Bajo el ritmo del stick

Desireé Monroy lo tenía todo: una familia que la adoraba, una relación estable y una oferta para su trabajo soñado. Sin embargo, su logro profesional tiene un costo: su novio no soporta la idea de una relación a distancia y rompe con ella justo antes de su gran mudanza a Boston. Descorazonada pero optimista,  Desireé se embarca en su nueva vida en Boston, sin saber que está a punto de entrar en un juego mucho más peligroso de lo que imaginaba.

Atlas Dagger, capitán del equipo, está acostumbrado a obtener lo que quiere dentro y fuera del hielo. Su ego, tan afilado como su talento, nunca ha sido desafiado... hasta que Desireé lo rechaza sin siquiera proponérselo. Lo que comienza como una herida en su orgullo rápidamente se transforma en una obsesión oscura y malsana. Atlas no soporta la idea de que algo o alguien pueda escapar de su control, y Desireé, con su dulce inocencia y su imprevisto poder sobre él, se convierte en un objetivo.

Mientras Atlas se adentra en una peligrosa fijación, Asher, otro jugador del equipo, se acerca a Desireé con una luz completamente diferente. Carismático y encantador, Asher ilumina cualquier espacio que pisa. Lo que empieza como una amistad genuina entre ellos pronto revela sentimientos más profundos, pero mientras Asher la empuja hacia un tipo de conexión más sana y brillante, Atlas la arrastra hacia un abismo lleno de sombras y obsesiones.

Dos mundos completamente opuestos colisionan alrededor de Desireé, atrapada entre el oscuro deseo de Atlas y la luminosa devoción de Asher. A medida que sus caminos se entrelazan en el hielo y fuera de él, Desireé se ve atrapada en un juego de poder, manipulación y sentimientos contradictorios que podrían destruirla.

¿Podrá Desireé escapar de la atracción de dos hombres tan diferentes, o se dejará arrastrar por las corrientes que la empujan hacia un abismo de obsesión y deseo? En el hielo, la única certeza es que la dirección del juego siempre puede cambiar.