- Albi- la voz aguda de mi hermana pequeña me despierta, además de los constantes golpecitos que pega contra mi mejilla.
- ¿Qué pasa, Val?- le pregunto abriendo un ojo, trae consigo su mini ordenador y sonríe mientras me empuja.
- Quiero estar contigo- yo asiento bostezando mientras me echo a un lado, quedando ella acostada entre la pared y yo.
- Nunca he entendido esos dibujos- comento frotándome la cara cuando se pone a ver una serie de dibujos animados, ella se encoje de hombros acomodándose en mi barriga.- ¿Qué haces despierta tan temprano?
- Es que había muchos ruidos en mi habitación y papá ya no estaba- contesta mirándome.
- Entiendo...
- Eran gritos de fantasmas- me explica apagando el ordenador y poniéndose algo nerviosa.
- ¿Ah, sí?- pregunto haciéndome la sorprendida y atendiéndola.
- Sí, los fantasmas piratas, de los que nos hablaba mamá, ¿te acuerdas?- una punzada atraviesa mi pecho al recordar todos los cuentos que nos contaba antes de irnos a dormir.
- Sí...- susurro sonriéndole.- Sí, me acuerdo. Pero recuerda que no pueden tocarnos, no nos harán nada.
- Albi, ¿tú crees que, ahora, mamá es un fantasma?- la pregunta me toma por sorpresa y tengo que carraspear antes de pensar algo coherente.
- Sí- respondo por fin sonriéndole.- Pero las mamis no se quedan como los fantasmas piratas, estos se quedan en los barcos, pero las mamis se van al cielo.
- ¿Al cielo?- pregunta dirigiendo sus ojos a la ventana.
- Sí, al cielo- respondo acariciando su espalda.- Y desde ahí arriba, en las nubes, nos vigila y nos cuida.
- ¿Nos está cuidando ahora?- feliz se gira a verme.
- Sí, siempre. A ti, a mí, a Ainhoa y...- antes de que pueda terminar la frase un fuerte zarandeo provoca que caiga hacia atrás terminando en el suelo, Valeria me agarra la mano y por suerte solo se queda tumbada en la cama. Todos mis libros caen de la estantería sobresaltándome.- Y papá- termino diciendo mientras me pongo de rodillas mirándola.
- ¡Estás sangrando!- chilla asustada confundiéndome, rápidamente recorro todo mi cuerpo en busca de alguna herida.
- Val, no estoy sangrando- intento tranquilizarla acariciando sus brazos.
- ¡Sí, en la mejilla!- sigue gritando con los ojos aguados.- ¡La tienes roja!
- ¿Qué pasa?¿Estáis bien?- la puerta se abre de golpe dejando ver a Ulises, el cual parece preocupado.
- Se peta antes de entrar, sabes- le riño ya que estoy tan solo con el camisón de dormir, el cual ahora me parece demasiado corto.
- ¡Ayúdala, está sangrando!- le pide nerviosa la rubia.
- Val, estoy bien, no me duele- le repito obligándola a mirarme.- Respira- con mis manos agarro las suyas y las pongo en mi pecho, para que pueda sentir mi respiración calmada.- Así- bajo mi voz.- Inspira y expira. Estoy bien, ha sido un rasguño, ¿vale?- ella asiente y se tira a abrazarme.
- ¿Dónde tienes el botiquín?- me pregunta el moreno acercándose a nosotras.
- En el baño- él va a buscarlo.- Porqué no vas a tu camarote y te vistes, ¿eh?- ella se separa.- Ahora voy yo- le aseguro.
- ¿Y si se vuelve a mover el barco?
- No lo hará, solo fue una ola, ahora voy yo- finalmente asiente y se va.
ESTÁS LEYENDO
El barco
ФанфикAlgo ha sucedido en tierra pocas horas después de que el Estrella Polar zarpara de puerto. Los sistemas de navegación han dejado de funcionar tras una tormenta y Alba Montero tendrá que afrontar esta nueva aventura junto con su familia. Más cosas de...