Capítulo 6

327 27 8
                                        

Burbuja se marcha emocionado al otro extremo del club mientras sigue gritando por el megáfono, por lo que aprovecho para dejar la fría botella sobre mi mejilla dolorida. Una exclamación de sorpresa hace que gire mi cabeza para observar cómo Salomé me riñe con la mirada.

- Has vuelto a pelear con tu hermana, ¿verdad?- me pregunta muy seria poniendo sus brazos en jarra.

- ¿Por quién me tomas?- le devuelvo ofendida y con dolor, claramente fingido y ella lo sabe, a lo que eleva su ceja.- No es a mí a quien se le ha ido la mano... Otra vez- enfatizo levantando mis cejas y viendo como Piti se acerca a mí con la boca abierta.

- Uy, eso no tiene buena pinta, se te está...- él no se atreve a seguir por la mirada que le lanzo y simplemente se sienta en el taburete de mi lado.- ¿Quién te ha pegado?- pregunta algo más serio a la vez que suena el timbre que da comienzo a las citas. Pero antes de que le pueda responder alguien se me adelanta.

- Piti, búscate otra chica- su voz no es burlona como siempre, si no que hay algo sombrío en ella y puedo notar la tensión que nos envuelve aún sin verle.

- ¿Tú y...?- empieza señalándome a mí, pero su dedo cae tan rápido como su sonrisa cuando observa que ninguno imitamos su acción.- Mejor me voy- dice levantándose y yéndose a otra mesa.

- Llegas tarde- le pico mientras él aparece frente a mí sentándose donde antes estaba el otro chico.

- Y tú ya me has puesto los cuernos sin haber empezado- yo le sonrío sin gracia.

- Mentira, nosotros nunca tendremos nada- le comunico muy a mi pesar, está demasiado bueno.- Soy una niña, y tú nuunca te meterías con una niña, ¿recuerdas?- él se levanta confundiéndome, pero al segundo que se acerca a mí y lo comprendo todo.

- ¿Quién fue?- me pregunta apartando con cuidado mi mano y la botella de mi cara, yo dejo que acoja mi mentón para observar el golpe.

- Nadie que te importe- Salomé vuelve dejando un vaso en la barra y mirándonos completamente desconcertada, yo le pido con la mirada que se vaya y eso hace.

- Tan amable como siempre- suelta y con su pulgar roza mi mandíbula antes de abrir la botella y servirse.- Bueno, ¿qué me quieres contar?- pregunta tras beber un trago.- ¿Tu color favorito, tus sueños, tu...?

- Creo que sabes, perfectamente además, que esta cita no irá por ese camino- le susurro girándome en el taburete para verle de frente.

- Ah, ¿no?- pregunta haciéndose el confundido.

- ¿Qué hay dentro de la caja?- le pregunto directamente en un tono de lo más normal, logrando que se enfade y se acerque de una manera peligrosa a mí, incluso tengo que abrir las piernas para que no me haga caer hacia atrás.

- Baja la voz- me pide y tengo que elevar mi cabeza para mirarle.

- ¿Qué hay en la caja?- repito haciéndole caso.

- Por tu bien, es mejor que no lo sepas, créeme- murmura apoyando su brazo en la barra, dos segundos más y seremos el próximo cotilleo.

- Y por tu bien, y el de Julia claro, es mejor que mi padre no sepa que la tenéis vosotros. Pero eso me dará igual si no me dices ahora mismo lo que hay en esa caja- justo en este momento el timbre suena anunciando el cambio de parejas.

- Tú no dirás nada- me asegura acercando más su cara a la mía, nuestras narices no se rozan de milagro y no puedo evitar llevar mi mirada a sus labios por unos breves segundos.- Y ahora- dice alejándose sonriente mientras acaricia con su mano mi pelo.- Perdóname, pero tengo que buscar a otra...- antes de que pueda terminar la frase lo agarro del brazo tirando de él para que vuelva a donde estaba.

El barcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora