El barco

Capítulo 7

Una suave brisa provoca que los pelos que tengo sobre mi cara me hagan cosquillas, a lo que me despierto con pesadez. Odio despertar por culpa de algún factor externo que no sea mi alarma de Rihanna o la dulce voz de Val. Aunque las ignoro intentando volver a dormir, un ruido desconocido logra que abra un ojo para ver qué es lo que pasa. Lo primero que visualizo es mi mano escondida bajo una tela grisacea, lo que hace que rápidamente abra ambos ojos echándome hacia atrás. 

- Joder, Alba- farfullo sacando mi mano al notar enseguida los abdominales del moreno, cosa que ocasiona que se remueva.

Está tumbado con sus manos bajo su cabeza, debió de haberse cambiado de posición en medio de la noche y yo, acostumbrada a dormir abrazada a la almohada, lo abracé a él. Sin querer, y juro que tan solo por unos segundos, inspecciono su rostro calmado con atención provocando que un sentimiento de ternura envuelva mi pecho. La imagen de Piti sonriéndome burlón cruza por mi mente consiguiendo que aparte mi mirada de él, por lo que decido darme una ducha para empezar la rutina.

- It's getting late...I'm making my way over to my favorite place...- pensando en lo que me voy a poner hoy, e intentando ignorar la presencia del chico, tarareo acercándome al armario.- I gotta get my body moving, shake the stress away... Ala- sin pensar mucho más agarro un pantalón suelto largo junto una camiseta apretada negra.

Antes de entrar al baño le pongo el pestillo a la puerta para asegurarme de que nadie entre y encuentre al moreno en la cama, aunque no creo que alguien esté en pie, ya que por el portillo aún se puede ver que es de noche.

- Las seis de la mañana- maldigo en voz alta viendo la pantalla del móvil.

- ¿Qué haces levantada tan temprano?

- ¡Joder!- sin poder evitarlo me sobresalto girándome a ver a Ulises, se nota que aún está medio dormido, ya que tiene sus ojos cerrados y se ha tumbado de lado para abrazar un cojín.- Voy a darme una ducha- le respondo acercándome hasta él.- Duerme, cuando sea hora te aviso- susurro agarrando la manta que está doblada a los pies de la cama para taparlo.

- No, ven- me pide cogiendo mi mano cuando estoy apunto de darme la vuelta, él me mira con sus ojos entrecerrados cansados.

- Ulises...- sé que lo dice porque no está completamente despierto, solo hay que escuchar el tono dulce que está utilizando.

- Por favor- me interrumpe tirando de mi mano, logrando que yo caiga en la cama y mi ropa al suelo, tampoco es que se necesite de mucha fuerza para mover mi cuerpo.

- Me van a tener que dar la medalla a la mejor amiga- musito tapándome con la manta y dándole la espalda.

- Te la regalo yo por navidad, no te preocupes- dice en apenas un susurro rodeando con su brazo mi cintura y pegándome a él, cosa que hace me paralice por unos segundos. 

Con cuidado bajo mi mirada hacia su mano, la cual ahora cubre mi abdomen provocando que mi respiración se acelere ante la sensación de impotencia que me invade, la misma que inmovilizó ocho años atrás. Me tomo un momento para cerrar mis ojos y respirar, mis recuerdos no deben apoderarse de mí ahora.

- Ulises, suéltame- mi voz sale débil, a lo que maldigo internamente. Al ver que no me escucha intento levantarme asegurándome de no molestarle, pero él no parece querer ceder y aprieta su agarre, lo que logra inquietarme más.- Ulises, por favor- observo el dibujo que tengo en la puerta concentrándome en los latidos de mi corazón como una forma de seguir manteniendo la calma, pero estos ya van disparados y solo ayudan a que mis ojos piquen.- Ulises- no puedo más, solo puedo sentir mi cuerpo tembloroso y su brazo impidiéndome moverme, involuntariamente comienzo a hipar apretando mis labios.- ¡Suéltame, por favor!- suelto elevando demasiado mi voz sin poder evitarlo, el miedo ha ganado, de nuevo.