Depresión y Comercio

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Sábado por la Noche

Dana despertó lentamente, estremeciéndose y con frio, y miro alrededor confundida. Cassie y Miguel se había alejado de ella en algún punto, dejando a los tres esparcidos por el suelo. Ella repentinamente se levantó y miro sus manos, aliviada de ver que habían regresado a la normalidad. Ella sintió sus oídos y cara, los cuales parecían haber sido revertidos también. Ella hizo una mueca cuando noto que sus piernas parecían que nunca habían sido rasuradas, y su arbusto aún estaba frondoso, pero al menos ninguno ya no parecía pelaje.

Temerosa de despertar a al pelirroja dominante, Dana tomo la correa que aún estaba abrochada a su collar y fue de puntitas al baño, queriendo una confirmación visual de que había vuelto a ser ella misma, al menos en su mayoría. Cuidadosamente examino cada parte de su reflejo que podía ver, pero además de vello corporal que parecía incluso un poco más espeso de lo que recordaba, y posiblemente un ligero aumento en su masa muscular, ella parecía haber vuelto a la normalidad, al menos físicamente. Viendo la forma del collar y la correa se veían en ella hizo que su núcleo se calentara de nuevo, pero no tan supernatural.

Dana volvió a la sala, aun iluminada por solo una lampara, y busco el control remoto, pero no estaba por ningún lado. Un persistente olor hizo que Dana se diera cuenta que su sentido del olfato quizás también había sido mejorado por su transformación, porque ella estaba bastante segura de que la chica llamada Madelyn había estado en el cuarto no hace mucho, y probablemente se había cogido a Cassie. Ella se estremeció con un poco de disgusto al imaginar que pequeñas partículas estaban invadiendo su nariz para darle tal conocimiento, luego se estremeció más fuerte cuando supuso que la morena debió haber tomado el aparato mientras dormían.

Dana se hizo bolita, tirándose al piso y abrazándose con miedo. La idea de que ahora estaba doblemente maldita ocupo la mayoría de sus pensamientos, y ella concluyo que huir era la única cosa que podía hacer. Madelyn había confesado ser adicta a usa el control, y parecía que Cassie sería una facilitadora de ese impulso oscuro. Era horripilante imaginar que más podrían hacer las dos chicas cuando despertaran. Miguel no estaba a salvo, tampoco, pero Dana no estaba segura si intentar salvarlo terminaría siendo su perdición, si despertaba a alguien más.

Finalmente llegando a la conclusión de que ella se lo debía a su novio por al menos intentar rescatarlo, Dana se movió lo más calladamente posible y puso su mano sobre la boca del joven para callar cualquier sonido que pudiera hacer. Ella puso sus labios en su oído y susurro, "Miguel? Miguel, necesitas despertar. Despierta, lover!"

Su novio parecía mareado y lento para despertar, lo cual le daba algo de alivio a Dana. El no parecía alarmado cuando noto su mano bloqueando su boca, solo confundido y un poco molesto. Ella mantuvo un dedo en sus labios hasta que asintió con la cabeza, luego le permitió sentarse y ver alrededor. Después de un momento para analizar la situación, Miguel le dio una mirada interrogatorio y calladamente pregunto, "Que está pasando? Qué hora es?"

"No lo sé; de noche, creo, pero las ventanas siguen bloqueadas. Necesitamos salir de aquí, justo ahora, y muy calladamente," respondió Dana.

"No quieres despertar a Cassie para decirle buenas noches? Eso parece un poco grosero," le reprocho Miguel gentilmente. "No quiero que piense que huimos."

Dana se dio cuenta que Miguel no estaba pensando muy críticamente aun, o tampoco se daba cuenta de lo angustiada que estaba, y no había tiempo para explicar. "Podemos disculparnos después, pero realmente necesito irme y quiero que vengas conmigo. Por favor."

La expresión de Miguel finalmente mostro un poco de preocupación, pero se encogió de hombros y dijo, "Está bien, si tu insistes. Déjame tomar mis cosas."

Un Tipo Diferente de Juguete SexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora