esa manera antes; seguramente, pasar tanto tiempo a su lado le estaba afectando.

──No comerás postre si no terminas la cena primero. Ya te lo dije, ¿no? El consumo de verduras es fundamental para un buen crecimiento . . . ── Probablemente siguió hablando un rato, pero Chile dejó de prestar atención a esa parte.

¡Era tan irritante comer verduras!

Ahora era más expresivo con sus pensamientos, aunque en esos momentos él solo pensaba en helado, jugar y, a veces, leer. Sabía lo que le gustaba y lo que no, y los vegetales eran sus enemigos por naturaleza. Pero, siempre dicen que para vencer al enemigo, primero debes conocerlo. Decidido, se acercó a la mesa y tomó asiento, agarró los cubiertos torpemente y se metió varias lechugas a la boca al mismo tiempo, continuando así hasta que ya no podía introducir más. Realmente era repugnante, necesitaba terminar rápido su tarea antes de que acabara vomitando todo.

Luego miró al hombre (quien no había dejado de hablar solo) y le mostró con orgullo lo que estaba comiendo. Este simplemente se mantuvo neutral, no importaba lo que hacía, siempre tenía la misma expresión aburrida en su cara.

──No comas con la boca abierta, Chile. ¿Acaso eres un animal?── Una vez más, estaba en desacuerdo. El chileno frunció el ceño exageradamente.

¿Por qué le molesta todo lo que hace? ¿Por qué no puede hacer lo que le plazca? ¡Él quiere postre!

Aún ofendido, escupió todo lo que había metido en su boca, dejando un rastro de saliva por su rostro. Ahora le daba vergüenza admitirlo, pero se sentía realmente frustrado. Fue entonces cuando tomó conciencia de su identidad más a fondo.

Dedujo que era caprichoso, impaciente y grosero. Pero en ese momento, era casi como un niño pequeño; estaba bien ser un poco así, ¿no?

──No te pongas así. Alimentarte es saludable, debes comer lo que se te sirva . . . en un futuro, extrañarás comidas como estas y será demasiado tarde, Chile.

No le hizo caso y siguió ignorando sus palabras. Decidió darle la ley del hielo mientras estuviera molesto.

Lo último que recuerda es que escuchó a ONU suspirar e irse, dejándolo solo en el comedor. Pensó que estaba decepcionado, pero seguía muy ofendido como para darle importancia. Le faltaba desarrollar la empatía, el don de escuchar, o al menos podría haber fingido que había aprendido la lección.

Lamentablemente, aprendió a las malas. Al otro día ONU no apareció, al siguiente tampoco y los días que siguieron menos. Lo estaba dejando morirse de hambre lentamente. Al principio actuó con indiferencia ante la situación, pero el hambre comenzó a ser una molestia al tercer día. Dios, ONU era tan dramático.

Lo cierto es que, ambos lo eran. Por eso aquel sufrimiento duró tanto debido al orgullo de los dos. Y finalmente cuando el hombre se dignó a aparecer, lo hizo con un plato de ensalada en manos.

Por supuesto que corrió emocionado, pero no hacia el estúpido de ONU, sino hacia la ensalada. Comió con las manos con tanta ferocidad que terminaba mordiéndose la lengua accidentalmente, se sentía como un perro, un perro tonto y sucio.

Pero tenía comida y, en ese instante, estaba muerto de hambre. Ya después tendría tiempo para seguir con su papel de ofendido.

Desde ese día, nunca más volvió a despreciar la comida, por más asquerosa que fuera o pareciera. Antes no entendía las palabras de su tutor, pero ahora sí: lo que no se agradece, se pierde.

Chile ya no quería perder nada más. Odiaba perder. Más ante ONU. Ahora comía verduras todos los días y, no es por presumir, pero OMS le decía siempre que tenía una salud muy buena.


































































































640 palabras

୧ ׅ𖥔 ۫ Ꮮᥲ ᥲᥙ᥉ꫀᥒᥴเᥲ dꫀ ᥣᥲ ᥣᥙᤁ ⋄ 𓍯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora