DIME QUE NO FUE UN SUEÑO

CAPÍTULO 9

Pasaron unos días, una noche Leonardo estaba melancólico y pensaba:

—La quiero pero no quiero interponerme en su relación tampoco.

Pero Yoselin pronto termino su relación con Daniel, ella estaba triste pues tampoco había sido fácil y quiso estar sola, Leonardo la respeto y le daba consejos para ayudarla a estar tranquila, pero había días en los que ella de plano no respondía.

Pero como dicen el tiempo lo cura todo. Unos meses después Leonardo fue a visitarla a su casa...

— ¿Cómo te sientes? —Preguntó Leonardo.

—Ya mejor gracias—Respondió Yoselin.

—Oye pues yo ya venía con la intención de pedirte ser quizas algo mas pero solo si ya estas lista…—Confesó Leonardo.

—Te lo agradezco pero no quisiera apresurar las cosas quisiera tomarme un tiempo más—Contestó Yoselin apenada.

—Claro no te preocupes tomate el tiempo que necesites—Dijo Leonardo sonriendo.

Pasaron unos meses más y Victoria ya no formaba parte del grupo de amigos pues tenía acciones y humores que ellos no comprendían, hablaba cosas que Cristopher y Leonardo le habían confiado y estaba celosa de Yoselin.

Intentaron hablar con ella pero al ver su reacción, les echaba la culpa a ellos por preferir a Yoselin según ella y seguir hablando mal de ellos a sus espaldas  terminaron por completo la amistad. Además los tres sospechaban que en secreto Victoria estaba enamorada de Leonardo.

Los familiares de Yoselin organizaron una fiesta de xv años de su prima Ximena, en donde Yoselin invito a Leonardo y Cristopher quienes la acompañaron vestidos de traje y Yoselin con un vestido plateado brilloso.

Leonardo y Cristopher hablaban con Yoselin mientras todos estaban listos para ir a la fiesta, Yoselin les presento a sus dos amigos a una de sus primas Elena.

 —Ella es la que juega con nosotros en Free Fire aveces—Dijo Yoselin.

—Si soy—Dijo Elena.

—Juegas bien—Opinó Cristopher.

—Si juegas bien chido—Añadió Leonardo.

Al llegar las 8 de la noche partieron en carro hacia la fiesta.

—Nunca he ido a una fiesta de antifaces—Confesó Cristopher.

Al llegar a la fiesta casi nadie traía puesto su antifaz así que se los quitaron, después sirvieron de comer.

—No me gusto—Exclamó Cristopher.

—Pues no te lo comas—Opinó Leonardo.

Después los meseros trajeron el siguiente platillo.

—Tampoco me gusto—Volvio a decir Cristopher con disgusto.

—No te gusta nada—Dijo Leonardo riéndose.

—Dámelo yo me lo como—Comentó Yoselin.

—No ya así—Contestó Cristopher.

Yoselin toda la noche le explico a Leonardo quien era cada invitado mientras Leonardo la escuchaba atentamente y al terminar de contarle le decía:

—Dile a Cristopher.

Empezaron los bailes y los tres amigos fueron a la parte de arriba para verlos mejor, en ese momento Leonardo abrazo a Yoselin de una forma linda, cuando terminaron empezaron a poner música y Yoselin bailo con Cristopher.

—No se bailar muy bien—Confesó Cristopher.

—Yo te enseño como en tu cumpleaños—Opinó Yoselin.

—Bueno pero después le toca a Leonardo—Susurró Cristopher.

Yoselin bailo con Leonardo, bailo con su familia y se sorprendió cuando Cristopher estaba bailando con su mamá.

—Quién viera a Cristopher—Dijo Yoselin riéndose.

—Ojo—Opinó Leonardo sorprendido.

Después de eso Yoselin bailo una canción con Kevin.

—Esas canciones las ponen en mi pueblo—Explicó Cristopher.

—Están buenas—Dijo Yoselin.

—Horita bailas con Leonardo—Mencionó Cristopher.

Cuando bailaban Yoselin y Leonardo miraron a Cristopher quien ya estaba algo pasado de copas.

—Parece vagabundo sentado ahí solo en las escaleras—Dijo burlándose Yoselin.

—Ese cuate —Dijo Leonardo.

Después empezó el baile al centro de la pista donde los tres sacaron sus mejores pasos hasta que terminó la fiesta.

Se regresaron en carro y pasaron a dejar a los chicos a la casa de Leonardo. Los tres amigos se habían divertido hasta el cansancio, Yoselin y Leonardo estaban muy felices al parecer por fin podrían estar juntos.