Capítulo 1: El comienzo de todo
Caminaba con pasos apresurados por las calles iluminadas de Nueva York. Las luces de los edificios y los faros de los autos proyectaban sombras largas que me seguían, pero nada comparado con la sombra más pesada que cargaba en mi corazón. Siempre había sido una mujer fuerte, el ser un poco introvertida no me impedía tomar el control de mi vida. Hasta que conocí a Mason Foster.
El sonido de mis tacones resonaba en la acera mientras mi mente me traicionaba bombardeándome con recuerdos recientes. Mason apareció en mi vida como un sueño encantador: carismático, atento, aunque un tanto misterioso, pero en ese momento no me pareció raro, él era todo lo que yo había querido, o al menos eso pensaba. Pero ahora, la imagen perfecta que tenía de él desapareció, esa persona jamás existió.
Seis meses antes...
Había conocido a Mason en una cafetería, todas las mañanas llegaba por mi café, me sentaba en una mesa y trabajaba al menos 2 horas en mi computadora ya que hago home office. Él se encontraba en otra mesa tomando un café y me sonrió. Su sonrisa parecía sincera, y su presencia era imposible de ignorar. Los ojos de Mason se habían encontrado con los míos desde el otro lado de la habitación, y fue como si el tiempo se hubiera detenido. Se levantó y presentó con elegancia y su inconfundible seguridad, me ofreció algo para acompañar mi café a cambio de hablar. No puedo olvidar que me sentí atraída casi instantáneamente, sin sospechar que detrás de esa fachada perfecta, se escondía un hombre con oscuros y retorcidos secretos.
De vuelta al presente...
Aceleré el paso, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con caer. Había descubierto la verdad apenas unas horas atrás: Mason no era el exitoso hombre de negocios que decía ser. Era el jefe de una de las mafias más temidas de los Estados Unidos. Me sentía traicionada... aterrorizada.
Llegué a mi departamento quería gritar, pero en cambio, deje que el silencio de la noche me diera algo de consuelo. Mi teléfono vibró aun en mi bolso, y aunque sabía quién era, lo saqué de todas formas. "Mason ❤️". Su nombre aparecía en la pantalla, pero no conteste. No podía enfrentarlo aún. ¿Cómo le diría que ya lo sabía todo?
"No puedes quedarte aquí, él vendrá a buscarte" pensé. Rápidamente tome una maleta y empecé a llenarla con ropa. En este momento las lagrimas cayeron. Hiba a dejar toda una vida atrás solo por enamorarme de la persona incorrecta, ¿Cómo pude haber sido tan idiota? Siempre me sentí un tanto superior en cuanto a mi elección de parejas, no es que haya tenido muchas a mis veinticinco años solo había tenido dos parejas formales y aunque acabaron, aún llevamos una relación cordial, no hay odio de por medio.
Pero con Mason, no hay forma de que esto acabe bien.
Termino de llenar la maleta con ropa y cosas básicas, tendré que pasar de camino a retirar dinero a un cajero. "Debo ser discreta, no llamar la atención, cambiar de imagen, irme del país". Mi mente ideaba un y mil planes para huir de Mason, es entonces cuando escucho el sonido de la puerta, "Mason tiene las llaves de mi casa", me arrepiento de habérselas dado, pero ¿Cómo iba a saber yo hace tres meses que era un loco psicópata, secuestrador, asesino?
Solté rápido la maleta, la escondí debajo de la cama, trate de mantener la calma y actuar con normalidad.
- ¿Estas bien? No contestaste el teléfono y me preocupe amor. - Dijo mientras me abrazaba y depositaba un beso en mi cabeza.
- Si... Es que no encuentro mi teléfono. - Conteste con el corazón a mil por hora, pero tratando de lucir relajada.
- Está en tu mano Liv... -
Mire hacia abajo en mi mano y efectivamente aún tenía el teléfono en la mano. "Estúpida" pensé, regrese la vista hacia él nuevamente y me observaba con una ceja arriba, "Lo sabrá, se mas astuta Olivia", suspiré y retomé la compostura.
- No sé donde tengo la cabeza - Dije mientras reía - Hablé con papá, ya sabes como me pongo cuando hablo con él. -
- Discutieron y por eso estabas llorando- Afirmó.
- Si... volvió a pedirme dinero.- Mentí
- Se que no apoyas el estilo de vida que lleva, pero al final de cuentas es tu padre Liv, no puedes vivir para siempre odiándolo.- Dijo mientras me tomaba de la cintura.
Sentí rabia, ahora entendía su afán de defender al borracho, drogadicto, golpeador de mi padre. Es un asco de persona igual que él.
- No quiero hablar más del tema, tengo sueño, iré a dormir.-
- Pero traje comida china, ¿No quieres cenar?-
- No gracias, buenas noches. -
- Esta bien, pasaremos al postre directamente.- Dijo mientras intentaba besarme.
Entré en pánico. "¿Qué hago?" No quiero besarlo, no puedo, quería volver a llorar.
- No puedo, ahora no por favor.-
- ¿Todo bien Olivia? Estas actuando extraño.- Me preguntó ya percibiendo que algo no encajaba.
No sabía que contestar, esta nerviosa, enojada, aterrada. Gracias a Dios su teléfono sonó. Contestó la llamada y algo lo hizo ponerse tenso, volteó a verme inmediatamente. Parecía enojado.
- Surgió algo importante, tengo que irme. - Dijo tomando rápidamente su saco.
Se acerco a mi, me miro a los ojos mientras me sostenía de los hombros, algo en su mirada cambió. "Lo sabe", pensé. Entonces me abrazo fuerte y me besó.
- Sabes que te amo y que jamás haría algo para lastimarte ¿Verdad? - Aseguró
- Claro que si, ¿Qué pasa? - Pregunté tratando de disimular, pero lo conozco, o al menos creí ver en su mirada que no me creía. Creo que sospecha que ya lo sé.
Me besó nuevamente y me dijo que me amaba antes de irse, espero un momento para que yo se lo dijera de vuelta... pero no podía. Entonces se que lo que vi en sus ojos era pánico y se fue.
Espere una hora desde que se fue y termine de juntar mis cosas y tomé un taxi, tenia que huir, así que fui a donde pensé que jamás me encontraría.
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Entre un mar de engaños
ActionCuando Olivia White descubre que su amante, Mason Foster, es el líder de una poderosa mafia, intenta huir, pero él no la dejará escapar tan fácilmente. Mientras la CIA aprovecha su situación para atraparlo, un joven agente, Jackson Ward, se infiltra...