Amali
Toda mi vida he pensado que no soy lo suficientemente buena en nada, ese pensamiento se reforzo más en mi paso por la universidad, muchos me veían raro, no tenía amigos ni pareja, creo que todo eso era más por el hecho de que yo apenas tenía 15 años cuando ingrese, a Carrie la conocí en el último curso de mi maestría, desde el momento uno ella me llamo la atención más que todo por cómo se refirió a mi "así que tú eres la chica cdi, eres algo torpe"; iba saliendo del área de tesorería cuando choque con ella y me dijo eso y se marchó, nunca estuve más confundida que en ese momento, luego con el tiempo entendí que se refería a SDI no cdi, aunque siendo sincera eso ni era un término ni abreviatura menos referencia.
Ella tenía mucha gente a su alrededor y lo que más me intrigaba era el querer saber que hacían todo el tiempo en el área de mi carrera, sin tomar en cuenta que yo ni siquiera sabía que estudiaba ella; encuentros en la cafetería, en la biblioteca, en los pasillos y fueron siendo cada vez más las coincidencias, vivía tan perdida en mi mente y mis estudios que no sabía que casi todo el tiempo estábamos en los mismos lugares.
Luego entendí la sincronicidad que existía, eso que te pasa cuando conoces a alguien, te presentan o tienes contacto directo con esa persona, ya luego te das cuenta de que, si existía cerca de ti, pero antes ni lo determinabas y luego pasa que hasta en la sopa te aparece. Me gusta pensar que no solo a mí me ha pasado eso.
Con el tiempo nos volvimos amigas, pasamos a ser dos raras mal vistas, casi todo el tiempo lo pasábamos en mi casa, en la sala de juego o viendo películas, algo que siempre me ha gustado es la confianza que me han dado mis padres de permitirme vivir sola desde muy joven, además Carrie decía que su departamento era muy pequeño y no tenía nada interesante, la primera vez que la lleve a casa de mis padres se quedó sorprendida porque nunca pensó que un par de empresarios de renombre serian mis padres.
3 años atrás
- ¿Tenemos que tocar el timbre?, enserio no tienes llaves de tu casa -me pregunto incrédula-.
- Te he dicho que no vivo con mis padres desde que entre a la universidad -le conteste mirándola de soslayo, mientras tocaba el timbre, mi madre abrió la puerta con una sonrisa- hola, madre, hemos llegado.
- Tu debes ser Carrie -le dijo mi madre- pasa, bienvenida - Carrie se quedó viendo a mi madre fijamente creo que ni respiraba-.
- Deja de ver a mi madre -le dije jalándola del brazo para que entrara-.
- ¿Señora está usted segura que esta fea bestia es su hija? -le pregunto a mi madre mientras se sobaba el brazo- porque con todo respeto que bella es -le dijo sonriendo-.
- Si, si es nuestra hija -hizo presencia mi padre tendiéndole la mano a mi amiga- soy Raúl el esposo -le dijo riendo mientras veíamos a mi amiga más roja que un tomate.
- Lo siento señor -se disculpó y tomo la mano de mi padre- soy Carrie, la niñera de su hija.
- Oye – le di un codazo al ver que mis padres voltearon a verme de inmediato- ella es muy bromista papi -sonreí viéndolos-.
- Pasemos al comedor -propuso mi madre al ver que mi padre seguía muy serio- la cena va a ser servida.
Todos nos sentamos y mi nana llego con las asistentes de la cocina para empezar a servir la cena
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Sempiterno
Roman d'amour"De nada sirvieron tantas promesas de amor, si la verdad siempre fue un engaño". No hay medida de tiempo, para un amor bonito.. Kaira, sin saber cómo levantarse luego de 8 años de una relación fallida. Amali, ella solo quería un trabajo para hacer l...